Carlos Pissolito
Informador Público, 24-5-16
En diversos artículos en los que hemos tratado la
necesidad de enfrentar al narcotráfico con una estrategia hemos sostenido que
la misma debe ser integral y que ella se subdivide en tres niveles. A saber, el
físico, el psicológico y el moral. Al respecto cliquear:
También, hemos especificado que el nivel moral es el
más importante de todos. Hoy, agregamos que el nivel físico, pese a ser el
menos importante de todos, no puede faltar. Pues es el responsable de crear las
condiciones materiales para que los otros dos funcionen.
Básicamente, el nivel físico se materializa en un
sistema de barreras destinado a evitar el ingreso, circulación y salida de las
drogas ilícitas y de otros productos que hacen posible su fabricación.
Como todo sistema de barreras solo puede funcionar uno
que tenga profundidad. En este sentido, éste se debe iniciar en nuestra líneas
de frontera y terminar en el interior de nuestras ciudades.
El mismo está compuesto por diferentes sistemas que
incluyen medios técnicos y humanos destinados a detectar el ingreso y
circulación de las drogas ilícitas y otros productos relacionados.
Dada la extrema extensión de nuestras fronteras y
variedad de nuestro territorio nacional estos sistemas adquieren distintas
capacidades y peculiaridades. Estos son:
Un sistema de vigilancia del espacio aéreo del NOA y
el NEA: Si bien este sistema existe en forma parcial y se lo conoce con el
nombre de "Operativo Fronteras" que substituyó al "Escudo
Norte" debe ser completado con los radares 3D faltantes y dotado de las
aeronaves aptas para su funcionamiento. El mismo es operado por la Fuerza de
Tareas Conjunta "Fortín" desde su base en Las Lomitas, Formosa.
Un sistema de vigilancia de la hidrovía
PARANÁ-PARAGUAY: Este sistema no existe y debe ser creado en base a medios que
la Armada de la República Argentina dispone para operar en zonas fluviales como
la Escuadrilla Naval de Ríos, cuyo comando está en la Base Naval Zárate.
Un sistema de vigilancia de nuestras fronteras
terrestres: Este sistema existe en forma parcial y funciona con relativa
eficiencia a través del sistema de pasos internacionales que es operado por la
Gendarmería Nacional, la Dirección General de Aduanas y la Dirección General de
Migraciones, entre otros organismos. El mismo deberá ser complementado,
especialmente en aquellos lugares de frontera seca, en los que si bien no hay
pasos habilitados, existen certeza de que se producen ingresos ilegales. El
mismo estará compuesto por un sistema de puestos de observación y patrullaje
operado por fuerzas del Ejército Argentino con asiento territorial próximo a
esos lugares.
Un sistema de patrullaje de nuestras rutas nacionales:
Mediante el empleo de las policías provinciales se debe establecer un sistema
coordinado de control de aquellas rutas nacionales que se sabe son utilizadas
por el narcotráfico en forma habitual a fin de restringir y limitar su libertad
de movimientos. Como la R Nac 7 que permite unir los puertos del Atlántico con
los del Pacífico o la combinación de la 9 con la 34 que une Salta con Rosario,
entre otras.
Un sistema de recuperación de espacios interiores:
Aquellos barrios, especialmente las denominadas villas de emergencia, que se
encuentran bajo el control territorial del narcotráfico deberán ser liberadas
mediante el restablecimiento de la presencia del Estado. Para ello se
conformarán fuerzas multidisplinarias conformadas por fuerzas militares, que proporcionarán
el ambiente estable y seguro para que otras agencias estatales puedan proveer
servicios básicos; tales como educación, asistencia social, salud, etc. a esas
comunidades.
Todo estos sistemas responderán a un ente único
coordinador. Uno que sin anular las respectivas dependencias administrativas de
las diversas fuerzas participantes coordinará sus acciones específicas contra
el narcotráfico.
Este ente con el rango de secretaría de Estado
dependerá, en forma directa, de la Presidencia de la Nación. La misma podrá ser
nominada como la "Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico". La
misma tendrá por tarea principal la de diseñar las políticas, elaborar los
planes y dirigir las operaciones conjuntas y combinadas contra el narcotráfico.
A la par de coordinar políticas y acciones con otras agencias gubernamentales
vinculadas con la lucha contra el narcotráfico.
Las distintas fuerzas federales le serían asignadas
para el cumplimiento de misiones específicas, pero sin perder su relación de
dependencia orgánica.
Obviamente que el funcionamiento de todos estos
sistemas bajo la coordinación de la Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico,
no implicará la derrota del narcotráfico. Pero, sí posibilitará que el mismo
comience a perder la libertad de movimiento de la que hoy goza en forma casi
absoluta. Lo que lo no solo lo llevará a cometer errores. Lo que es más
importante, permitirá que otras medidas de mayor alcance como la prevención, la
erradicación del narcomenudeo y la recuperación de espacios a manos del narco
puedan tener lugar.
Antes de terminar, queremos repetir lo dicho en la
introducción: las barreras físicas no son lo más importante en la lucha contra
el flagelo del narcotráfico; pero son de carácter imprescindible.
En próximas entregas nos referiremos a los factores
psicológicos y morales. Y a la interacción de ambos con el físico en los
niveles de conducción política, estratégico y táctico.