Por Emilio Nazar Kasbo
DIARIO PREGÓN DE LA PLATA, 17 DE SEPTIEMBRE
DE 2014
La Revista Gladius ha sido objeto de un
artículo del Prof. Dr. Héctor H Hernández, escrito como pretendida refutación
al libro “La Perversión Democrática” del Prof. Dr. Antonio Caponnetto.
OBJETO:
En su artículo, el Dr. Hernández busca
confundir a los lectores, como si la oposición del Dr. Caponnetto fuese al voto
mismo y no al sistema en el cual se está votando, además de universalizar la
cuestión e igualando la votación en un sistema legítimo que en un sistema
ilegítimo.
Pero la cuestión central, es cómo actuar ante
el presente sistema. ¿Negar el voto y toda participación? ¿Participar del
régimen votando y aceptar cargos como funcionario? ¿Cómo reaccionar ante el
sistema?
Según el Dr. Hernández, la convocatoria del
Dr. Caponnetto resta adeptos a quienes quieren participar. Y según el Dr.
Caponnetto, la participación en una estructura de pecado (lo digo en palabras
de San Juan Pablo II en su Encíclica Solicitudo Rei Socialis), es pecado.
Ambos buscan instaurarlo todo en Cristo, y
parecen posiciones inconciliables.
No ingresaré a la discusión terminológica ni
a las cuestiones accesorias. Simplemente dejo planteado el tema que considero
central, para tratar lineamientos de su resolución.
HECHOS:
La Edad Media fue dañada y acabó como víctima
de la decadencia en la Baja Edad Media mediante los cuestionamientos del
Humanismo, del Iluminismo y del Renacimiento, surgiendo ideas paganas expuestas
por cristianos, como “la duda metódica” de Descartes, “el democrático hombre
bueno” de Rousseau, y “el autoritario hombre malo” de David Hume. El
liberalismo se introdujo en la sociedad, la Reforma bendijo el progreso
material en sí mismo, pretendiendo que tal es una bendición de Dios, y así
surgió la explotación del hombre por el hombre durante la Revolución
Industrial. El marxismo intentó dar “respuesta” al liberalismo, planteando una
sociedad futura mesiánica socialista, yendo de la “dictadura del proletariado”
a una anarquía en que el Estado sería disuelto, y ante este imposible “paraíso
terrenal” prometido por Marx y sus seguidores, los Papas empezaron a
pronunciarse sistemáticamente sobre la “cuestión social”.
Resulta que la Doctrina Social de la Iglesia
fue conformada inicialmente por la Encíclica Rerum Novarum, y en el tiempo
fueron desarrollándose las investigaciones que dieron por resultado los Códigos
de Malinas, que han servido de base a las Encíclicas sociales de los Papas.
Conforme tales Códigos y avances, el sistema que más se compadece con la
prédica católica, es el Sistema Corporativo.
Sucedió que hubo regímenes que de diversa
manera aplicaron tal régimen, algunos con desviaciones espirituales condenadas
oportunamente por el Magisterio de la Iglesia Católica, todos alineados con El
Eje de la II Guerra Mundial. Y como El Eje perdió ante los Aliados, el régimen
corporativo fue identificado con los perdedores, y los perdedores con
criminales de guerra. Solo España con Franco continuó con el Régimen
Corporativista hasta su muerte en 1974, junto con el breve período de Oliveira
Salazar en Portugal. Ya no hay más regímenes corporativistas en el mundo.
En Argentina, resumiendo las últimas décadas,
hubo un movimiento terrorista subversivo que buscaba el denominado “vacío de
poder” para asumir por las armas, en una clara guerra espiritual, cultural,
económica, política y militar. Fueron alzamientos contra el tercer gobierno del
General Juan Domingo Perón, luego contra su viuda en ejercicio de la Presidencia,
Isabel Martínez de Perón. Dicha guerra fue vencida por el Proceso de
Reorganización Nacional, un gobierno militar que asumió con el compromiso de
volver al régimen democrático. Tras la Batalla de Malvinas, (1) en 1983 se hizo
la convocatoria a elecciones, idealizando el régimen democrático (2), y de allí
en más se comenzaron a cumplir todos los pasos correspondientes:
GOBIERNO DE RAUL ALFONSÍN
1-
Ataque a la Iglesia Católica (3)
2-
Ataque y desprestigio de las Fuerzas Armadas (4)
3- Ataque a la familia (5)
4-
Endeudamiento internacional, y traición al establecimiento de un Club de
Deudores de la Deuda Externa
5-
Desastre económico con hiperinflación (6)
GOBIERNO DE CARLOS SAUL MENEM
6-
Pérdida de la soberanía monetaria (7)
7-
Introducción de la droga y su expansión en consumo y producción
8-
Disolución de los sindicatos de Estatales y disolución de la fuerza
sindical, con remate de todas las Empresas del Estado
9-
Endeudamiento externo
10-
Farandulización de la política
GOBIERNO DE FERNANDO DE LA RÚA
11-
Descalabro económico por recesión
12-
Denuncia de compra de leyes en el Congreso de la Nación
13-
Establecimiento del “corralito” bancario
14-
Manifestaciones sociales con represión
GOBIERNO DE EDUARDO DUHALDE
15-
Establecimiento de planes sociales
GOBIERNO KIRCHNERISTA
16-
Utilización de planes sociales para obtener rehenes políticos y
culturales
17-
Argentina se convierte en un país de consumo, producción, tránsito y
tráfico de drogas
18-
Establecimiento del “matrimonio homosexual” y promoción del aborto y de
métodos de manipulación genética y biológica para la concepción y nacimiento de
los niños
19-
Inversión cultural educativa (siguiendo la Escuela de Frankfurt)
20-
Ataque a la actividad Agropecuaria y a los representantes del Campo
21-
Acusaciones de corrupción (uso del poder para enriquecimiento personal)
22-
Recesión económica con gran distribución social de dinero inflacionario,
marginación socioeconómica y cultural a grandes escalas
23-
Emisión de moneda exagerada
24-
Inflación encubierta por manipulación de estadísticas
25-
Endeudamiento internacional
CUESTIÓN PRÁCTICA
No obstante lo dicho, debemos destacar que la
Política es una cuestión de aplicación de la Prudencia, de la cual depende la
Justicia.
El Dr. Caponnetto tiene la razón,
indiscutible, en todas sus críticas al régimen democrático, porque no es sólo
un régimen sino una religión, que afecta la espiritualidad del católico. Y
aunque el católico la rechace como religión, la democracia actual, en su actual
concepción y aplicación involucra precisamente esa faz espiritual que la
convierte en pecado.
El Dr. Hernández tiene también la razón, en
cuanto pretende frenar la debacle que sobrevendría de no existir frenos al
sistema, que todo lo invertiría de modo inmediato. Claro que hoy queda poco por
invertir… la aprobación legal del nudismo, del incesto, de la pedofilia y del
bestialismo, tal como lo anunciara el Dr. Palumbo poco tiempo antes de fallecer,
como etapas de degradación social que sobrevendrían. ¿Y después? Y después la
Nada Absoluta, el Nirvana social, el sufrimiento de Caín rechazando a Dios,
elevado socialmente a rango de suicidio colectivo… o víctima de la espada
militar islámica de la yihad que cortará la cabeza de abúlicos y que sólo
dejará vivos a quienes acepten al falso profeta, para imponer la sharia. Porque
el mundo sin la Verdad del Catolicismo sólo puede ser presa de la angustiosa
anarquía o de la imposición de la violencia de una religión mentirosa. Así, la
acción de los católicos busca frenar y dilatar en el tiempo el fatal desenlace,
en vistas a que alguna vez pueda socialmente instaurarse todo en Cristo.
Las constituciones liberales, lo que han
hecho es establecer un sistema eleccionario con independencia de la
calificación de las personas postuladas o electas, conjuntamente con una serie
de normativas que permiten por la vía interpretativa su aplicación tanto para
la ortodoxia como para la heterodoxia, tanto para el Bien Común como en su
contra. Por eso, surge una pretendida imposición de que la Ley no debe definir,
y ello porque coartaría la posibilidad de torcer lo dicho, porque la definición
impide falsas interpretaciones. Por ejemplo el requisito de que el Presidente
de la Argentina debía ser “de Comunión Católica”, fue interpretado no como lo
que dice: que debe Comulgar; por el contrario, fue interpretado como “estar
bautizado”; todo lo cual puede ser permitido por la falta de definición de los
términos, o por su ambigua utilización, o por una retorcida reinterpretación
para afirmar en realidad que lo que se dice en realidad es otra cosa.
MI EXPERIENCIA PERSONAL:
En lo personal, repudio este sistema tanto
como el Dr. Caponnetto, y comparto su análisis acerca de las desviaciones. No
obstante ello, la Doctrina Social de la Iglesia nos manda a que como ciudadanos
ejerzamos nuestros derechos como tales. Y voy a decir públicamente lo que mis
conocidos conocen: no soy ni radical ni peronista, ni mucho menos liberal o de
izquierdas. Soy argentino. No me encuentro afiliado a partido político alguno,
y las razones han sido debidamente expuestas por el Dr. Caponnetto.
La reflexión práctica es que: si no hay un
movimiento de restauración integral nacionalista católica que sustituya el sistema
vigente, las cosas continuarán su curso normal, dado por las elecciones
universales réprobas, designándose a determinados candidatos que ejercerán el
gobierno, lo cual es un hecho que no se puede poner en discusión.
Personalmente, en 1985 voté para diputado a
Herminio Iglesias (fue la primera elección en la que estuve habilitado para
votar), y en 1987 a Antonio Cafiero para Gobernador. En 1989 voté a Carlos
Menem para Presidente, y voté su reelección. En 1999 voté a Eduardo Duhalde a
Presidente (prometía incluír a la Argentina en el Jubileo del año 2.000 que
planteba el Papa San Juan Pablo II) y la lista de Fernando De la Rua, después
en 2003 voté por Menem y también lo habría votado en el ballotage contra Néstor
Kirchner, pero como Menem no se presentó asumió Kirchner con el 20% de los
votos válidos emitidos. No voté directamente, me ausenté, y no voté en las
elecciones para la reelección de Néstor Kirchner.
Durante el régimen
kirchnerista, siempre voté a opositores de orientación peronista, como a Rodríguez
Saa. Siempre que voté, lo hice por el candidato que consideré mejor entre los
menos malos, y además hice cortes de boletas, incluyendo a partidos que no
vencieron en las elecciones pero con los cuales me he visto más afín en sus
plataformas, y he colaborado externamente con los mismos sin jamás postularme
como candidato (incluyendo por ejemplo el Partido Principista Conservador, el
Partido de la Independencia, el MODIN, el PPR, la lista local del Partido FE
del "Momo" Venegas, de Rodríguez Saá y del duhaldismo).
He votado, pero eso ¿era pecado? Elegí las
boletas donde estaba el nombre de seres humanos que son víctimas también del
Pecado Original, teniendo además en cuenta que incluso ahora hay candidatos por
ejemplo próvida (que no llegan porque tienen vedado el ingreso). No obstante
eso, el sistema pone dos malos y uno bueno, y hoy no necesita ganar con el
ciento por ciento, sino que le basta con obtener “la mitad más uno” para ganar,
sin importar el resto. Se trata de una cuestión pragmática del sistema. Como el
curso de la acción provoca que esté “todo mezclado”, peronistas con radicales,
con socialistas y comunistas, hombres y mujeres, ricos y pobres, y así
sucesivamente en una especie de “Cambalache”, todo como estrategia de
“síntesis” marxista de pretensos opuestos. Si bien esto está en el sustrato, mi
intención no ha sido ni compartir tales postulados teológico-filosóficos (que
involucraría cometer un pecado contra el Primer Mandamiento), sino votar por
personas que podrían implementar principios de la Doctrina Social de la
Iglesia… porque podrían convertirse un día. Para eso se reza por las
autoridades civiles, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se
convierta y crea.
No tengo opción de que haya una boleta
"antisistema" para votar, una especie de "botón antipánico"
en el Cuarto Oscuro. No asistir a la elección, también es parte del sistema,
porque al no asistir se reduce la cantidad de personas que emitirán su voto,
los cuales no tienen incidencia en la elección de quien efectivamente será una
autoridad (formal, pero también real), que impondrá los tributos a los cuales
quien repudia el sistema deberá abonar utilizando el dinero que el mismo
sistema le proveerá en caso de que logre la suma suficiente. Porque el sistema
en su veta económica es usurario, endeuda a los ciudadanos con los impuestos o
con los bancos, para quebrarlos y conducirlos a la miseria, a que sean eternos
deudores.
Por eso, votar o no votar, forma parte de las
estadísticas del "sistema". La diferencia no está allí, porque
resulta indiferente la opción en sus resultados. La diferencia está en saber
cuál es la acción que se debe emprender para incidir y que triunfe el OMNIA
INSTAURARE IN CHRISTO.
"ARRIBA LOS DE ABAJO"
Hace un tiempo, la izquierda promovía como
lema propiamente revolucionario la siguiente frase: "arriba los de
abajo". Es decir, que asuman los que no tienen poder, para que actúen como
los que hoy tienen el poder sometiéndolos. Esto define la esencia de la actual
democracia, y ya Antonio Gramsci lo promovía, porque expresaba que si la
Iglesia Católica aceptase intervenir en la actual democracia, sometería al voto
popular sus verdades, y las relativizaría: hoy triunfarían, pero mañana
triunfaría el comunismo e impondría sus propias reglas. Ahora bien, si los de
abajo llegaran los de arriba... ¿habría que seguir con el mismo lema y hacerlos
bajar para volver a lo que antes estaba? Una ridiculez que es consecuencia del
pensamiento revolucionario propiamente inconsecuente.
He tenido la ocasión de conocer personalmente
al actual Presidente de Perú, Ollanta Humala y dialogar con su esposa, así como
a Alejandro Toledo Manrique y también dialogar con su esposa, antes de que
ambos fuesen presidentes. He visto cómo tienen promesas, cómo el sistema los
cambia, cómo los rodea, cómo marginan a sus colaboradores iniciales y los
suplen por tecnócratas que se someten a los intereses internacionales de
cualquiera de los lados de la sinarquía internacional.
En ejercicio de la labor como periodista,
tuve y tengo oportunidad de encontrarme con las autoridades. Se trata de seres
humanos, comunes y corrientes, magnificados por los actuales medios masivos de
comunicación (que son de incomunicación y que debieran ser sociales, no
masivos). Tales seres humanos, antes de trepar al cargo, tienen una cierta
humildad, y su duda acerca de alcanzar efectivamente el poder fortalece tal
actitud.
En épocas eleccionarias, se produce una
“adrenalina” tal que los asemeja a jugadores de carreras esperando que el
caballo propio gane… y si pierde es la gran frustración después de haber
comprometido todo, incluso el patrimonio personal y el tiempo familiar, con el
fracaso de ver cómo es abandonado por todos sus adláteres para quedar reducido
a sus antiguos amigos verdaderos. Pero si gana, la euforia se apodera de él, y
no demorará mucho en encontrar a “nuevas amistades” que lo guiarán por nuevos
caminos para él desconocidos, incluyendo a las autoridades salientes que le
trasladarán al cúmulo de moscas que rodean el poder. El pragmatismo le hará
torcer todos sus planes y acabará haciendo lo contrario a lo que decía, hacía y
pensaba… al punto de cambiar el auto, la casa y el cónyuge, acabando en la
infelicidad personal con un aparente éxito sociopolítico que esconderá su
fracaso.
CÓMO FUNCIONA “EL SISTEMA”
El “sistema” democrático no es más que un
negocio, tal y como está planteado en la actualidad. Y contaré lo que un amigo
nacionalista peruano que es candidato a elecciones me detalló:
Se requiere una inversión de 300 mil dólares.
Inicialmente se contratan señoritas que junten firmas en diversos puntos del
país para armar un partido político nuevo. Obtenidas las firmas, se obtiene la
legalización, y un reducido núcleo de amistades del “inversor” designan las
autoridades. Como son pocos los que efectivamente logran la legalización de un
partido político por los frenos burocráticos, el “inversor” se encuentra ante
un “bien escaso” en el “mercado” partidario, y eso es lo que ahora tiene valor
y “se vende”. Primero buscará a quienes lo alienten, simpatizantes con un
programa de acción abstracto, porque más que afines al programa quienes se
acercan son afines al poder, es decir, a obtener un cargo. Después empieza la
fase de negociación. Se vende el cargo de primer candidato por valor de 300 mil
dólares, con lo cual se obtendrá el retorno de la inversión inicial. Asimismo,
se seleccionará a quiénes integrarán la lista: 1) a los que son capaces se les
dirá que no tienen el número de seguidores adecuados y que su aporte dinerario
al partido no es suficiente; 2) a los que tienen un número de seguidores
suficiente, se les dirá que no tienen dotes y capacidad, y que su aporte en
dinero al partido no es suficiente; y 3) a los que tienen dinero suficiente, se
les dirá que no tienen un número importante de seguidores y que tampoco tienen
suficiente capacidad técnica para la postulación frente a otros que son más
capaces. La honestidad está al margen de toda responsabilidad o crítica. Como
mínimo, el “inversor” debe lograr 900 mil dólares al llegar al tiempo de las
votaciones. Y una vez en el poder, los elegidos harán lo que se les venga en
gana, sin importar nada de lo que hayan dicho o prometido antes.
La segunda cuestión del sistema, es el uso de
medios masivos de comunicación para instalación o desinstalación de candidatos,
además de toda una serie de artilugios propios de la propaganda política y del
denominado “marketing político” para conseguir captar la atención de votantes,
debilitar a contrincantes, consolidar a los propios seguidores y utilizar a
candidatos intrascendentes de modo momentáneos en vistas a derribar a un
contendiente, entre otras “técnicas” utilizadas, todo con total independencia
del Bien Común. Una difamación por una pequeña falla, puede derrumbar al mejor
de los candidatos, al mismo tiempo que grandes perversiones y delitos pueden
ser disimulados por los mismos grandes medios para impulsar al contendiente.
La tercera cuestión del sistema, es el
procedimiento de reglamentación de las votaciones preelectorales, y el
procedimiento de impugnación de votos postelectoral, todo lo cual favorece a
quien impone las normas en desmedro de sus futuras o presentes víctimas. Aquí
juega un papel muy importante la justicia electoral, que termina de definir
quiénes son los que efectivamente ejercerán una función respecto de candidatos
que estén “en vilo”. Y finalmente, el régimen de subrogancias cuando un
candidato se toma licencias es el último factor para tener en cuenta en el
momento de las votaciones.
El dato que es dado como “frutilla del
postre”, o “sapo para tragar”, es la imposición de que “la democracia es el
sistema menos malo de gobierno”, que es “el único”, o que es “el mejor”. “Si no
hay democracia, ¿entonces qué?”
¿ENTONCES QUÉ? ¡ENTONCES IMPLEMENTAR EL
SISTEMA CORPORATIVO QUE LA IGLESIA CATÓLICA SIEMPRE HA PROMOVIDO!
CÓMO SE INCIDE EN EL SISTEMA
Aquí debemos distinguir entre Poder Formal y
Poder Real. Del sistema democrático actual, se puede concluir que siguiendo el
procedimiento (con las aclaraciones indicadas acerca de sus obstáculos a sortear
por los candidatos), resulta designada una autoridad que ejercerá el gobierno
en su ámbito con poder real. Sin embargo, Poder Formal y Poder Real no se
identifican en sí, y pueden ser disociadas.
De modo que si se disociaran, el Poder Real
siempre se impone sobre el Poder Formal, porque en este último caso se trata de
una forma vacía de contenido. Y ¿Cómo se establece el Poder Real? La respuesta,
después de lo que hemos afirmado, es más que obvia: siguiendo la Doctrina
Social de la Iglesia en su integridad, se deben reunir corporativamente los
católicos y establecer gremios católicos, con elecciones adecuadas a las
disposiciones que los coordinen internamente y entre sí de modo vinculado. De
allí se obtendrán autoridades por barrios, por ciudades, por Provincias y
Nacionales, quienes serán interlocutores idóneos, aptos y con suficiente
capacidad y representatividad (Poder Real otorgado directamente por Dios) para
entablar un diálogo con quienes ocupan el Poder Formal. De modo además que si
trastabilla este Poder Formal por los habituales ciclos liberales o por la
habitual rigidez socialista (pues ambos extremos condenados tienen sus momentos
de “colapso”), sólo queda el Poder Real para asumir las actividades del Poder
Formal.
Si bien tal es la “teoría”, en la práctica
involucra establecer gremios. Y también la práctica nos indica que hay una
adoración a Dios y al dinero, que ese es el obstáculo por el cual no hay ni una
mínima posibilidad de establecer gremios católicos. Lejos ello de la
indiferencia ignaciana ante los bienes y de la pobreza franciscana. Tales
apegos muestran la consecuencia de que algún principio liberal ha inficionado
el espíritu católico. Y esto sólo puede ser superado por Gracia de Dios, y no
por una acción humana calculada, medida o aplicada.
No se requiere ningún “golpe de Estado”,
ninguna “revolución”, ninguna “transigencia” con “el sistema” ni repudiar “el
sistema”. Se requiere ejercer el derecho de asociación, de la libertad de
asociación que aún no se encuentra prohibida. ¿Hay obstáculos para asociarse?
Hay obstáculos para la acción conjunta, porque si hay una reunión un abismo
separa a los reunidos: las propias ambiciones, los propios apegos, el propio
liberalismo solapado, el propio “ego”…
¿Hay gente “en el sistema” que son católicos?
¿Hay gente fuera “del sistema” que son católicos? ¿Hay una incompatibilidad
entre ambos para conformar GREMIOS CATÓLICOS que en su jerarquía sean
interlocutores válidos ante representantes comunales, provinciales y
nacionales? Considero que no, y que ambos incluso podrían unirse en tal
emprendimiento. Pero tal consideración humana, choca y se da de bruces con la
acción gremial concreta que se requiere, que no se dará por diferencias
personales, y por apegos a los bienes (un apego de orden espiritual, y que daña
la espiritualidad del “nacionalista católico” que actúa dentro o fuera “del
sistema”).
EL “ENQUE” Y EL “CONQUE”
Si la solución está, ¿por qué no se
implementa? Por el Pecado Original. No hay más explicación. Y porque falta
mortificación, ayuno y penitencia para que Dios se apiade de nosotros, mientras
vivimos en una anarquía satánica que va devorando a los niños, a la próxima
generación, inoculándoles desde la más tierna infancia la pornografía de la
educación sexual y el sentido hedonista de la vida, aguardando la muerte de las
personas que hoy tienen más de 65 años, tras lo cual se venderá al mundo la
versión de que “el mundo siempre fue así”, que jamás hubo una Cristiandad ni se
han podido vivir virtudes sociales.
Si bien eso es mentira, que toda época fue
igualmente pecadora, también es mentira que toda época careciera de virtudes o
que hubiese sociedades más virtuosas que otras. En particular, la Edad Media se
constituye como referencia de una sociedad en que si bien hubo pecados, sus
virtudes los superaban.
El hombre propone y Dios dispone. El hombre
puede prepararlo todo intelectualmente y hasta ejecutar las acciones tendientes
a lograrlo, si Dios dispone lo contrario, tal acción será vacía. Por eso,
mientras espero la solución que nos ofrece el Dr. Caponnetto, sigo en lo
práctico lo que indica el Dr. Hernández pero sin ingresar como cómplice dentro
del sistema, pero sí tratando de incidir en el mismo.
Indudablemente, no hay Catolicismo sin
Sacramentos, y por tanto debe haber Sacerdotes y Obispos que asesoren y
acompañen esto. Pero creo que muchos están inficionados de tal espíritu
liberal, tienen apegos materiales incluso los más "zurdos", a la vez
que asistimos al extravío moral eclesial. Por esta vía, con sacerdotes que
repudian el "Valle de Lágrimas" y pretenden compartir el
"festín" (que pertenece a los corruptos del Apocalipsis) como
reivindicación "del mundo" que antes era despreciado... creo que no
llegaremos muy lejos. Tampoco llegaremos muy lejos con Obispos que no toman las
medidas que deben tener. Un sacerdote monje con fama de santidad, Abuna Arsen
Atamian, me dijo una vez que "todo lo que te enseñaron cuando eras niño,
es la Verdad" (refiriéndose al Catecismo). Lo mismo debo decir a cada uno
de los Obispos y Sacerdotes que tienen más de 60 años: ¿Están transmitiendo el
Catolicismo, la Fe y los Sacramentos tal cual los recibieron cuando fueron
bautizados? ¿No perciben que hay algo que se ha desviado en la Iglesia? Si su
respuesta es negativa, si considera que en la sociedad de hoy se predica lo
mismo que hace dos mil años, un abismo nos está empezando a separar. Si lo que
hoy se predica ha sido condenado como anatema por los Papas ¿puede ser enseñado
hoy como ortodoxia? Si la Teología de la Liberación, por ejemplo, fue
"condenada" (si utilizar la palabra "anatema"), ¿puede ser
enseñada hoy afirmando que ha sido "reformulada" en su
interpretación? Si los Obispos han juramentado transmitir lo recibido, y ahora
hay una carga de contenidos que se transmiten que antes no existían y hay otros
que faltan ¿están cumpliendo con su compromiso contraído ante Dios? ¿Existe una
Pastoral sin Verdad? ¿Es más importante el transmisor que el Mensaje que debe
transmitir? Aquí está el problema por el cual la Argentina no puede resurgir:
Obispos sin Tradición.
Y mientras, aguardamos el Omnia Instaurare in
Christo, el momento en que esté dada no solo la causa espiritual que es por
todos conocida, el “por qué”, y que hoy involucra además una Logoarquía
Cibernética. Pero también que al decir de Jordán Bruno Genta aguardamos que a
quien sepa operativamente “el enque y el conque”.
Algún día se pondrán manos a la obra… si Dios
opera con su Gracia en sus habituales indignos instrumentos… y siempre si Dios
quiere. Algún día alguien hará ayunos y penitencias por la Patria para su
palingenesia propiamente dicha, porque Occidente “ha muerto” tras su escisión
de la Cristiandad. Esta materia que queda de la Argentina actual, un día
volverá a unirse con su Espíritu Católico, y se levantará de entre sus ruinas
para aleccionar al mundo, para que el hombre que ha dado todo por perdido,
compruebe que en ese momento Dios opera.
NOTAS:
(- 1)
El Tratado de Paz con Inglaterra resulta nulo, porque fue firmado por el
Dr. Carlos Saúl Menem siendo presidente y por su Canciller el Dr. Domingo
Felipe Cavallo sin facultades otorgadas por el Congreso de la Nación, y la
Constitución Argentina no tiene prevista la ratificación de actuaciones previas
realizada por funcionarios en materia de Tratados Internacionales. Inglaterra
firmó un Tratado Internacional tan válido con Menem y Cavallo, como si lo
hubiese celebrado conmigo y con un amigo mío. En 1982 se rindió la Plaza de las
Islas Malvinas, no la Argentina, y la situación continúa a la fecha porque un
tratado que no siguió los procedimientos constitucionales no puede darse por
válido. Por eso, estamos en GUERRA efectiva, y 1982 fue solo una Batalla. Así,
debemos estar cada cual desde su puesto, haciendo valer los Derechos como
Argentinos Católicos que somos. Cada cual ubicado en su puesto en la lucha.
(- 2)
Dijo en su campaña electoral el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, quien luego
sería electo Presidente: “con la democracia se come, se cura y se educa”. Tales
palabras exhiben crudamente cómo “la democracia” consistió en un mesianismo
temporal condenado por la Doctrina Social de la Iglesia. El mismo Presidente,
tras haber ganado las elecciones, reconoció que la mentira forma parte de las
promesas electorales.
(- 3)
Siendo Presidente Raúl Alfonsín, durante un Tedeum, interrumpió al
Capellán Mons. Medina, y subió al púlpito para decir que su gobierno era el más
honesto de la historia del país. Poco tiempo después se difundieron las
noticias de cómo el Banco Hipotecario sólo otorgaba créditos a miembros y
amigos del partido gobernante, la importación de pollos para bajar el precio de
la producción local que acabaron podridos en depósitos abonados por el Estado,
los tinglados de Tierra del Fuego que habrían alcanzado para techar toda la
isla, la importación de papas radioactivas de Polonia que habrían sido
alcanzadas por el desastre de Chernobyl, etc.
(- 4)
Juzgamiento con condiciones y legislación de tiempos de paz a los
militares, por hechos cometidos en situación de Guerra. Además, se juzgó con
leyes posteriores al hecho del proceso, juzgando militares con leyes civiles.
(- 5)
Se estableció la Ley de divorcio
(- 6)
La inflación durante el año 1989 fue de aproximadamente un 4.000 por
ciento
(- 7)
Se estableció como parámetro de la moneda nacional, su equiparación con
una moneda extranjera (1 Peso = 1 Dólar Estadounidense)