¿La causa verdadera
del acuerdo K con Irán?
Carlos Tórtora
Informador Público, 9-11-16
Si Irán quería vender, y efectivamente lo hizo con más
2 millones de barriles diarios, creó compañías fuera de su país, con
accionistas y directores no iraníes y operó con tranquilidad, pese al embargo.
Si Argentina necesitaba comprar, no necesariamente
debía hacerlo por compras directas a Irán. De hecho, compró en los mercados a
los plazos que necesitó y firmó acuerdos comerciales con otros países
proveedores.
Así como se transa petróleo, en los mercados
internacionales también se transan cereales y oleaginosas. Así, por ejemplo, en
el CME se pueden operar contratos a siete plazos en cada año. Si bien el grueso
de los contratos que están abiertos son “a diciembre del 2016, hay contratos
pactados hasta noviembre de 2019. Cada contrato comprende 5000 bushels (1
Tonelada = 39, 370 bushels). A medida que se acerca un vencimiento aumenta el
número de transacciones diarias, pudiendo llegar a 300.000 contratos diarios y
más).
De modo que cuando Irán necesitó comprar soja, no
necesitó comprarle a la Argentina sino que a través de sus empresas en el
exterior la compraba en los mercados o en otros países productores, como
Brasil.
Entonces ¿qué era lo que le podía ofrecer Argentina?
Tendría que ser algo que Irán no pudiese conseguir y que costase fortunas.
Desde principios de este siglo, Irán se embarcó en su
plan nuclear (ése fue el principal motivo para que el Consejo de Seguridad +
Alemania decretasen el embargo). Poder comprar material fisionable era un
problema casi insoluble para ese país ya que países que le podrían vender, como
Corea del Norte, iban a tener enormes dificultades para entregarlo.
Rusia estaba terminando de construir la central
nuclear de Bushehr y le iba a proveer el uranio enriquecido para el
funcionamiento, pero no sólo iba a controlar su utilización sino que, además,
se iba a llevar el combustible quemado.
El reciclaje
Es bastante probable que éste haya sido en realidad el
nudo del acuerdo. Argentina entierra el combustible usado en las centrales
nucleares a más de 3000 metros de profundidad. ¿Y si se lo vendía a Irán? Con
el combustible usado se puede elaborar y obtener plutonio, que es apto para
fabricar bombas atómicas. Si Irán lo necesitaba y no podría conseguirlo en otro
país, pagaría un precio de oro por el mismo.
Me llamó la atención que en los primeros años de esta
década hubiera técnicos iraníes capcitándose en el Centro Atómico Bariloche.
Por supuesto, que no hay ninguna relación causal entre esa presencia y la
eventual compra de combustible usado por parte de Irán, pero uno es algo
malicioso y tiene tendencia a sospechar.
Cuando Irán tomó conciencia de que Obama quería firmar
sí o sí el acuerdo de paz -ya que el quiso siempre pasar a la Historia como un
Presidente que no mandó tropas a ningún país (por lo que no hubo soldados
norteamericanos muertos) y que intentó hacer la paz en distintos países-
comenzó a perder el interés en el Memorándum de Entendimiento, al punto que el
Parlamento iraní no lo ratificó.
Esta hipótesis permite justificar todas las argucias
del Gobierno anterior para evitar que se judicializara el acuerdo con Irán, ya
que si se ponía en evidencia, Cristina no sólo iría presa sino que no podría
argumentar ser una presa política.