miércoles, 24 de febrero de 2021

AURELIO GARCÍA ELORRIO


 Dejo la banca para denunciar a la Provincia por acatar la ley del aborto

Red Positiva, febrero 21, 2021

 

Aurelio García Elorrio presentará este miércoles un pedido de licencia y dejará de ocupar su banca en la Legislatura el 1º de marzo, tras una década de protagonismo como voz opositora. Lo hace para abocarse en los próximos meses a liderar un planteo contra el Gobierno provincial, al que cuestionará judicialmente por “permitir una ley de aborto cuando en Córdoba la Constitución define a la vida desde el momento de la concepción”.

 

–¿Por qué decidió tomar licencia en la Legislatura?

 

–La decisión estaba tomada desde un principio. La fecha de recambio iba a ser el 30 de junio, pero en diciembre pedí autorización para retirarme antes porque, con la sanción de la ley del aborto, quería dedicarme, antes de la campaña a diputado nacional, a ayudar al Portal de Belén.

 

–Portal de Belén tiene presentado un amparo federal contra la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. ¿Avanzará en otro tipo de demanda?

 

–Además de la causa federal, trabajamos en otra contra la Provincia de Córdoba. En esa voy a intervenir desde el 1º de marzo.

 

–¿Con qué argumentos denunciará al Estado provincial?

 

–Portal de Belén entiende que Córdoba tiene la defensa de la vida desde la concepción establecida en el artículo 19 de la Constitución Provincial; entonces no tiene por qué permitir una ley de aborto amplio que deja sin derecho a los niños hasta las 14 semanas de gestación.

 

–¿Esa acción judicial tendrá acciones espejo en la Legislatura a través del bloque de Encuentro Vecinal?

 

–No. Precisamente es una demanda para que el Poder Judicial obligue al Ejecutivo a defender su autonomía. Está claro que ni el Ejecutivo ni el Legislativo están dispuestos a hacerlo. Obviamente el bloque tiene una posición clara respecto de las dos vidas, y no creo que Hacemos por Córdoba con su mayoría automática impida que la Nación nos avasalle, porque esta ley avasalla a Córdoba.

 

–¿No es un error político dejar la representación política que usted encara, la que ha sido ratificada en varias oportunidades, en otras personas?

 

–Durante estos casi 10 años se han formado cuadros. Este partido se ha especializado en el control del poder. Esté quien esté sentado en la banca, se hará un estricto control del poder. Ahora queremos saltar y llevar nuestra marca y forma de trabajar al Congreso Nacional.

 

–¿Confirma que se lanza a la carrera por una banca de diputado nacional?

 

–Eso vendrá después. Primero es el armado del Frente Mediterráneo, que pretende ser un movimiento que conjugue a las personas, grupos y partidos que quieren defender Córdoba. Se llama Mediterráneo porque no está armado en Buenos Aires, como es una mala costumbre desde hace un tiempo; un frente que no dependerá de la buena o mala sintonía con algún gobierno.

 

–¿Eso lo aleja definitivamente de un posible armado opositor con Juntos por el Cambio?

 

–Efectivamente. Cuando Juntos por el Cambios se independice políticamente y quiera meditar sobre lo provincial, quizá en el futuro podamos trabajar juntos. Mientras estén bajo la tutela de (Mauricio) Macri, (Horacio) de Rodríguez Larreta, no hay forma de hacer un acuerdo.

 

–¿Quiénes integran ese frente?

 

–Va a haber partidos y organizaciones sociales. Estamos en conversaciones con NOS (de Juan Gómez Centurión) y hemos invitado a la Coalición Cívica y a Primero la Gente; y, obviamente, a Encuentro Vecinal.

 

–¿Con el Frente Cívico hubo conversaciones en este sentido?

 

–Con el Frente Cívico lo único que hay es una excelente relación con Luis Juez, pero nada más que eso.

 

–¿Usted será candidato de ese frente?

 

–Los candidatos del Frente Mediterráneo no están puestos. Tampoco está puesta mi candidatura a diputado. Si Encuentro Vecinal tuviera que ir solo, a mí me encantaría encabezar la boleta de diputados y que Juan Pablo Quinteros fuera nuestro candidato a senador.

 

–¿Por qué este frente sería distinto de otras experiencias?

 

–Primero, porque Córdoba lo necesita; necesita un frente que piense en Córdoba. El gobierno de Hacemos por Córdoba vota en el Congreso contra los intereses de Córdoba por los “toma y daca” que hay con la Nación. Y el molde Juntos por el Cambio es algo que se decide en la ciudad de Buenos Aires; ahí hay poco o nada para ayudar a Córdoba.

 

–Al atomizar la oposición, ¿no es funcional a Hacemos por Córdoba, que usted tanto critica?

 

–De qué oposición hablamos. De la que se partió por el pacto Macri–Schiaretti para facilitarle un gran triunfo a Schiaretti. La oposición de Córdoba debe organizarse para disputar el poder. Pero mientras sigan pegados a la estrategia de Macri y de Rodríguez Larreta, seguirán pegados a Schiaretti. Por eso es tan peligroso lo de Gustavo Santos, que viene a sellar ese acuerdo. Para unir a la oposición hay que despojarla del pacto Macri-Schiaretti, que es lo que garantiza la supervivencia de Hacemos por Córdoba.

 

–De ese pacto que usted describe participó casi toda la oposición…

 

–En mi segundo mandato como legislador vi a toda la oposición, menos a Juan Pablo Quinteros, votando el endeudamiento de Córdoba. Para que haya oposición, hay que independizar a Juntos por el Cambio del pacto Macri-Schiaretti. Una vez que ellos rompan ese acuerdo, va a empezar a funcionar.

 

–En 2023 Schiaretti no será candidato. ¿Cree que eso cambiará las condiciones electorales?

 

–No estará Schiaretti, pero el pacto sigue. Gustavo Santos es la prueba y la garantía del pacto.

 

–Usted construyó una voz opositora potente. ¿Cómo imagina la dinámica de su espacio al tener al vocero fuera del recinto?

 

–María Rosa Marcone, puedo garantizar, lo va a hacer mejor que lo que lo hacía yo. Y Gerardo Grosso, quien me reemplazará, se ha jurado a sí mismo que esa banca no puede perder el ímpetu, la personalidad.

 

–Es la primera vez que un pastor evangélico ocupará una banca…

 

–Pero Grosso empezó a militar en Encuentro Vecinal hace muchos años, de allí proviene su banca. Es ampliamente conocido por los sectores evangélicos, pero él no viene a cumplir una función religiosa, sino una función meramente civil y a marcar un camino en el mundo evangélico comprometiéndose con la realidad de su tiempo.

 

–¿Cuál será desde ahora la vinculación entre Portal de Belén y Encuentro Vecinal?

 

–Ninguna. Portal de Belén existe desde hace 30 años. Se da la casualidad de que el actual presidente (Rodrigo Agrelo) es un militante de Encuentro Vecinal. Pero en Portal de Belén hay gente de todos los partidos.

 

–¿Hacia qué sectores debe apuntar Encuentro Vecinal para tratar de crecer políticamente y de formar músculo electoral?

 

–Debemos darle a la gente coherencia; y la gente, si hay algo que reconoce, es la coherencia; ahí vamos a crecer.

 

–¿En su campaña a diputado nacional planteará como propuesta modificar la Ley de Interrupción Legal del Embarazo?

 

–Sí, seguramente. El nuestro es un partido de las dos vidas, siempre vamos a querer eso.