por Silvia Ibarzábal
Informador
Público, 24-3-17
Curioso país éste en donde la «memoria» reemplaza a la
historia.
En donde se enaltece a los que atacaron a la república
y a sus instituciones.
País en donde se escucha a un asesino erpiano, Eduardo
Anguita, decir que la organización armada a la que pertenecía (el ERP, ejército
republicano del pueblo) se financiaba con secuestros extorsivos y asaltos a
bancos, y todo esto ante el silencio e indiferencia de la sociedad y de los
fiscales.
Curioso país éste, en donde se obliga a mentir acerca
del número de desaparecidos afirmando que 30.000 es "emblemático".
Todo esto como si fuera menos importante un número menor.
País en donde se prohíbe llamar guerra al conflicto,
aun cuando ellos (los terroristas) usaban uniforme y publicaban sus partes de
guerra.
"Guerra civil intermitente", la llamaron los
montoneros en oportunidad de firmar un "Acta de pacificación
nacional", en 1989.
Un país en donde la vara de los derechos humanos es
selectiva, y la Justicia es ideologizada y revanchista.
Somos víctimas de las organizaciones armadas de la
época, Montoneros, ERP y afines.
Queremos expresar que nuestros muertos no cayeron en
forma accidental y hoy son olvidados por la historia oficial, únicas víctimas
ignoradas de un conflicto que creíamos superado.
Al cumplirse un aniversario más de aquel 24 de marzo
de 1976, rendimos homenaje a todas las víctimas de la misma violencia, sin
distinción de banderas.
Debemos mirar hacia adelante, despojándonos de todo
dolor e indignación, trabajando por la necesaria concordia política, sin que
esto signifique olvidar lo que pasó. En este sentido, convocamos a pensar en un
futuro que no repita los enfrentamientos entre compatriotas e invitamos a la
clase dirigente a terminar con los odios.
Silvia Ibarzábal*
* Vicepresidenta de la Asociación Familiares y Amigos
de las Víctimas del Terrorismo en Argentina. (Silvia era una pequeña nena
cuando delante de ella secuestraron a su papá. Lo encerraron en una jaulita y
lo torturaron hasta que murió en cautiverio un año después).