Diego García Montaño
En
el blog “Acción Nacional Católica”
aparece un artículo firmado por Benicio Díaz, titulado: “Nicolás Márquez y Agustín Laje Arrigoni, Agentes al Servicio del Poder
Financiero Internacional”.
Del
mismo título se desprende que Márquez y Laje, serían agentes estadounidenses al
servicio de la plutocracia y sus organismos.
Y
para dar sustento a sus expresiones, Díaz afirma que ellos fueron educados en
el “Center For Hemispheric Defense
Studies”, de Washington D.C., una continuación de la Escuela de las
Américas, según la interpretación del bloguista, donde se forman no sólo
militares, sino civiles que luego ocupan cargos en los ministerios de Defensa
de sus países.
Díaz
manifiesta que escribe con la finalidad de que aquellos que hayan sido
engañados en su buena fe, puedan abrir los ojos ante estos dos señores, quienes,
disfrazándose de algo que no son, logran
penetrar en grupos con “cierta
conciencia patriótica, incluso provocan simpatías dentro de círculos nacionalistas”.
Hasta
aquí, sintéticamente, el núcleo del artículo referido. Ahora daré mi opinión.
Primero
que nada quiero dejar aclarado que me comprenden las generales de la ley:
conozco y soy amigo de Márquez y Laje
desde hace muchos años, habiendo tenido el honor de presentar sus obras en
Córdoba, cada vez que me lo solicitaron.
Pero
en el caso de Agustín Laje en particular, además, fui una de las personas que
avaló su postulación para que viajara al CHDS[1] en EE.UU. para hacer su
primer curso allá, hace varios años.
Y
aunque me consta que ellos se pueden defenderse solos, como lo demuestran casi
a diario, me ha parecido conveniente efectuar algunas precisiones.
En
dicho artículo, Díaz trata de “mamotretos” a Márquez y Laje, y les endilga
además, el hecho de ser “liberales”,
así, sin más adjetivación.
Los
jóvenes escritores son de tendencia liberal, pero esto no los invalida en
absoluto para manifestar su pensamiento, como no lo invalida a un nacionalista
o a un comunista incluso.
En
lo personal he hablado con ellos acerca de la tesis que plantean en el último
libro[2]. Su planteo es que el
comunismo violento de Lenin-Stalin, cayó por obra y gracia del bienestar capitalista
y, por eso, aquel tuvo que reconvertirse y se vio obligado a reemplazar la
lucha de clases, por la lucha de sexos.
No
estoy de acuerdo con este pensamiento: no considero que el capitalismo haya
sido un sistema tan bueno per se, que
haya provocado la derrota del marxismo. Para mi las causas son más profundas y
hay que buscarlas en otro lado, pero no viene al caso ahora explayarme sobre el
punto.
Lo
que sí me consta es que Márquez y Laje en el libro citado, han encarado una
tarea meritoria, al escribir sobre dos temas que están de moda en el mundo progre actual: el feminismo y el
homosexualismo militante. Y ellos escriben en la vereda del frente del
pensamiento único.
Pongamos
un ejemplo: yo no soy un seguidor de Vladimir Putin, pero ¿cómo no reconocerle
al líder ruso, el que se haya opuesto públicamente al Nuevo Orden
Internacional, al lobby gay, al feminismo militante?... ¿Cómo no decir lo mismo
del presidente Trump, cuando se refiere a temas como el aborto o el terrorismo
internacional?, mutatis mutandi,
¿cómo no reconocerles a Márquez y a Laje los aciertos que han tenido en sus escritos, aún a riesgo de enfrentarse
al “consenso” de la comunidad
internacional?
En
cuanto al CHDS, debo decir que he realizado tantos o más cursos que Márquez o que
Laje y siempre me han tratado de la mejor manera y he podido decir lo que he
querido, en el marco del respeto mutuo.
Esto
no significa que no tenga mis reparos con algunas políticas del país del norte.
El decir estas cosas no me convierte, espero, en agente de propaganda
estadounidense.
Lo
que sí quisiera que sepa el señor Díaz y todos los que adscriben a su
pensamiento, es que fue en Washington donde pude dictar una conferencia
especial titulada: “Che Guevara: el
Idealista de la Muerte”; fue en Washington también, donde la Universidad
recomendó la publicación de dos trabajos
de mi autoría para desenmascarar a los terroristas de los años 70 de la
Argentina[3].
Como consecuencia de ello, tuve el gusto de
poder asesorar a varios condiscípulos de distintos países de Sudamérica, que
veían venir el embate judicial en contra de los militares en sus países. No se
si mi tarea fue mucha o poca; pero si se que en algo pude ayudar.
Díaz,
sostiene que tanto Márquez como Laje, “comen
de la misma billetera que sus archienemigos los zurdos”.
Desconozco
cómo andará el patrimonio de ellos, o si han tenido un incremento al estilo
“”K”, lo que sí se, es que en los cinco o seis videos que he visto de la
impactante gira del dúo por el Perú, Agustín Laje aparece al menos en tres
ocasiones, con el mismo saco gris con bordes negros. De Márquez no recuerdo si
ha repetido indumentaria.
Tal
vez no tenían tiempo para cambiarse entre un reportaje y otro, o tal vez andan
escondiendo los dólares que ganan de las garras de la AFIP.
Díaz
no deja de sorprenderse de la “gran
difusión que tienen las ideas (¿!) de este extraño dúo”. En otra parte, se asombra
de la “gran cantidad de personas” que
compran sus libros…
Como
dijo Gohete: “Muchos hombres no se
equivocan jamás, porque nunca se proponen hacer nada”.
diegogmont@yahoo.com.ar
[1]
Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa- Centro William Perry, que
funciona en la National Defense University,
de Washington D.C.
[2]
“El Libro Negro de la Nueva Izquierda- Ideología de Género o Subversión
Cultural”, Grupo Unión, Buenos Aires, Argentina, 2016.
[3] “Ideología y Derechos Humanos: La
Situación de los Presos Políticos en la Argentina como Leading Case”, del año 2011 y: “El Golpe Militar de 1976 en
Argentina, como consecuencia del Vacío de Poder Político”, del año 2014.