Legalizar la marihuana, sí al aborto, regular la
prostitución: las otras promesas de C’s
Infocatolica, 6/12/15
(El Confidencial/Paloma Esteban)
Los programas electorales recogen la hoja de ruta que
cada partido pretende o dice querer seguir si gobierna. Ideas y promesas
concentradas en cientos de páginas que, sin embargo, los votantes del próximo
20 de diciembre no suelen leer con detenimiento más allá de las cuestiones más
populares como las recetas para combatir el paro, la reforma laboral o los
planes en materia educativa. Sin embargo, hay otras muchas propuestas que si
bien pasan desapercibidas e incluso los partidos tratan de ocultarlas con vaguedad,
pueden llegar a cobrar mucha importancia. Ciudadanos, que todas las
encuestas incluido el último CIS, demuestran que será un pilar fundamental para
la gobernabilidad de España en 2016, se ha pronunciado sobre algunos de los
aspectos más controvertidos en el marco social.
Un ejemplos es la marihuana. La formación de Albert
Rivera es partidaria de legalizarla, tanto para el consumo particular como para
el uso terapeútico «por razones de salud pública». La pretensión de
Ciudadanos será impulsar una ley que despenalice y regule a nivel estatal la
producción y distribución tanto del cannabis como de sus derivados. Según
el programa, se tomarán «medidas paralelas y necesarias» para esta regulación
social como «programas de información y concienciación de las consecuencias
nocivas para la salud derivadas de su consumo».
Regular la prostitución es otro de los ejemplos más
controvertidos. Ciudadanos
aborda esta cuestión en el apartado de su programa dedicado a Interior y
Seguridad, y se muestra partidario de establecer un marco legal que regule el
ejercicio de la prostitución voluntaria con un doble objetivo: por un lado,
«combatir las redes de explotación sexual y liberar a las víctimas de la
indignidad y la vulneración de sus derechos a que las someten las redes de
proxenetismo» y por el otro, en clave económica, su equipo calcula que el
Estado podría recaudar cerca de 6.000 millones de euros en impuestos si la
actividad se regulara.
La propuesta pasaría por proponer a las mujeres que la
ejerzan voluntariamente su incorporación al mundo laboral como autónomas,
permitiendo el ejercicio de la actividad sólo en establecimientos legalizados y
controlados. También habría sanciones económicas para los clientes que no
cumplan las condiciones. Aún así, Ciudadanos tendrá complicado encontrar apoyos
para abrir el debate en torno a la cuestión. Tanto el Partido Popular como el
PSOE se postulan en contra en sus idearios. Los ‘populares’ no aciertan a
justificar los motivos con claridad, pero los socialistas acusan directamente
la propuesta del equipo de Rivera de «mercadear con los derechos de las
mujeres», y critican incluso que esta sea una de sus recetas para salir de la
crisis. También los colectivos feministas se han mostrado en contra del partido
nacido en Cataluña al considerar que esta medida es una forma de violencia
contra la mujer. Y advierten: con su voto no contarán.
Más cerca del PSOE está Albert Rivera en otra cuestión
delicada aunque, igual que Pedro Sánchez, no termina de abrir el melón de la
eutanasia. Ciudadanos recoge en su programa «la defensa de la ayuda a
personas a morir» en caso de ser pacientes en fase terminal o sufrir una
enfermedad no tratable con consecuencia irreversible de muerte. Sin
embargo, no habla de impulsar una legislación concreta. Eso sí, aseguran
respaldar la posibilidad de rechazar o interrumpir un tratamiento de soporte
vital y el derecho a recibir cuidados paliativos que eviten el dolor, aunque
éstos acorten la vida, incluyendo la sedación terminal si el dolor es incontrolable.
Otra de las medidas que incluye Rivera responde a una
demanda histórica de las asociaciones que defienden el derecho a una muerte
digna: la facultad de designar a representantes en instrucciones anticipadas o
en un testamento vital que tomen decisiones por los enfermos en caso de que
éstos no puedan. Precisamente el programa socialista de Pedro Sánchez recoge
una ley nacional de muerte digna «que asegure el derecho de todas las personas
al respeto de la voluntad de los pacientes y sus familias, que viene avalado
por todas las organizaciones profesionales médicas». El PP, por su parte, votó
en contra de un proyecto de ley de muerte digna presentado en dos ocasiones por
el PSOE en esta legislatura.
En cuanto al aborto, Ciudadanos ha mostrado siempre su
postura al respecto: «No es un derecho, sino un fracaso de la sociedad». En la
práctica, la propuesta de Rivera se acerca más a la del PSOE que a la del PP,
al establecer también «limitaciones temporales de intervención» -es decir, una ley de plazos- aunque mantiene el
necesario consentimiento paterno para las menores que quieran abortar, tal y
como recoge la Ley Orgánica 11/2015 -vigente desde el pasado septiembre-. El
equipo de Rivera también insiste en la necesidad de impulsar una estrategia
nacional de educación sexual orientada a evitar embarazos no deseados y apuesta
por fomentar el uso de anticonceptivos, incluida la píldora del día después.
Uno de los mayores reproches que las asociaciones
proabortistas hacen a Ciudadanos es la vinculación de la mayor parte de
embarazos no deseados con la situación socioeconómica y cultural de las mujeres
embarazadas: «Vincular el aborto al estrato social lo que hace es utilizar
estigmatización de las mujeres que abortan como arma electoral», insisten.