protagonista en la crisis del coronavirus
Secretaría RIES, el 24.02.20
La propagación del
coronavirus en Corea del Sur preocupa tanto que ayer, 23 de febrero, con más de
600 casos confirmados y 6 fallecidos, el Gobierno decidió activar la alerta
sanitaria máxima, la roja, según informa Zigor Aldama en El Diario Montañés.
Esta medida, que no se había
tomado en más de una década, permitirá concentrar los recursos del país en el
combate del COVID-19 e imponer la cuarentena allí donde sea necesaria. “Lo que
se haga en los próximos días será vital. De momento el virus está limitado a
una región –la ciudad de Daegu–, pero se propaga rápidamente”, anunció el
presidente del país, Moon Jae-in. El primer ministro, Chung Sye-kyun, dirigirá
un comité especial de gestión de desastres en el que también estarán los
ministros de Interior y de Sanidad.
Una adepta del grupo,
principal sospechosa
De momento, el foco
principal se centra en la “Iglesia de Jesús Shincheonji”, también llamada El
Templo del Tabernáculo del Testimonio, con la que están relacionados 95 de los
169 casos registrados el 23 de enero, y más de la mitad de los 602 casos
acumulados en todo el país. Se cree que el origen de esta infección particular
se encuentra en una mujer “supercontagiadora” de 61 años, y las autoridades
sanitarias ya están monitorizando a los fieles sospechosos de haber tenido
contacto con ella.
A pesar de que el Gobierno
pidió que suspendiera sus multitudinarios cultos, la secta de impronta
cristiana siguió adelante con ellos en una decisión muy criticada por
irresponsable. 9.334 de sus miembros han sido puestos en cuarentena y 1.248
presentan síntomas de la neumonía atípica, reflejo de la facilidad con la que
se contagia el coronavirus.
Según informa el diario
argentino La Nación, Daegu es la cuarta ciudad en tamaño de Corea del Sur, con
más de 2,5 millones de habitantes. La secta se ha convertido en protagonista
porque la adepta de 61 años, que no sabía que tenía neumonía, les transmitió el
virus a sus correligionarios asistiendo a los oficios. El municipio de Daegu
estima que unos 1.000 fieles podrían haber asistido a los cultos en los que
estuvo la mujer.
Acción de las autoridades
El alcalde de la ciudad
llamó a la población a quedarse en casa y se extiende el temor de que Daegu se
convierta en una nueva versión de Wuhan, la ciudad china de 11 millones de
habitantes donde nació el coronavirus que luego se expandió al mundo y que
sigue en el centro de la epidemia, con más muertes y más contagios que
cualquier otro lugar.
“Con tantos casos
confirmados acá, me temo que Daegu se convierta en un segundo Wuhan”, dijo Seo
Dong-min, un joven de 24 años que se lamentaba frente a la sede de la Iglesia
de Shincheonji. Como el resto de los habitantes de la ciudad, Dong-min llevaba
la mascarilla protectora de rigor.
La guarnición del Ejército
estadounidense en la ciudad coreana, donde viven y trabajan unos 10.000
soldados, civiles y familiares, tomó sus propias medidas y restringió el acceso
al regimiento.
Las autoridades abrieron una
investigación para determinar si la adepta de la Iglesia de Shincheonji tenía
un vínculo con el foco de la infección, el hospital del condado de Cheongdo,
cerca de Daegu. En ese establecimiento se produjeron 16 contagios, entre
pacientes y personal. También ahí se dio la primera muerte por el coronavirus
en el país, un paciente fallecido el pasado 19 de febrero.
El gobierno declaró a Daegu
y Cheongdo “zonas de gestión especial” y anunció el envío de personal médico,
camas para los enfermos y material. También indicó que el Ejecutivo se reunirá
tres veces por semana para evaluar la epidemia.
El alcalde de Daegu, Kwon
Young-ji, ha lanzado un llamamiento a los miembros de Shincheonji a someterse a
las pruebas para detectar si son portadores del virus. “Esconderse no es una
solución. Si se esconden, eso puede afectar a su salud y a la de su familia y
no les ayudará a resolver un problema”, ha rogado el regidor, según informa
Macarena Vidal Liy en El País.
El apóstol de los últimos
tiempos
La Iglesia de Jesús de
Shincheonji es una de las múltiples sectas de origen cristiano que han nacido
en Corea a lo largo del siglo XX. En concreto, ésta afirma que su fundador, Lee
Man-hee, se puso el manto de Cristo y llevará a 144.000 personas al cielo el
día del juicio final.
El movimiento, fundado en
1984, cuenta con más de 120.000 seguidores, según leemos en la BBC. Sus fieles
creen que Lee Man-hee representa a Jesucristo, que ha regresado por segunda
vez. Creen también que la Biblia está escrita en metáforas y sólo su fundador
puede entenderlas e interpretarlas.
Se estima que en la ciudad
de Daegu hay cerca de 1.000 seguidores de la secta. Las autoridades les han
pedido que se mantengan en aislamiento. Alrededor de 90 han manifestado
síntomas.
Reacción de la secta
La Iglesia de Shincheonji
informó de que cerró sus centros en todo el país y recomendó a sus fieles
seguir los cultos por internet. También se disculpó porque uno de sus miembros
haya contagiado a tantas personas.
“Lamentamos profundamente
que uno de nuestros miembros (…) haya hecho que muchos en nuestra iglesia se
hayan infectado, y por ello haya causado preocupación en nuestra comunidad”,
afirmó la institución en un comunicado.
Según reporta el South China
Morning Post, las autoridades están intentando rastrear a las personas que
asistieron al culto en el que participó la mujer infectada. “Hemos enviado un
equipo especial de expertos a Daegu… Estamos rastreando los movimientos de la
paciente y los contactos que hizo en la iglesia”, señaló Jung Eun-keyong, director
del Centro Coreano para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Se cree que unos 460 fieles
acudieron al culto donde estuvo la mujer el domingo 16 de febrero, pero se
desconoce cuántos más asistieron a los cultos a los que ella fue antes.
Presencia y acción de la
secta en Wuhan
“La secta Schincheonjie,
implantada en el oeste de China, está presente desde la provincia de
Heilongjiang al norte, hasta Shanghái, pasando por Pekín. También habría una
implantación de la iglesia en Wuhan”, dijo a RFI Ji-il Tark, profesor de la
Universidad Presbiteriana de Busan, segunda ciudad de Corea del Sur.
Tanto la secta como las
autoridades chinas han dicho que el santuario de la secta en Wuhan fue cerrado.
Pero según fuentes chinas consultadas por el profesor Ji-il Tarkn, “todavía
habría una presencia de la secta en la capital de Hubei; en todo caso, lo que
se puede decir, es que la secta intentó al menos reclutar en Wuhan”.
En Shanghái, la secta tiene
1.500 adeptos, por tanto “no hay que descartar que algunos de ellos hayan
tratado de reclutar nuevos adeptos en Wuhan”, agrega Tarkn, cuyas fuentes son
profesores y funcionarios chinos.
Proselitismo entre los otros
cristianos
“La particularidad de la
secta Schincheonji es reclutar nuevos adeptos en secreto en las otras
comunidades cristianas. La secta es mal vista en la sociedad surcoreana y por
eso la mayor parte del tiempo los adeptos se esconden y se acercan a la gente
de manera discreta, primero tratando de establecer relaciones con ellos en las
ceremonias o proponiéndoles estudiar secretamente la Biblia”, dice también el
profesor surcoreano.
La necesidad de reclutar
está relacionada con el principal punto de la doctrina de la secta: completar
144.000 adeptos. Una vez que se llegue a esa cifra, entonces “todos los miembros
tendrán la vida eterna y se convertirán en grandes sacerdotes que dirigirán el
mundo”. En esta organización, clasificada como secta por las autoridades, “su
líder Lee Man-hee es considerado como el ‘espíritu santo’”, recuerda también el
profesor Ji-il Tark.