Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh
Aquí, si nos referimos a la fílosofía, lo habitual es
que visualicemos a la Grecia clásica. Si se ahonda aparecen sólo europeos
particularmente alemanes, franceses y británicos. Ni por casualidad asoman los
filósofos españoles y menos los hispanoamericanos. A la Península y a nuestra
América se les juzga filosóficamente castrada.
Pecamos de extravagantes quienes justipreciamos el
aporte sociofilosófico del ibérico Julián Marías. Fallece el 12.12.05, sin
embargo, perdura su obra. Se estima transparente y con intencionalidad
patriótica. Lo patrio en su concepción cubre la Hispanidad que es
bicontinental. Coincide en tal enfoque con José Enrique Rodó, Manuel Ugarte,
Alberto Buela y Jorge A. Ramos.
Marchando, por senderos distintos, concuerda con los
personajes anotados ¿Dónde está la concordancia? Pues en evaluar a
Hispanoamérica como una nación y no un racimo de naciones. Esto –en apariencia
simple– es algo trascendental con explosivos efectos historiográficos,
sociológicos y políticos. Supone radical
rescate de la identidad extraviada.
Con ello acentúa reflexiones iniciadas por José Ortega
y Gasset en «España invertebrada» y en «Meditación del pueblo joven». Hizo
periodismo culto. No podemos dejar de aludir a «Sobre Hispanoamérica» con
varias ediciones. Se maneja –en este momento– la de EMECE, Buenos Aires, 1973
sin duda un texto que estimula a recuperar saludable rumbo.
En tal texto se asocian luminosas percepciones sobre
lo caribeño, lo andino, lo plantense dotadas de singular hondura sólo
equivalentes a las de Octavio Paz y Arturo Uslar Pietri. Ello en una
perspectiva panhispanista que desmiente a quienes afirman: «eso de Hispanidad
es bandera de Franco». No obstante, la enarbola quien en aquella guerra civil
está con la república.
El análisis de la obra indicada constituirá el mejor
homenaje al egregio pensador. Se formulan votos para que nuestras cátedras de
sociología y filosofía de las Universidades la conviertan en texto de estudio
superando esa «atracción fatal» que produce Europa en nuestra inmadura
intelectualidad. Se anota "inmadura" quizás vale escribir
"descastada".