por Alexis Di Capo
Informador Público, 5-9-17
Un informe de inteligencia -atribuido a la Gendarmería
Nacional- que está siendo analizado por distintos sectores del gobierno se
explaya sobre la situación y probable evolución del conflicto mapuche. “Pese al
significativo aumento de los atentados a personas y a propiedades realizados en
los últimos dos años tanto en Chile como en la Argentina, la capacidad
operativa de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) sigue siendo limitada y el
nivel de entrenamiento de sus componentes es insuficiente para acciones de
mayor envergadura”.
El paper continúa señalando que “las contramedidas tomadas
por las autoridades chilenas recientemente demostraron su eficacia”. Se cita
como ejemplo “El retorno del mayor de Carabineros, Patricio Marín, al puesto de
jefe policial en La Araucanía, luego de haber revelado hace tres años la
identidad de uno de sus infiltrados en las comunidades mapuches, Raúl Castro
Antipán, quien le anticipaba a los policías hechos de violencia en la zona. La
nueva gestión de Marín, iniciada un año atrás, sumó al anuncio, conocido desde
la comisión de Seguridad del Senado, respecto de la llegada a las regiones del
Biobío, La Araucanía y Los Ríos de 266 efectivos policiales, que reforzaron el
trabajo preventivo en la macrozona de la violencia rural”.
Este operativo de los carabineros, siempre según el
informe, habría sido “un factor importante para que RAM trasladase buena parte
de su accionar a Neuquén y Chubut, que hasta poco tiempo atrás eran usadas casi
totalmente como retaguardia o santuario para escapar a la persecución de las
fuerzas chilenas.
Objetivos más ambiciosos
En su parte final el informe se refiere a “los
objetivos políticos de RAM y su intención de instalarse internacionalmente como
un movimiento separatista de Chile y Argentina, cuyos reclamos sean discutidos
en los foros diplomáticos multinacionales”.
Con origen en “fuentes propias” el documento alude a
que “la conducción de RAM estaría planteándose un plan de lucha dirigido a
escalar en la figuración internacional del grupo y el escenario ideal para
alcanzar este objetivo sería la decimotercera cumbre del G 20 a realizarse en
Buenos Aires durante el 2018”. En función de este marco es que -continúa el
texto- “RAM podría ir aumentando sus atentados en distintas ciudades
patagónicas, para crear un clima mediático que los haga más notorios cuando los
principales jefes de estado del mundo se encuentren en Buenos Aires”.
Obviamente, este objetivo incluiría la probable realización de atentados
durante la cumbre y tal vez en Buenos Aires, aunque se estima, como ya se dijo,
que la limitada capacidad operativa del grupo no sería suficiente para afectar
la seguridad del evento.