Por Héctor GIULIANO
(3.3.2018)
Siempre
se habla de los peligros y los daños de la Hiper-Inflación pero nunca se habla
del daño financiero irreversible del Hiper-Endeudamiento Público, que es tanto
o más nefasto que el de la Inflación y que incluso la provoca
Si
la Hiper-Inflación es emisión monetaria descontrolada – esto es, un crecimiento
anormal de la masa de dinero que imprime el Estado – el Hiper-Endeudamiento es la emisión
descontrolada de la masa impagable de obligaciones por deudas del Estado.
El
Dr. Raúl Cuello decía sentenciosamente que Crisis
es Aceleración: el síntoma clave de todas las crisis – en cualquiera de los campos que
se aplique – siempre tiene una característica común, que es la precipitación de
los acontecimientos.
La
Deuda Pública Argentina hoy – bajo la administración Macri – vuelve nuevamente al
camino de una Crisis de Deuda, una crisis cuya magnitud y gravedad crece en
forma incontrolada por falta de liquidez y solvencia fiscal para poder hacer
frente a los mayúsculos compromisos que se siguen asumiendo en el marco de una política
totalmente irresponsable de toma de deuda en gran escala sin capacidad de repago.
Tres indicadores clave sirven para
ilustrar estas afirmaciones:
a)
Vencimientos de
Capital
El
Presupuesto 2018 – Ley 27.431 – prevé para este año la emisión de Deuda Pública
por 113.000 MD[1] (≡
2.2 B$ ó 2.180.700 M$): 66.600 MD por renovación total de los vencimientos de
Capital que se producen en el período y 46.400 MD por Nueva Deuda.
Esto
significa que el gobierno Macri coloca en promedio 6.000 M$ (310 MD) de Deuda
por Día: 250 M$ (≡ 13 MD) por Hora.
Conforme
los planes acelerados de emisión de Deuda Pública Externa, el Ministro de
Finanzas Caputo anunció ya la colocación de unos 10.000 MD de nuevos bonos
internacionales durante el mes de Enero (en función de la Resolución 3-E/2018 y
conexas) a 5, 10 y 30 años de plazo y tasas de interés nominales que van entre
4.625 y 6.875 % en dólares, más comisiones, honorarios y gastos; en operaciones
a cargo de los bancos Citigroup, Deutsche Bank y HSBC.
b)
Pago de
Intereses
Los
Intereses a Pagar por la Deuda Pública son crecientes y lo hacen a un ritmo más
que proporcional al aumento de las deudas por Capital.
En
2016 se habrían pagado unos 10.000 MD de Intereses, en 2017 otros 14.000 MD y
para el 2018 está previsto pagar 21.000 MD.
Este
año el total de intereses a abonar es de 406.500 M$. Estos intereses son el
mayor rubro del Gasto Público del Estado (siendo que los vencimientos de
Capital no se pagan sino que se refinancian íntegramente, hasta el último
centavo, y además se toma nueva deuda).
En
promedio, el Estado Central paga así unos 1.100 M$ (≡ 58 MD) por Día: 46 M$ (≡
2.4 MD) por Hora.
Ante
la incapacidad de poder afrontar el pago de la totalidad de estos intereses
aproximadamente un tercio de los mismos –
el 30 % - se capitaliza por anatocismo, es decir, se transforma en
Capital y devenga nuevos intereses.
c)
Perfil de
Vencimientos
Uno
de los síntomas clave de la aceleración de una Crisis de Deuda es el
acortamiento o concentración del perfil de los vencimientos de Capital o
Principal de las deudas del Estado, fundamentalmente bonos.
El
gobierno Macri viene estrechando cada vez más los plazos de renovación y/o
colocación de nueva Deuda, particularmente a través de su programa creciente de
títulos a corto plazo (en promedio, a menos de un año) vía Letes o Letras del
Tesoro, que al 30.6.2017 – última información oficial disponible – sumaban más
de 40.000 MD, aparte de las deudas vencidas pendientes con los Holdouts (2.800
MD) y otros conceptos.
Este
peligroso acortamiento del perfil de vencimientos de la Deuda Pública no sólo
multiplica las operaciones de deuda por renovaciones continuas sino también los
costos financieros de todo tipo que tales refinanciaciones conllevan, así como
los mayores intereses que se pagan en consecuencia.
El rol del Banco Central
Las
pocas cifras del Endeudamiento Público que se conocen corresponden al Estado
Central y no a la Deuda Pública Nacional, que comprende además Provincias,
Municipios, Empresas del Estado, Organismos Nacionales, Fondos Fiduciarios,
Juicios contra el Estado con Sentencias en firme y BCRA.
Este
último, en especial, constituye algo así como la otra cara de la moneda de la
Deuda del Tesoro, interactúa con la misma y su Deuda es hoy tanto o más grave
que la del Gobierno Central.
Al
31.1.2018 el BCRA debe por Lebac, que son letras del Banco a cortísimo plazo -
la mayoría a 30 días (además de una gran
masa por pases pasivos y nuevas letras Leliq a 7 días) – la extraordinaria suma de 1.3 B$ (≡ 66.000
MD).
Estas
Lebac – que están en el Pasivo - son la contrapartida de las Reservas
Internacionales del BCRA (62.000 MD) – que están en el Activo - porque las
Reservas son compradas con Deuda (Deuda cuasi-fiscal o propia del BCRA).
Sin
contar aquí las deudas por Otros Pasivos (11.100 MD) y por Encajes bancarios en
Moneda Extranjera (16.100 MD).
La
Deuda por Lebac está colocada a una Tasa de Interés promedio del 27 %, lo que
representa el pago anual de unos 350.000 M$ por Intereses, que se pagan aparte
de los 406.500 M$ que abona paralelamente el Tesoro por su Deuda del Gobierno.
O
sea, que sumando los Intereses a Pagar de la Tesorería y de las Lebac la
Argentina está pagando más de 750.000 M$ por Año solamente en concepto de
Intereses: esto es, un promedio superior a los 2.000 M$ por Día. Son 86.4 M$
por Hora, 1.44 M$ (un millón y medio de pesos) por Minuto.
Así
es como se acelera la crisis de Deuda Argentina y también como se genera el
principal Gasto Público de la Argentina – los Intereses de la Deuda - que es el
mayor determinante del Déficit Fiscal (2/3 de un déficit que se explican por
los intereses de la Deuda del Estado, sin contar el BCRA ni el resto de la
Administración Nacional).
Deuda e Inflación
Notablemente,
la administración Macri dice querer combatir la Inflación en la Argentina pero
es su misma administración la que libera
totalmente la remarcación de los precios de Mercado, aumenta los Precios y Tarifas
de los Servicios Públicos, aumenta la Presión Tributaria y aumenta las Tasas de
Interés que elevan los costos financieros; todo lo cual se traslada a los precios
y genera más Inflación.
Para
atenuar el impacto de este proceso inflacionario – que no es sólo un proceso
natural o espontáneo dentro de la
Economía sino también un mecanismo inducido desde el Poder – el gobierno Macri
utiliza igualmente la emisión de dinero en gran escala como forma de
financiamiento (el famoso Impuesto
Inflacionario del que tanto se lamentan los neo-liberales) y echa mano a la impresión de dinero que no
tiene por falta de ingresos genuinos.
Así,
el BCRA le lleva impresos al Tesoro unos 500.000 M$ (495.500 al 31.1.2018) –
medio billón de pesos - en concepto de Adelantos Transitorios (≡ 25.200 MD).
Es
el mismo BCRA que imprime como billetes sin respaldo todos los pesos que sea
necesario para convertir las divisas que ingresan por exportaciones, deuda
externa y entrada de capitales especulativos en gran escala (que lo hacen para
lucrar con los negocios extraordinarios que les ofrece el propio Banco
pagándoles el 27 % de interés anual).
Y
es el mismo BCRA que imprime incluso los billetes que se usan para pagar las
decenas de millones de pesos de intereses que le caen mensualmente por los
vencimientos de Lebac (25-30.000 M$ por Mes).
Éste
es el verdadero costo inflacionario que los Intereses producen sobre la
Economía Nacional.
Es
la hiper-emisión del Estado para poder comprar Reservas con Deuda: una de las
formas más perversas a través de las cuales el
hiper-endeudamiento público produce y potencia la Inflación.
La Crisis del
Endeudamiento Macri
La
Deuda Pública del Estado Central heredada de la administración Kirchner era de
unos 254.000 MD a fines del 2015 y al 30.6.2017 – último Informe trimestral del
Ministerio de Finanzas – ascendía a 307.300 MD; pero el crecimiento de la Deuda
– del que faltan datos - ha sido más vertiginoso aún hasta la fecha.
En
2016 el Stock de la Deuda Pública aumentó en 35.000 MD, para el 2017 estaba
previsto que se incrementase en otros 38.000 MD y para este año el Presupuesto
prevé un aumento de 47.000 MD más. En total, 120.000 MD en tres años de gestión
Macri.
Es
un monto que para el trienio 2016-2018 supera el aumento producido durante toda
la administración Kirchner – que pese al discurso del Des-endeudamiento se incrementó en 100.000 MD – y su ritmo de
aumento está previsto oficialmente que se mantenga por lo menos hasta el 2020
(es decir, aún a posteriori del mandato del actual gobierno).
Las
condiciones de cada nueva operación de Deuda – a contrario sensu de lo que el
gobierno dice – no alivian sino empeoran las condiciones del endeudamiento del
Estado: cada vez es mayor el monto de la Deuda impagable que se asume, cada vez
es mayor el efecto acumulativo de tales obligaciones, cada vez es mayor el
condicionamiento que acompaña a las mismas, cada vez es mayor la cuenta a pagar
por los intereses, etc.
El
gobierno Macri toma Deuda a largo plazo sin demostración alguna de capacidad de
repago (10, 20, 30 años de plazo), emite Deuda Perpetua a 100 años, coloca
Bonos en moneda extranjera y/o con ajuste por tipo de cambio en momentos de
fuerte incertidumbre cambiaria, emite títulos en pesos ajustados por Inflación
mientras no puede controlar el aumento de los precios internos y emite deudas indexadas
– caso Boncer 2020 y 2023 – donde incluye expresamente cláusulas gatillo de
actualización automática por CER, que replica la Inflación (y que, en forma escandalosa,
es la misma cláusula de ajuste que simultáneamente niega para la actualización
de Salarios, Jubilaciones y pasividades en general).
La
Argentina de Macri bate hoy récords históricos de emisión de Deuda y nuestro
país encabeza la lista de gobiernos de Países Emergentes colocadores de Deuda
en el Mundo.
El
desequilibrio estructural que el Sistema de la Deuda Pública Perpetua produce
genera y potencia los déficits gemelos de la Argentina – Fiscal y Externo –
donde los servicios de la Deuda (por Capital e Intereses) son factores
determinantes en ambos casos.
En
su Política institucional de Gobernar con Deuda, el presidente Macri se
encuentra metido hoy en una encerrona financiera fiscal de imprevisibles consecuencias y cuyos
condicionamientos asfixiantes lo obligan a sostener su estabilidad política
pagando Deuda con Deuda, tomando Deuda Nueva y pagando cada vez más Intereses.
Es
el perfecto círculo vicioso de la Usura donde el gobierno – sin Liquidez ni
Solvencia Fiscal – aguanta el Déficit del Estado con Deuda pero como la Deuda y
sus Intereses son el principal rubro del Gasto Público y consecuentemente el
principal factor de aumento de ese Déficit Fiscal, dicho déficit lo cubre con
más Deuda.-
[1] Las siglas MD/M$ significan
Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con redondeo,
por lo que pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de
términos.
La
abreviatura B$ se usa para Billones de Pesos (un millón de millones) y el
símbolo (≡) significa equivalente a.
Las conversiones por tipo de moneda están
hechas en base a la pauta presupuestaria de 19.3 $/US$.