por Enrique Venturino
Informador Público, 20-9-17
La nueva ciencia política califica al Estado según sus
características y riesgos.
El proceso de falla se caracteriza por ser concebido
como una herramienta para alcanzar los intereses de las elites, que procuran el
logro de los suyos, en perjuicio del bien de la comunidad.
Hace ya varias décadas que el estado argentino sólo
produce políticos cada día más ricos en desmedro de la población cada día mas
empobrecida. Produce más violencia, más inseguridad y más indefensión en un
mundo globalizado y en guerra.
El Estado es incapaz de enfrentar las nuevas amenazas
transnacionales y las transversales.
Las primeras son producidas por organismos
extraestatales que perforan nuestras fronteras.
Las segundas, endógenas, como la corrupción, la
exclusión, la violencia social, etc.
A este cuadro de situación hay que agregarle el
deterioro paulatino de la calidad institucional
El exceso del presidencialismo, que produce el
aniquilamiento del congreso y la infiltración en los tribunales de los
intereses políticos y económicos y que tiene como resultado la destrucción del
régimen federal.
Asimismo nuestra Argentina carece de planeamiento
estratégico.
La alta responsabilidad de conducir los destinos de la
Nación está en manos de profesionales expertos en el manejo de empresas que han
tenido mucha relación con el Estado, pero escaso conocimiento de la geopolítica
y el planeamiento estratégico.
Como ejemplo de ello el responsable de la inteligencia
estratégica tiene como experiencia su dedicación a la compra y venta de
jugadores de fútbol.
¿Vamos camino al Estado fallido?
Tte. Cnl. R. Enrique Venturino