Un senador y epidemiólogo
francés habló sobre la cuarentena obligatoria
Infobae, 9 de mayo de 2020
“Desconfinar o no desconfinar, ésa es la
cuestión”: así empezó Claude Malhuret su intervenciòn en la sesión del Senado
francés que debatía el apoyo al plan de salida del confinamiento presentado por
el Primer Ministro, Edouard Philippe.
Malhuret se declaró
fascinado por la proliferación de expertos -”cuántos más hay, menos
entendemos”- y le dedicó su fina ironía al líder del movimiento “Francia
insumisa”, Jean-Luc Mélenchon, al que trató de “profesor de la Facultad de
Medicina de La Habana”, en alusión a sus simpatías por el castrismo. Su salida
suscitó las risas de la audiencia. Los medios calificaron luego su comentario
de “tackle” de Malhuret a Mélenchon.
La oratoria fluida pero
tranquila de Malhuret, a la vez que salpicada de comentarios ocurrentes,
sacudió la solemnidad del Senado y fue lo más comentado en las redes. Su
inspirada defensa del capitalismo y de la democracia liberal, que en el marco
de la pandemia muchos eligen como chivos expiatorios, impactaron al público en
momentos en que Francia debate cuándo y cómo salir del confinamiento. El
senador fue tema de los debates televisivos posteriores y dividió las opiniones
entre quienes defendieron su intervención y los que se sintieron aludidos y
algo ofendidos.
Actualmente, Claude Malhuret
es senador por el departamento Allier y presidente del grupo “Les Indépendants
–République et territoires”. En el pasado, este epidemiólogo presidió la
asociación humanitaria de origen francés Médicos sin Fronteras. También fue
alcalde de la ciudad de Vichy y Secretario de Derechos Humanos durante la
gestión de Jacques Chirac.
En su discurso, de respaldo
al Primer Ministro, Malhuret apuntó a desmontar los que considera falsas
teorías sobre la pandemia, sus causas y consecuencias, preconceptos que no son
exclusivamente franceses, como se podrá apreciar.
“La
más absurda de las falsas ideas es que el liberalismo es la causa de la
pandemia. En este país, donde muchos prefieren a Robespierre antes que a Tocqueville,
donde siempre prefieren equivocarse con (Jean-Paul) Sartre a tener razón con
(Raymond) Aron, siempre la culpa la tiene el liberalismo. Sin embargo, incluso los más ignorantes
antimundialistas, populistas y complotistas deberían saber, porque hasta Google
lo dice, que Pericles, muerto por la peste en 429 a.C., y el rey San Luis,
muerto de lo mismo en 1270, jamás habían siquiera escuchado las palabras
capitalismo o liberalismo”, dijo el Senador.
Y remató: “El COVID no es
una enfermedad de la mundialización. Es una enfermedad y punto”.
También cuestionó la idea de
que los regímenes autoritarios enfrentaron la pandemia con más eficacia, idea
que calificó directamente como “estupidez”. “La causa de la enfermedad es el
virus -afirmó-; y la causa del drama es el régimen chino que escondió la verdad
durante un mes”.
“Es por eso que hay 25.000
muertos en Francia y cientos de miles en el mundo”, acusó.
“Los únicos países que se
las arreglaron bien fueron las cuatro democracias asiáticas: Taiwán, Hong Kong,
Singapur y Corea del Sur”, argumentó. Y pronosticó: “Es gracias a la democracia
liberal y a sus progresos científicos que las pestes fueron vencidas como
también lo será ésta mañana”.También aseguró que los que afirman que “nada será
como antes”, en el fondo buscan reflotar las mismas ideas rancias que
defendieron en el pasado: “Anuncian revoluciones, pero aprovechan la crisis
para reciclar ideologías archi perimidas; muerte del capitalismo, fin de la
técnica, decrecimiento. elogio del populismo, retorno a las fronteras,
nacionalismo.”
Finalmente, alentó al
Premier francés a cruzar su Rubicón -en alusión a la salida del confinamiento-
“sin temblar”.
Una crisis económica, y la que viene será una
de las peores, causa muchas más víctimas que el virus
Lo elogió por haber
privilegiado hasta ahora la vida de la gente y haber suspendido la economía.
Pero a continuación, dijo: “El 11 de mayo, al abrir las calles, las casas, las
empresas y las administraciones, no dejemos que nadie diga que estaríamos
haciendo lo inverso, optar por la economía contra los hombres. Al contrario, mantener el confinamiento o levantarlo
demasiado tímidamente causaría hoy muchas más víctimas”.
Lo enumeró de esta manera: “Primero, las víctimas de otras
patologías, mucho más numerosas de lo que pensamos, y que no se tratan desde
hace dos meses. Luego, porque una crisis económica, y la que viene será una de
las peores, causa muchas más víctimas que el virus. Y aunque el hecho de no
poder cifrarlas les permitirá a todos los que no entienden nada de economía y
que no aman esta disciplina, y en Francia son muchos, acusarlo a usted de
preferir las ganancias a la salud de nuestros conciudadanos, hay que abrir las
puertas y hacerlo sin dudar.”
En apoyo a su planteo, citó
a Richelieu, que decía: “No hay que
temerle a todo, pero hay que preparar todo”.