Fabiola Czubaj
LA NACION, 05 DE MAYO DE 2017
La demanda para importar el producto al país creció
sobre todo después de la segunda mitad de 2016, cuando se recalentó en nuestro
país el debate social por la autorización de su uso medicinal.
Mientras en 2015 hubo nueve pedidos de pacientes
argentinos, el año pasado se gestionaron 530 órdenes de compra online.
"Todos los pedidos contaban con la autorización para uso compasivo de la
Anmat", explicó a LA NACION el director de asuntos internacionales de la
empresa Charlotte's Web (CW), Ricardo Behrens.
Se entiende por "uso compasivo" el recurso
que permite comprar en el exterior e importar al país, sin arancel,
medicamentos que no se producen o no están disponibles localmente. La
autorización la extiende la Anmat y el paciente necesita una indicación médica
de uso y una constancia de que no responde a las terapias existentes, entre
otros requisitos sobre los principios activos del producto que se está
solicitando y su potencial utilidad.
Todos esos formularios y documentos se presentan en la
oficina del Servicio de Comercio Exterior de la Anmat, que está ubicada en el
edificio del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname).
El año pasado ingresaron al país 580 goteros del
aceite de CW. Los solicitaron, principalmente, pacientes con epilepsia
refractaria (que no responde a los fármacos anticonvulsivantes disponibles) y
con dolor difícil de aliviar con otras terapias.
Con sede en la ciudad de Denver, Colorado, la empresa
utiliza plantas de marihuana genéticamente modificadas para poder producir
aceite con un bajo porcentaje de tetrahidrocannabinol o THC (0,2%) y alto
contenido de cannabidiol o CBD, que es el componente de la planta al que se le
atribuyen los efectos medicinales. El THC es el elemento que genera adicción.
"Las plantas, mientras crecen, no pueden pasar del 0,3% de THC, ya que
entonces pasarían a ser consideradas marihuana y dejarían de ser cáñamo para
las autoridades regulatorias", dijo Behrens.
La empresa comercializa el aceite como suplemento
alimentario. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla
en inglés) podría sancionar a la empresa si comprobara que el producto
comercializado es marihuana. "Las plantas varían mucho en su porcentaje de
THC de acuerdo con la cepa. Es posible que las que se usan para el autocultivo
ronden entre el 10 y el 15%."
La última cosecha de CW fue de unas 100.000 plantas,
con las que produce unas 265.500 unidades de producto por año. La Argentina y
Canadá son los países desde los que más pedidos recibe, seguidos del Reino
Unido.
Con la sanción de la ley de uso medicinal de la planta
de cannabis en marzo pasado, la empresa contrató a Federal Med en el país para
representarla. "Hasta que se reglamente, sigue vigente la importación para
uso compasivo con autorización de la Anmat -aclaró Diego Decloux, socio de la
droguería-. Para los pacientes no cambia nada." Cada gotero de 100 ml del
aceite de CW cuesta 276 dólares, más 50 por el envío. A esto hay que sumarle
unos $ 1500 por el costo de un despachante de aduana.