a las dos
grandes coaliciones del país
Nos Argentina, 27.02.2020
Por Jorge García Mantel *
Los dos proyectos fracasados
que nos gobernaron en los últimos 17 años y que han sumido a la Argentina, uno
de los 10 países más ricos del mundo, en una interminable decadencia que
desalienta a todos sus habitantes, y muy especialmente a los jóvenes, tienen,
con matices, muchos puntos en común. Destaquemos uno de ellos: el globalismo.
La Real Academia española
define al globalismo como a la "difusión mundial de modos, valores o
tendencias que fomenta la uniformidad de gustos y costumbres".
Si bien es un término con
varias acepciones, la más común actualmente es la de una ideología que defiende
los intereses globales por encima de los nacionales, buscando imponer pautas
culturales.
En su discurso de la 73°
Asamblea General de Naciones Unidas, Trump dijo rechazar lo que llama ideología
del globalismo que, desde su punto de vista, se opone a su lema de Estados
Unidos primero.
En materia de políticas
antinatalidad y antifamilia, casualmente diferentes ONGs de ese país y/o
internacionales (Fundaciones Ford y Rockfeller, Open Society de Soros,
International Planned Parenthood Federation, etc) haciéndose eco del informe
desclasificado de Kissinger de 1974, replicado por el Banco Mundial en el 2007,
impulsan esta agenda con abundante financiación.
A ellos se suman muy
especialmente los Gobiernos de Gran Bretaña y de los Países Bajos. Esta
ideología, lamentablemente ha sido adoptada por la mayoría de la clase
dirigente de las dos principales coaliciones.
El impulso del aborto (donde
se mata a un ser humano indefenso en nombre de la salud pública) y de la
Educación Sexual Integral (ESI) con ideología de género que pretende
totalitariamente adoctrinar desde el Estado, sin atender la opinión de los
padres o de las currículas de los colegios, atentan directamente contra los
intereses de nuestro país en dos planos.
Desde lo cultural, Argentina
ha tenido históricamente a la familia tradicional como núcleo de la sociedad.
ESPACIO VACIO
Desde una mirada
geopolítica, el país necesita triplicar su población para explotar sus
incalculables recursos naturales que le faltarán a la humanidad en un futuro
cercano. El 30% del territorio argentino es considerado desde el punto de vista
internacional un espacio vacío.
Tampoco resulta casual la
financiación de ONGs encubiertas del gobierno del Reino Unido, a los
mapuches/araucanos justamente en una región del país con recursos de todo tipo
y especialmente de Vaca Muerta.
En este sentido, resulta
alarmante que la misma clase dirigente que promueve las políticas antinatalidad,
avale con una sorprendente inacción la ocupación ilegal de tierras argentinas
desde hace años por parte de los financiados (y minoritarios, respecto al
total) mapuches/araucanos violentos.
Resulta extraño que las ONGs
británicas no pongan similar empeño económico en los guaraníes, tobas/quoms,
coyas y quechuas, entre otras etnias, que habitan pacíficamente el suelo
argentino en zonas más pobres o que, por ejemplo, los Gobiernos de Formosa y
Chaco tengan a los pueblos originarios en sus jurisdicciones, sumidos en la más
absoluta miseria.
*
Integrante del Equipo Fundador de NOS.