Maia Jastreblansky
LA NACION, 02
DE AGOSTO DE 2017
El patrimonio que Mauricio Macri tiene
"liberado", por fuera del fideicomiso ciego, creció $ 16,5 millones
durante 2016, según se desprende de la declaración jurada que presentó ante la
Oficina Anticorrupción (OA).
A principios de 2016, el Presidente tenía bienes por $
110 millones. Pero para evitar cualquier conflicto de interés, el mandatario
encapsuló sus principales activos por $ 44,5 millones y delegó su
administración en manos de Sociedad Fiduciaria SA.
Es decir, los bienes de Macri por fuera del
fideicomiso sumaron $ 65,5 millones y a fin de año su patrimonio ascendió hasta
los $ 82 millones. Una suba del 30%, cuando la inflación registrada por el
Indec en 2016 fue del 36%. "En rigor, el Presidente no cubrió sus gastos
con el sueldo que percibió como funcionario, lo que implicó necesariamente un
consumo de las rentas de sus activos", explicaron desde la Casa Rosada.
¿En qué invirtió el Presidente en su primer año de
gestión? Compró bonos argentinos por $ 30 millones, adquirió acciones de YPF
por $ 3 millones y revaluó un lote en Salta por otros $ 3 millones.
Cambios
El Presidente declaró a principios de año, entre otros
activos, cinco sociedades anónimas, siete propiedades e inmuebles, un crédito
con Nicolás Caputo, oficinas en el edificio Caminito y dinero en una cuenta de
la financiera norteamericana Julius Baer, con domicilio en las islas Bahamas.
Su patrimonio, entonces, sumaba $ 110 millones.
Pero en abril del año pasado, Macri puso en manos de
Sociedad Fiduciaria SA (bajo la gestión de José María Fernández Ferrari, ex
presidente del Colegio de Escribanos) los activos de sus sociedades anónimas y
del emprendimiento de oficinas Caminito. Todos estos bienes encapsulados
estaban valuados a principios de 2016 en $ 44,5 millones.
A partir de entonces, esos bienes quedaron en manos de
Fernández Ferrari, que es quien decide el destino de las inversiones a realizar
y, además, el encargado de declarar los bienes al fisco. Cada vez que el
administrador quiere realizar un gasto, debe pedir autorización a la Oficina
Anticorrupción. Como el fideicomiso es ciego, Macri teóricamente desconoce el estado
actual de ese patrimonio.
Al final de 2016, el patrimonio de Macri por fuera del
fideicomiso tuvo una transformación. Según informó el propio Presidente, en
junio de 2016 repatrió el dinero que estaba en el Julius Baer y lo invirtió en
bonos argentinos.
La deuda de Caputo, que ascendía a $ 22 millones, en
tanto, dejó de figurar entre los créditos de Macri. Lo mismo ocurrió con otra
deuda por medio millón que Néstor Grindetti tenía con el Presidente. Ahora,
ninguno de los dos amigos le debe dinero a Macri.
Además, invirtió durante su primer año de gestión $
3,3 millones en "obligaciones negociables" de YPF. También compró
bonos en dólares de la Argentina por casi $ 30 millones.
Entre otros, adquirió bonos internacionales de la
Argentina, títulos discount, títulos del gobierno nacional y títulos de la
deuda pública bonaerense. En uno de los ítems de su declaración jurada, el
mandatario informó una "transferencia a acreditar" de $ 26 millones.
Según fuentes oficiales, esos fondos obedecen a la deuda que canceló Caputo,
que al 31 de diciembre aún no se había acreditado.
Además, el Presidente informó que tiene un lote de
2000 hectáreas en Salta, la Finca Pluma de Pato, valuada en $ 3,1 millones. Por
último, Macri le donó a su hija más pequeña, Antonia, activos en plantaciones
por $ 2,1 millones, informaron en la Casa Rosada. Indicaron que fue una manera
de equiparar las donaciones que había efectuado en el pasado a sus hijos
mayores, beneficiarios del reparto de acciones en la empresa familiar Socma,
cuya herencia el Presidente repartió en vida.