las contradicciones de la Armada
Clarín, 5-12-17
"No hay indicios de que el submarino esté en
peligro", fue una de las primeras frases del vocero de la Armada Enrique
Balbi, el 17 de noviembre, cuando, dos días después, la desaparición del ARA
San Juan tomó estado público. Desde ese momento la fuerza tuvo varias
contradicciones sobre el tema.
El capitán de navío Gabriel Galeazzi, comandante de la
Agrupación de Buques Oceanográficos y responsable de los partes de prensa en la
Base Naval Mar del Plata, reconoció en el quinto día de la desaparición del ARA
San Juan que el submarino había tenido un cortocircuito en las baterías.
"La informó el comandante el miércoles y por eso se les hizo cambiar el
rumbo", dijo. Incluso afirmó "se tiene la comunicación satelital
cuando estaban en inmersión".
Pero Balbi lo desmintió más tarde en una nota que
publicó La Nación. "En la última comunicación telefónica satelital, el
miércoles pasado, a las 7.30, el submarino informó que continuaba navegando en
inmersión, sin novedades en el personal, con destino a Mar del Plata. Llevaba
ya varios días de navegación, se encontraba en la mitad del viaje y no reportó
problemas de batería ni de ningún tipo", confirmó.
Sin embargo el vocero
reconoció el 20 que "hubo una avería, un cortocircuito que el comandante
reportó".
Ese mismo día 20, la CNN lanzó una noticia proveniente
de la US Army: que se había detectado un ruido en la zona de desaparición del
submarino. La Armada explicó que era "un ruido biológico del mar",
aunque dos días después confirmó que había habido "una anomalía
hidroacúsica y el 23, que hubo "una explosión".
Por último, Balbi había informado de dos llamadas
realizadas desde el submarino, que se contradice con la información que parte de
los registros de la empresa Tesacom, auditor de las líneas satelitales Iridium,
que es uno de los tres sistemas de comunicación que tiene el buque argentino.
Se supo que fueron 8 las llamadas: la más extensa duró más de 13 minutos,
mientras que la más breve fue de un minuto.