El agro en peligroRicardo Olaviaga
La Nación, 6-3-20
Durante estos últimos años
la Argentina ha demostrado estar a la cabeza de la tecnología agrícola en todo
el mundo. A pesar del ahogo impositivo que le imponen los gobiernos, sus
récords en producción se han ido batiendo año a año. La última escalada de la
voracidad impositiva indica una total incomprensión de la problemática de parte
del Gobierno. El agricultor siempre ha apostado a incrementar sus siembras y a
la aplicación de tecnología.
Pero este último aumento en
la voracidad fiscal obliga a los agricultores a no ser suicidas, o sea, a no
sembrar a pérdida. De los 38 millones de hectáreas sembradas podremos pensar
que los agricultores decidamos sembrar hasta un 30% menos, aprovechando la
técnica de siembra por ambientes, o sea, sembrar solo en los sectores de cada
campo con condiciones de fertilidad, topografía, etcétera, favorables.
Esto
puede traer una disminución de 11.000 millones de dólares por la reducción de
10 millones de hectáreas de siembra, promediando soja, trigo y maíz.
Los agricultores, señores
gobernantes, no podemos ser obligados a sembrar a pérdida. Es solo usar un
criterio práctico, e ir a las cuentas: ¿dónde está el límite en que el
agricultor deja de sembrar y aplicar tecnología, para que el país tenga más
dólares? Y a ese punto tiene que apuntar el Gobierno. No se debe equivocar,
como lo está haciendo ahora. Debe oírnos.