de Macri, Scioli, Massa y Rodríguez Saá
22 DE JULIO 2017
La jueza María Romilda Servini tomó ayer una decisión
inédita: desaprobó ayer las cuentas de campaña de los principales candidatos
presidenciales de 2015. Los informes de financiamiento electoral de Mauricio
Macri, Daniel Scioli, Sergio Massa y Adolfo Rodríguez Saá fueron rechazados al
considerar que no justificaron el origen y el destino de los millones
invertidos en proselitismo.
La magistrada dispuso, además, suspender el desembolso
de los fondos del Estado para Cambiemos, Frente para la Victoria (FPV), UNA y
Compromiso Federal previstos para financiar esta campaña legislativa. Sin
embargo, la medida dictada por la magistrada no podrá implementarse hasta que
el fallo no quede firme. Es decir, los partidos se quedarán con el dinero ante
una simple apelación, según publicó hoy La Nación.
Servini consideró que las alianzas incurrieron en
"numerosas deficiencias" y "falencias manifiestas", según
datos provistos por las auditorías de la Cámara Electoral. "Las
rendiciones de cuentas no han dado cabal cumplimiento con el fin perseguido por
la norma en relación a la debida acreditación del origen y el destino de los
fondos", escribió.
¿Cuáles son las consecuencias? En primer lugar, la
orden de suspender la entrega de los fondos públicos, que le quitará una fuente
(menor) de financiamiento de cara a los comicios de 2019. Por el otro, los
responsables económicos de los partidos serían sancionados con la
inhabilitación para ser candidatos y/o ejercer cargos. La situación genera poca
preocupación. Cambiemos, por ejemplo, había designado a la jubilada Stella
Maris Sandoval. El FPV nombró a Walter Carbone, el funcionario sciolista que
tenía una caja fuerte dentro de una escultura con forma de dragón en su casa
del country Abril.
Sin declarar
La jueza Servini fundó su desaprobación en una larga
lista de irregularidades: aportes indirectos de empresas (prohibido por ley),
cenas de recaudación sin declarar y otros gastos nunca rendidos, como la
fiscalización de las elecciones o el despliegue de afiches en la calle.
Se detuvo, en el caso de Cambiemos, en la estrategia
de utilizar el partido Pro Nacional, que declaró donaciones de empresas para
evitar que formalmente aparecieran como fondos de campaña.
La sentencia señala que el sciolismo incurrió en
sospechosos cambios de nombres en la lista de aportantes, que incluye la
sustitución de 300 donantes con otra identidad, pero con los mismos importes.
Servini también apuntó que Compromiso Federal utilizó
a proveedores de San Luis para financiar la campaña de Rodríguez Saá. Y agregó
que el Frente Renovador, entre otras inconsistencias, no incluyó a asesores de
campaña entre sus gastos, lo mismo que en Cambiemos con Jaime Durán Barba.