Son Peores que los Financieros
American Council on Science & Health, Junio 7,
2017
(Fuente: Mitos y Fraudes)
“Busquen al dinero!”, gritan los activistas. La ruta
del dinero, de acuerdo con esta lógica, siempre lleva a mentiras y engaños.
Esta falacia pueril, argumentum ad aurum, es un ataque
ad hominen disfrazado usado comúnmente contra los científicos. En vez de
criticar la calidad y conclusiones de la investigación, los activistas asaltan
a la integridad del científico.
Es verdad que el dinero puede ser una influencia para
la corrupción. Por eso es que las revistas científicas requieren a los
científicos que descubran sus relaciones comerciales con la industria. Pero el
dinero no es la única fuente de corrupción. Por cierto, cualquier cosa que hace
que una persona rechace a la ciencia basada en evidencias debería de ser
considerada un conflicto de interés. Por esa definición, la ideología y la
política también calificarían como conflicto de interés. Y eso haría incómodas
a muchas personas.
La Ideología como Conflicto de Interés
En 2015, el New England Journal de Medicine publicó un
artículo de Lisa Rosenbaum sobre el sesgo como un conflicto de interés. Muchos
académicos y doctores están opuestos ideológicamente a la industria, sin
importar por qué. Como lo escribe la autora, este estigma da por resultado “la
desaparición del discurso honesto y el potencial desaliento a colaboraciones
productivas.” Luego ella hace una pregunta inconveniente:
Cuando estudiamos si las personas con relaciones
financieras son más propensas a votar en favor de un producto, ¿no deberíamos
de preguntar también si sin esas relaciones son más propensas a votar en su
contra?
En otras palabras, si se asume que los científicos
relacionados con la industria han sido corrompidos por el dinero, ¿no
deberíamos asumir que los zelotes anti-industria están corrompidos por su
ideología?
El año pasado el investigador en obesidad Arya Sharma
hizo un argumento similar. El Dr. Sharma recuerda la historia de Ancel Keys, un
investigador que creía que las enfermedades cardíacas estaban conectadas con el
consumo de las grasas saturadas. El equipo del Dr. Keys completó una enrome
ensayo aleatorio en 1973 para ensayar la hipótesis, pero ocultaron los
resultados, que no fueron publicados hasta 2016. ¿Por qué? Porque los datos
contradecían su hipótesis.
En consecuencia hemos tenido más de 40 años de un mal
consejo dietario porque, como lo dice el Dr. Sharma, “haciendo públicos estos
hallazgos habría hecho un severo daño a su querida hipótesis”.
El Dr. Sharma termina su artículo con una punzante
crítica:
Cuando alguien “no tiene conflictos financieros”, a
menudo yo pregunto, “qué están los autores realmente ocultando?.”
El Conflicto de Interés de los Ecologistas
El ecologismo moderno es una religión. Sus más devotos
seguidores juran por los beneficios de la comida orgánica, se oponen a las OGM
y a la energía nuclear (y a menudo a la vacunas, también), y creen que la
Tierra está sobrepoblada por una fuerza destructiva llamada humanidad.
A menudo
ellos ofrecen un diezmo a una sopa alfabética de organizaciones ideológicamente
opuestas al progreso tecnológico: Grupo de Trabajo Ambiental (EWG); Unión de
Científicos Preocupados (UCS); Centro para la Ciencia en el Interés Público
(CSPI); Consejo Nacional de Defensa de los Recursos (NRDC); y Gente por el
Tratamiento Ético de los Animales (PETA). Y también podemos echar en la olla a
Greenpeace.
No importa que la ciencia ha mostrado definitivamente
que la comida orgánica no es más saludable, ni más segura, ni tiene mejor
sabor que la comida convencional. No importa que no se haya demostrado que los
OGM no perjudican a los humanos, animales o al ambiente. Tampoco importa que
las centrales nucleares han sido rediseñadas para ser a prueba de derretimiento
del núcleo. Y menos importa que los demógrafos crean que el planeta no está
sobrepoblado. La información dura no les interesa a los ecologistas y
activistas.
Un manera fácil de determinar si una persona tiene un
infatigable conflicto ideológico de interés es preguntarle: “¿Qué evidencia
haría que usted cambie de opinión?" Si él no puede responder a esta
cuestión, entonces no tiene sentido en continuar con el diálogo.