en contra de la beatificación de Mons.
Angelelli
P. Javier Olivera Ravasi, el 21.10.18
Hace un par de días, varios medios locales e
internacionales se han hecho eco de una
presentación sin respuesta, que un grupo de abogados, letrados y ex-jueces
realizaron ante las autoridades vaticanas para frenar la beatificación de Mons.
Enrique Angelelli, muy cercano al marxismo y a la guerrilla armada en la
Argentina.
Según confirma el diario La Prensa de Argentina en el
día de hoy Mons. Baseotto, ex-obispo de
Añatuya (una de las diócesis más pobres de la Argentina) y obispo castrense
emérito, ha escrito una carta donde expresa su malestar ante la posible y
cercana beatificación.
Que no te la cuenten…
He conocido a Mons. Angelelíi por los años 70, cuando era
Auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba. Venía a visitar a uno de nuestros sacerdotes, P. Félix Casá, profesor de Sgra. Escritura, quien abrigaba, si no ideas subversivas, sí muy afines a las mismas.
Sí me consta, por esas visitas, que era muy mal chofer, vista la forma que conducía entonces su camioneta cuando venía de la ciudad de Córdoba a nuestro convento redentorista de Villa Allende, casa San Alfonso.
En nuestro ambiente se lo ponderaba por su celo apostólico y
cercanía con la gente de su Diócesis de La Rioja. Pero se lo veía con precaución y preocupación: muy cercano a grupos de ideología subversiva.
Las fotografías que, pasados unos años, me hicieran llegar, confirman ese malestar.
Pasé después de Córdoba (1973-1974) a Añatuya hasta 2002. Ahí
conocí de cerca a Mons. Withe, quien había investigado por medio de gente especializada, los hechos de su antecesor, y abrigaba el mismo temor: complicidad con medios subversivos... y muerto en un accidente.
En el 2002 fui nombrado Obispo Castrense. En este ambiente, nuevo para mí, noté malestar por las interpretaciones de la muerte de Mons. Angelelíi. Sé que quien hoy está detenido (Comodoro Estrella) lleva con altura su situación; pero niega totalmente la versión oficial de asesinato propulsado por las FFAA.
Me toca visitar con cierta frecuencia a los militares presos. Sé que la beatificación de Mons. Angelelíi como mártir les va a hacer tambalear a más de uno en la Fe. Y voy constatando en muchos cristianos bien formados que abrigan, como yo, una duda muy seria acerca de este supuesto martirio. Claramente, si hubiera sido muerto por los militares, no habría sido por su Fe, sino por su compromiso con las fuerzas de izquierda, entonces operantes en La Rioja y hoy, en el poder, al que han llegado muy hábilmente.
Por todo esto y por las consecuencias hoy previsibles de desorden
que acarraría tal beatificación, creo que no sólo es errónea sino también traería consecuencias lamentables para la paz en Argentina.
Mons. ANTONIO JUAN BASEOTTO
C. Ss. R.
Obispo Castrense de la Argentina (E)