¿quién tiene razón por la “fuga de capitales”?
Por Martín Kanenguiser
Infobae, 14 de febrero de
2020
La vicepresidenta Cristina
Kirchner tiró la primera piedra, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recogió
el guante y el presidente Alberto Fernández convalidó el diagnóstico de su
compañera de fórmula.
El motivo de la polémica fue
la utilización del préstamo del FMI que, según la vicepresidenta, se utilizó
para alimentar la fuga de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri.
Para la ex presidenta, el
Fondo violó sus estatutos al prestarle a un país para que los dólares volvieran
a salir del sistema financiero.
Desde Cuba, la vicepresidenta acusó al FMI de
violar sus reglas por prestarle dinero al gobierno de Macri para financiar la
fuga de capitales, por lo que le exigió que aceptara una quita en la deuda del
país
El Fondo le respondió ayer:
no hubo violación alguna de las reglas del Fondo, pero el presidente Alberto
Fernández dijo más tarde que el diagnóstico de la vicepresidenta es correcto.
¿Quién tiene la razón: el
Fondo, o el presidente y la vicepresidenta?
Si se observa el destino de
los 44.149 millones de dólares que el Fondo le prestó al gobierno de Macri
desde 2018, el detalle muestra los siguientes usos: 37.149 millones se
utilizaron para pagar servicios de la deuda en moneda extranjera y 6072
millones de pasivos en moneda nacional, según las cifras oficiales.
Además, se utilizaron 227
millones en comisiones y desembolsos y 702 millones en gasto primario en moneda
extranjera.
En particular, en el caso de
la deuda en moneda extranjera, se aplicaron al pago de 15.229 millones de dólares
en Letras; 10.750 millones en el Bonar; 5427 millones en bonos en dólares; 280
millones en bonos en euros. Además, se utilizaron 3185 millones para el pago a
organismos multilaterales y bilaterales; 1577 millones para el pago del bono
Discount; 245 millones para el pago del Par; 253 millones para el Plan Gas; y
203 millones en otros conceptos.
Si bien el Gobierno tuvo que
apelar al Fondo porque se le cerró el acceso al mercado de capitales por la
crisis cambiaria y la falta de orden fiscal, con el dinero del Fondo accedió a
recursos a una tasa del 4% en promedio, contra el 8% que rendían los bonos en
aquel momento.
Cabe recordar que la
vicepresidenta dijo en Cuba que, como el Fondo había ayudado a financiar la
fuga de capitales, debía aceptar una quita en la deuda que el Gobierno mantiene
con el organismo multilateral.
El vocero del organismo,
Gerry Rice, replicó que no hubo ninguna violación a las reglas y si bien el
presidente Fernández convalidó lo que dijo Cristina, aclaró que quiere mantener
una “negociación prudente” con el Fondo.
En primer término, si bien
durante el gobierno de Macri hubo una fuerte salida de capitales –el concepto
de fuga resulta incorrecto ya que refiere a una presunta conducta delictiva que
no tiene correlación con la regulación cambiaria- durante los dos mandatos de
Cristina Kirchner también hubo una fuerte salida de dinero, aún sin que hubiera
un programa de asistencia del organismo multilateral.
Ayer, la diputada Fernanda
Vallejos reforzaba las palabras de la vicepresidenta explicando que durante el
gobierno de Macri se “fugaron” unos 88.000 millones de dólares. Pero en el
primer mandato de Cristina Kirchner, por la manipulación de los datos del
Indec, la pelea con el campo y el atraso cambiario, se fueron unos 80 mil
millones de dólares.
De allí que, apenas ganó la
reelección en 2011, el gobierno impuso un cepo que duró hasta 2016 y que se
reflejó en los peores indicadores económicos de los 12 años del kirchnerismo,
sin poder frenar en forma total esta supuesta “fuga”.
Sin embargo, el debate está
vigente entre los economistas.
Por un lado, el economista
Agustín D’ Attellis, ligado al oficialismo, dijo que la vicepresidenta tiene
razón.
“Si se cruza durante ese
periodo ingreso por desembolsos del Fondo y la fuga de capitales, se encuentra
que el vínculo es muy fuerte”, explicó.
Agustin D'Attellis dijo que
hay una alta correlación entre los desembolsos del Fondo y la salida de
capitales
Según su propia acta
constitutiva, agregó, “el Fondo no debería haber permitido ese proceso de
salida durante los desembolsos del stand-by”.
En cambio, el analista de
Quantum Fernando Baer opinó que “es tendenciosa esa definición, de corte
político: el dinero es fungible y los que se refugiaron en dólares no fueron
solamente los fondos y los bancos, sino más de un millón y medio de argentinos
que, mientras que pudieron, trataron de preservar el valor de sus ahorros”.
Además, aclaró, “aunque el
ejercicio contra fáctico es imposible, habría que preguntarse qué hubiese
pasado si esos recursos no estaban y qué tendría que haber soportado la
población en su conjunto: más devaluación, inflación y una mayor caída del
salario real”.
“De no haber contado con los
recursos del FMI, como ocurre en la actualidad, la economía hubiese estado
desde hace mucho más tiempo paralizada, con restricciones de todo tipo, y al
borde del colapso”, opinó.
Por lo tanto, Baer consideró
que vale la pena preguntarse si fue útil utilizar el préstamo del Fondo, dada
la crisis de los últimos dos años. “Si se siguiera un razonamiento lineal diría
que no, pero desde el punto de vista del manejo de la política económica, el
país estaría peor, sobre todo porque lo que terminó por hacer explotar la
experiencia anterior fue la política”, concluyó.
Gabriel Caamaño, de
Ecoledesma, dijo que las expresiones del oficialismo son “equivocadas, dado que
el segundo acuerdo con el Fondo se utilizó para financiar los vencimientos de
capital e intereses”.
Agustín D’Attellis afirmó que el Fondo sí
violó sus reglas dado que gran parte de los recursos que prestó salieron del
sistema financiero, mientras que Fernando Baer, Gabriel Caamaño y Martín
Vauthier subrayaron que ese dinero se utilizó para pagar la deuda
“Hubo un aporte inicial que
fue a las reservas del Banco Central que en principio se no se había usado,
pero que después de las PASO, también se utilizó para afrontar vencimientos de
la deuda. Por lo tanto, los dólares del Fondo no se utilizaron para contener al
tipo de cambio, sino para pagar la deuda, la gran mayoría en moneda
extranjera”, explicó.
Martín Vauthier, de EcoGo,
dijo que “en principio el dinero del Fondo fue para financiar tanto el pago de
la deuda como el déficit fiscal, en un contexto en el que el mercado se había
cerrado”.
De todos modos, aclaró que
“al utilizar parte de los recursos del Fondo para financiar déficit fiscal, que
es en pesos, con deuda en otra moneda, indudablemente en el momento que el
Banco Central decide vender esos dólares e intervenir en el mercado, esos
dólares terminan en el sector privado”.