Clarin.comPoliciales08/03/16
El ex juez federal y de Ejecución de Salta, José
Antonio Solá Torino, fue condenado hoy por el Tribunal Oral Federal de esa
provincia a la pena de seis años de prisión por cohecho pasivo agravado, en el
juicio por haber cobrado una coima para levantar una orden de captura contra un
narcotraficante.
Para Solá Torino, la condena fue "un insulto a la
Justicia". Además de la pena impuesta por el Tribunal, el ex juez deberá
pagar una multa de 90 mil pesos por el delito de cohecho pasivo, al considerar
que aceptó dinero del narco Miguel Farfán para que levantara su pedido de
captura.
Según la acusación, el ex juez llevó a cabo la
maniobra con otros tres acusados (Héctor Zalazar, Graciela Ferreyra y Gabriela
Vázquez, que también fueron condenados en el debate), mientras que Farfán fue
declarado en rebeldía porque nunca se presentó al juicio. Además, Farfán está
acusado también en la causa en contra del juez federal de Orán, Raúl Reynoso.
Según la investigación, Farfán estaba relacionado con
Zalazar, quien a través de Ferreyra y Vázquez, madre e hija, tenía acceso al
despacho de Solá Torino y gestionaron la coima. Él había sido condenado en 1999
por narcotráfico y estaba prófugo desde 2003, cuando egresó con una salida
transitoria y no regresó.
En el marco de las escuchas telefónicas de la causa,
la Policía de Seguridad Aeroportuaria advirtió que Farfán, Salazar, Ferreyra y
Vázquez conversaban constantemente de las gestiones realizadas ante "El
Gordo" para dejar sin efecto la orden de captura que recaía sobre el
presunto narco.
Farfán manifestó que ya estaba cansado de las
distintas exigencias del tal "Gordo" y lo identificó como Solá
Torino, juez de Ejecución de Sentencia, a quien dijo que le había pagado para
el levantamiento de su captura.
La operación habría fracasado porque el juez se
equivocó en un número de DNI al librar la orden judicial en favor del narco, lo
que le impidió sacar su pasaporte para irse del país. La presunta relación del
juez con el narcotraficante salió a la luz por casualidad en noviembre de 2007
cuando el narco estaba siendo seguido por escuchas telefónicas, ya que estaba a
punto de enviar un cargamento de cocaína a Europa.
En 2008, Clarín tuvo acceso a una de las escuchas del
expediente que tenía en total unas 200 comunicaciones telefónicas entre los
imputados y el ex juez, destituido por mal desempeño de sus funciones:
Narco: Hola ¿cómo le va doctor? Un gusto saludarlo.
Juez: Aquí anda gente amiga tuya. Pará, pará (la
comunicación se interrumpe porque suena otro teléfono en el despacho del juez y
sigue) ya lo desconecté. Ahora te escucho tranquilo. Aquí hemos estado viendo
unos trámites tuyos.
Narco: Bueno doctor.
Juez: Para que tengas todo en debida forma, para que
hagas lo otro que vos querés hacer, necesitamos un tiempito.
Narco: No hay problemas.
Juez: Vamos a sacar tal cual querés el tema. Ya te voy
a ver ese asunto y hablá con... (nombra a un colaborador suyo).
El Tras el juicio, que había comenzado el 3 de
noviembre último y estuvo a cargo de los jueces Marta Liliana Snopek, Federico
Santiago Díaz y Gabriel Casas; el ex magistrado dijo: "Nadie me pidió ni
me ofreció nada a mi. Yo jamás he recibido nada".
Solá Torino, aseguró que la voz de las escuchas
telefónicas que lo comprometen no es suya, por lo que "en ningún
momento" admitirá "la validez de esa prueba espúrea, armada por la
fiscalía" para perjudicarlo.
Además, Salazar, Ferreyra y Vázquez, fueron condenados
a tres años de prisión y al pago de 30 mil pesos de multa, como partícipes
necesarios del delito de cohecho activo, aunque la pena de Ferreyra será de
cumplimiento efectivo porque fue declarada reincidente. Salazar y Vázquez
deberán hacer trabajos comunitarios, entre otras reglas de conducta.