Y PRESUPUESTO DEL FMI
Por Héctor GIULIANO
(26.10.2018)
El gobierno Macri, con el apoyo directo e indirecto de
gran parte de la partidocracia con representación parlamentaria se apresta a
lograr la aprobación del Presupuesto 2019 – que acaba de obtener la media
sanción en Diputados - en línea con los dictados del nuevo Acuerdo Stand-By
(SBA)[1]
firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).[2]
Se trata, en realidad, del segundo documento suscripto
con el Fondo – anunciado el 26.9 (el primero lo fue el 20.6) - y que tuvo ya
importantes modificaciones, aunque ambos textos todavía no han sido dados a
publicidad.
O sea, que se discute y se está aprobando un Presupuesto
General que está armado en función de compromisos asumidos por el Estado Argentino
con un Organismo Internacional (lo que le da categoría de Tratados a los
convenios firmados) pero cuyo contenido exacto y completo se desconoce.
La garantía de aprobación de este Presupuesto 2019 por el
Congreso es condición sine qua non de los próximos desembolsos del FMI (que el
Directorio Ejecutivo del Fondo ha acordado inmediatamente después de conseguida
la aprobación presupuestaria en la Cámara Baja) y que constituye un préstamo
extraordinario del que depende la supervivencia financiera y política del
gobierno Macri hasta las elecciones del año que viene.[3]
LA CUESTION DEL DÉFICIT CERO
Existe una engañosa presentación de la fórmula aceptada
por nuestro país de lograr un Déficit Fiscal Cero en el año 2019.
Este equilibrio en las cuentas fiscales corresponde sólo
al Déficit Primario, es decir, el Déficit del Estado Nacional sin contar los
Intereses a Pagar durante el Ejercicio.
Cuando al Resultado Primario se le suman estos Intereses
ello da el denominado Resultado Financiero o Final, que en este caso es el
déficit real, verdadero y completo del Presupuesto.
En números redondos,[4]
la ecuación central del Resultado Financiero según el Proyecto de Ley (PL) del
Presupuesto 2019 es la siguiente:
a) Déficit
Fiscal Primario 0, como producto de Gastos e Ingresos nivelados en 3.7 B$ (≡
92.000 MD).
b) Intereses
a Pagar por aproximadamente 600.000 M$ (596.000 ≡ 14.900 MD, casi 15.000).
Los Intereses Totales a
pagar en el 2019 - consignados en el Artículo 1 del PL – son, en realidad,
746.400 M$ (≡ 18.600 MD) pero 157.000 M$ de estos intereses (≡ 3.900, casi
4.000 MD) se capitalizan por anatocismo, es decir, que no se abonan sino que se
financian transformándolos en Capital que devenga así nuevos intereses.
c) Resultado
Financiero (-) 600.300 M$ (≡ 15.000 MD), como producto de Recursos Totales por
3.57 M$ (≡ 89.100 MD) menos Gastos totales por 4.17 B$ (≡ 104.000 MD).[5]
Saldo este último que no
resulta totalmente claro en su tratamiento porque el Presupuesto autoriza de
esta manera como Gasto más dinero que el que realmente se eroga dado que los
157.000 M$ citados de intereses que se capitalizan pasan a convertirse en más
Deuda.
Ergo, desde el punto de vista cuantitativo el importe de
los Intereses a Pagar en el 2019 corresponde íntegramente al Déficit Fiscal
provocado por estos intereses; y como el Resultado Financiero negativo de los
600.000 M$ (≡ 15.000 MD) se cubre con más Endeudamiento Público ello significa
indirectamente que la totalidad de los Intereses del Ejercicio, en definitiva,
se financia capitalizando más Deuda del Estado.
FINANCIAMIENTO DEL DÉFICIT FISCAL
A posteriori de presentado el PL de Presupuesto para el
año que viene - con fecha 26.9 – el Ministerio de Hacienda (MH) dio a conocer
el Programa Financiero 2018-2019, en función de lo acordado por el Gobierno
Macri con el FMI, pero los números del proyecto no fueron ajustados a las
nuevas realidades.
El Fondo amplió su préstamo Stand-by (por un monto récord
histórico para la Argentina y para el propio FMI) de 50.000 MD según el
convenio original de Junio a 57.100 MD según lo acordado en Setiembre.
Cabe destacar que el PL de Presupuesto 2019 (que es el
proyecto que actualmente está en discusión) no hace referencia expresa al
contenido del acuerdo con el FMI - ni al convenio de Junio ni al modificado de
Setiembre - y que, como dijimos, ambos documentos no han sido dados a
publicidad ni puestos en conocimiento del Congreso.
El PL contempla un Endeudamiento Público de 3.11 B$ (≡
77.400 MD), de los que 2.03 B$ (≡ 50.700 MD) son refinanciación de vencimientos
de Capital y 1.08 B$ (≡ 26.700 MD) son Deuda Nueva (aumento de Deuda), a la que
corresponde sumarle 800.000 M$ (≡ 20.000
MD) más por concepto de Letras del Tesoro, autorizadas según el Artículo 41 del
PL. En total, 46.700 MD.
La planilla anexa al Artículo 40, que es el que autoriza
las Operaciones de Crédito Público, totaliza empero un endeudamiento del Estado
por 2.59 B$ (≡ 64.600 MD).
Y en este total no están contemplados todos los
desembolsos del préstamo del FMI (sólo 11.700 MD) ni el anunciado traspaso de
la Deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) por las Lebac, que a la fecha
(datos al 15.10) suman 787.200 M$ (≡ 21.700 MD, al tipo de cambio 36.24 $/US$).
Por ende, el PL de Presupuesto que se discute y que se
aprobaría como Ley del Congreso se basa en datos incompletos, que no son
claramente consistentes y que no incluyen informaciones básicas del nuevo
cuadro de endeudamiento, que ha quedado hoy fuertemente modificado.
DÉFICIT FISCAL Y PROGRAMA FINANCIERO
El Mensaje que acompaña el PL de Presupuesto 2019 dice
que el Programa Financiero del 2018 está cerrado en cuanto a emisiones netas,
que en lo que resta del corriente año (Setiembre-Diciembre) el Tesoro no tiene
que realizar colocaciones de Deuda Nueva y que sólo necesita refinanciar parte
de los vencimientos de Capital.
A su vez, se dice que en 2019 se necesitarán sólo 2.500 MD de colocaciones netas y
refinanciar deudas por 20.100 MD (!) y que el año que viene no se necesitarían
nuevas colocaciones en dólares porque las necesidades financieras estarían
cubiertas con los desembolsos del FMI y otros Organismos Multilaterales de
Crédito (OMC), por 20.000 MD en total.
Las Fuentes de Financiamiento – sin incluir Letes (10.600
MD) – daban cuenta de la necesidad de cubrir 28.300 MD durante el 2019, de los
que 11.700 provendrían del FMI, 12.000 de Acreedores Privados y el resto
primordialmente de OMC (4.600 MD).
El nuevo Programa Financiero (del 26.9), en cambio, prevé
ahora que las Fuentes necesarias de Financiamiento (también excluyendo Letes, por 8.700 MD) pasa
a 34.500 MD, de los que 22.800 MD provendrían del FMI, 4.600 MD de OMC y sólo
1.700 MD del financiamiento privado.
En ambos casos, sin embargo, no está claro cómo se
compatibilizan estas cifras con las del Resultado Financiero general y con las
de Operaciones de Crédito Público detalladas en la Planilla adjunta al Artículo
40 del PL, que totaliza unos 65.000 MD (64.600).
Se trata de un cuadro de situación de las Finanzas del
Estado que no queda concreta ni debidamente visible, que se basa en datos que
no forman parte del actual cuerpo del Proyecto y que el mismo se busca que sea
aprobado para cumplir el condicionamiento central de garantizar un Acuerdo ya firmado
por el Ejecutivo con el FMI para poder obtener sus desembolsos y bajo
requisitos que hoy en día se desconocen.
En la práctica, la única realidad es que el Stand-by del
FMI serviría como Préstamo-Puente para paliar la cobertura del endeudamiento
que la administración Macri necesita para llegar al fin de su mandato sin caer
en default ni tener que recurrir consecuentemente a un nuevo Megacanje de
Deuda, pero donde la estructura de dicho financiamiento no resulta totalmente
clara ni está consignada en el PL como corresponde a la hora de discutir el
Presupuesto 2019.
EN SÍNTESIS:
De la lectura del PL original no surge claramente cuánto
es el monto total del endeudamiento público que se autoriza para el 2019, la
forma en que esta deuda va a ser concretamente financiada y a cuánto va a
ascender verdaderamente el nuevo stock de la Deuda del Estado Central, habida
cuenta que en el Mensaje se habla de que su saldo bajaría (!) a 315.700 MD para
fin del año (5.200 MD menos que a fines del 2017).[6]
Faltan cifras e informaciones clave que expliquen la
consistencia entre los montos de endeudamiento consignados en el PL de
Presupuesto, en los acuerdos con el FMI del 20.6 y del 26.9 (cuyos textos
todavía se desconocen) y en el nuevo Programa Financiero 2018-2019, que fuera
enviado al Congreso con posterioridad a la presentación del Proyecto el día
15.9.
Estos montos en juego, por otra parte, no incluyen en el
Resultado Financiero del PL la nueva Deuda con el FMI (por 11.100 ó 13.400 MD
de desembolsos adicionales a los 15.000 MD ya recibidos), no dicen nada con
respecto al eventual traspaso de la Deuda cuasi-fiscal del BCRA por Lebac al
Tesoro Nacional y no hacen referencia a quién, cómo y cuándo va a pagar estas
nuevas obligaciones que se están contrayendo.
Pocas veces en la Historia Argentina un gobierno ha caído
en una situación de dependencia financiera tan grande y tan vulnerable como la
actual administración Macri, con la paradoja que esta ayuda extraordinaria que el
gobierno necesita para poder llegar al fin de su mandato va a ser percibida
para salvarlo del Default pero la cuenta con el FMI – que en definitiva se toma
para diferir una nueva reestructuración o Megacanje - va a tener que levantarla
el gobierno que resulte electo el año que viene.
[1] La denominación SBA corresponde a la
abreviatura de Stand-by Agreement o acuerdo de asistencia financiera del Fondo
a sus países miembros y normalmente tiene carácter contingente, es decir, que
se usa según las necesidades del Estado receptor aunque, en este caso, el texto
del arreglo dice expresamente que los recursos prestados no son de carácter precautorio sino para ser utilizados en
firme en la cobertura de las necesidades del Presupuesto.
[2] El Poder Ejecutivo, según el artículo
60 de la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado, está facultado
para contraer unilateralmente – esto es, sin aprobación del Congreso – deudas
con Organismos Financieros Internacionales de los que la Argentina forma parte.
En este
caso, empero, es el propio Gobierno Nacional el interesado en lograr que el
Acuerdo con el FMI sea convalidado por Ley para despejar así toda
inconsistencia contra el Presupuesto a ser aprobado para el 2019 y además para
dejar adscripta a la próxima administración electa a los compromisos firmados
por la actual, con lo que la responsabilidad de la oposición política queda pegada al cumplimiento de este convenio
que abarca el período 2018-2021.
[3] El acuerdo modificado del 26.9 aumenta
los desembolsos del FMI para lo que resta del 2018 en 13.400 MD – además de los
15.000 MD ya girados en Junio (que se utilizaron fundamentalmente para sostener
el tipo de cambio y no para cubrir el Déficit Fiscal) - es decir, un total de 28.400
MD en el corriente año.
Y para el
2019 aumenta tales desembolsos a 22.800 MD, de modo que restarían solamente
girar 5.900 MD para el 2020.
Dicho con
otras palabras: el gobierno Macri percibe prácticamente la totalidad del
préstamo SBA (51.200 MD) para poder completar su gestión el año que viene pero
le deja la cuenta a pagar con el FMI a la nueva administración que lo suceda.
[4] Las abreviaturas M$, B$ y MD significan
Millones de Pesos, Billones de Pesos y Millones de Dólares respectivamente; y
se expresan siempre con redondeo, de modo que pueden darse mínimas diferencias
entre totales y sumatoria de términos.
Las
cifras se exponen en Pesos y su equivalente (≡) en Dólares al tipo de cambio de
40.10 $/US$, salvo que se indique lo contrario.
[5] De hecho – y de concepto – por la
condición de Déficit Primario Cero el Resultado Financiero negativo se
corresponde exactamente con el quantum de los Intereses a Pagar (los 600.000 M$
(≡ 15.000 MD).
[6] Aunque este subtema será oportunamente tocado
por separado – en un próximo trabajo del autor – se puede adelantar que la
clave de esta esperanza de baja en el stock de la Deuda residiría en la
licuación de las obligaciones en pesos a raíz de la macro-devaluación producida
durante el año.
Según el
Informe de Deuda Pública del Ministerio de Hacienda (MH) al 30.6.2018 – que
acaba de editarse en la fecha – el monto del endeudamiento del Estado Central
descendió por el equivalente a 33.800 MD solamente en el segundo trimestre de
este año, producto de 27.300 MD por tipo de cambio y 7.100 MD por variación
cambiaria más CER, menos capitalización de bonos y otros conceptos por 500 MD.
El saldo
oficial de la Deuda al 30.6 es así de 340.600 MD e incluye el desembolso del
FMI por 14.900 MD.
Cabe
destacar que la Deuda aumentó durante el Trimestre 2 en 25.100 MD por
Financiamiento neto de Amortizaciones pero el citado Ajuste de Valuación (los
33.800 MD) más que compensó este incremento.