La Voz del Interior, 8 de septiembre de 2017
Por Adrián Simioni
En
2006, insumía el equivalente a 5,7% del productobruto geográfico; en 2016, se
llevó el 11,5%.La planta aumentó 77,3% desde1999. El gobernador que más
empleados sumó en un solo período fue Schiaretti. Mestre, el único que redujo.
En lo que va del siglo, la cantidad de empleados
públicos de la Provincia de Córdoba creció en total un 77,3 por ciento, en sólo
dos años hubo una leve baja y, desde 2006, los salarios estatales que deben
pagar los contribuyentes se duplicó en términos reales. En ese año, para pagar
los sueldos de la Provincia fue necesario el 5,7 por ciento del producto bruto
geográfico (PBG, es decir, todo lo que los cordobeses producen en un año),
mientras que en 2016 fue necesario destinar el 11,5 por ciento del PBG.
Estas son algunas de las muchas conclusiones que se
extraen de un informe del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas
Económicas y Sociales (Cippes), que dirige el economista Alfredo Schclarek
Curutchet.
El economista aclara que “la perspectiva de este
informe no promueve la idea de un ‘Estado mínimo’, como se pregonaba en la
década de 1990; sí la de un Estado activo, moderno, transparente, eficiente y
cercano al ciudadano”.
La cantidad ideal de empleados públicos no está
escrita en ninguna piedra. Depende de la calidad y la cantidad de bienes y
servicios que ese Estado provee. Para dar un ejemplo, entre 2006 y 2016 el
Poder Judicial de Córdoba incrementó su personal en un 54,3 por ciento. Y no es
difícil saber si la calidad y la cantidad de sus servicios mejoró en igual
medida.
Más allá de la relación entre cantidad de empleados y
oferta de servicios, Schclarek Curutchet remarca: “Para poder cumplir con sus
objetivos, el Estado debe ser eficiente, lo cual incluye la eficiencia de su
personal y las decisiones de política fiscal, incluyendo la política de
contratación de empleados públicos; debe ser sustentable fiscalmente en el
tiempo”.
Según el informe, en 1987, en el segundo gobierno de
Eduardo Angeloz, la Provincia tenía 72.722 empleados. Para 1998, superaban los
87 mil y oscilan luego en ese entorno. Con la crisis fiscal de 1995, llegó
Ramón Mestre, el único gobernador de Córdoba que entregó la Provincia con menos
empleados que los que recibió en todo el período democrático. En 1995, había
83.288 empleados; y en 1999, cuando se fue, eran 72.528, la misma cantidad que
en 1987. Y el fisco provincial se había estabilizado y recuperado los Cecor
emitidos.
Luego comenzó la serie ininterrumpida de gobiernos de
Unión por Córdoba. Desde entonces, 17 años, la planta nunca dejó de crecer,
excepto en 2002 y 2006, con leves bajas. Para septiembre de 2016 –último dato
en la serie del Cippes–, eran 128.575.
“Son 56.047 empleados más que en 1999. Se trata de un
incremento de la planta de personal de la Provincia del 77,3 por ciento en los
últimos 17 años, que equivale a un crecimiento promedio del 3,4 por ciento
anual”, dice Cippes.
En el mismo período, la población provincial creció
alrededor del 19 por ciento, muy por debajo del 77,3 por ciento de los
estatales. Si sigue este ritmo, en algunas décadas todos los cordobeses serán
indefectiblemente empleados públicos.
Según los datos de Cippes, sin contar el efecto de las
jubilaciones anticipadas, la primera gestión de Juan Schiaretti fue la que tomó
la mayor cantidad de nuevos empleados: en promedio, 4.309 empleados por año. Lo
siguió José Manuel de la Sota, con 4.097 empleados al año en su primer mandato.
Tercero está el segundo mandato de Angeloz, 1.981 empleados al año.
Cada vez más impuestos
El impacto en el gasto público es notorio. En este
caso, el Cippes reconstruyó las series hasta el año 2006. Ese año, la Provincia
gastó el equivalente a 26.336 millones de 2016. Y en 2016 gastó 41.181
millones. Se trata de un incremento del 83 por ciento en términos de pesos, por
encima de la inflación. Y equivale a una suba promedio anual real de 6,2 por
ciento.
Pero tan o más preocupante es el peso de esos costos
sobre la economía. “Si se analiza el gasto en personal como porcentaje del PBG
–dice Cippes–, se obtiene otra medida del gasto real en personal (sin efecto
inflacionario). En 2006, el gasto en personal representó el 5,7 por ciento del
PBG; y en 2016, alcanzó el 11,5 por ciento. Es decir, en 10 años se duplicó el
gasto en personal con relación al PBG”.
Dice Cippes que, si se estiman las jubilaciones
anticipadas de De la Sota en 20.000, entonces la cantidad de empleados
designados en 17 años de gobierno de Unión por Córdoba superan los 76.000. “Esa
cantidad es similar a la población de Villa María y mayor a la de San
Francisco”, dice el informe.
“Esta exagerada e insostenible política de
contratación de personal de los últimos años ha sido la principal responsable
del incremento de la presión fiscal provincial de los últimos años,
especialmente a partir de 2009,”, aseveró Cippes en su informe.