Meoni estaba
decidido a prorrogar la concesión mientras llamaba a licitación
por Guillermo
Cherashny
Informador
Público, 25-4-21
La muerte
accidental de Mario Meoni, el Ministro de Transporte de la Nación, se produjo
camino a Junín, por la ruta 7, donde viajaba todos los fines de semana a ver a
su familia, en ese pueblo donde fue electo intendente en tres períodos y donde
dejó un gran recuerdo como un político moderado abierto al diálogo con todas
los espacios, especialmente a los opositores.
Fue un militante
radical durante toda su vida y en el 2000 trabó amistad en la legislatura
provincial con Sergio Massa, un joven diputado que entró en la lista de Eduardo
Duhalde en 1999. Esa amistad luego se transformó en coincidencias políticas y
acompañó a Sergio Massa cuando creó el Frente Renovador, y ahí siguió su
militancia ocupando el directorio del Banco Provincia en el macrismo y fue
designado Ministro de Transporte cuando asumió Alberto Fernández.
El asunto más
espinoso que tenía que resolver era la finalización de la concesión de la
Hidrovía y el llamado a una licitación nacional e internacional. Desde que
asumió Alberto Fernández, en ambientes habitualmente bien informados se
aseguraba que la nueva licitación beneficiaría a una empresa china
especializada en dragado y balizamiento, ya que por el río Paraná pasa la
mayoría de complejo agrícola-ganadero del país y esa concesión es la más
importante que tiene este gobierno y en el cual quieren participar empresas
belgas, holandesas, rusas y americanas. Actualmente la concesión está en manos
de la belga Jan De Nul y la local Emepa, y sectores ultras del kirchnerismo
volvían a invocar la llamada "soberanía alimentaria" y que tan mal le
fue con la expropiación de Vicentin, que por un tiempo no la plantearon más,
pero desde hace cuatro meses esos sectores quieren estatizar el dragado y el
balizamiento y cobrar el peaje, un negocio de entre 200 y 300 millones de
dólares, con el argumento que los productores fugan la soja al Paraguay la exportan
sin retenciones. Es verdad que esa operatoria existe, pero es muy menor a la
producción total del campo y existe porque hay cepo al dólar y no porque la
hidrovía y la prefectura no la pueden controlar. De modo que se podrían
recaudar miles de millones de dólares y no los 250 millones de dólares que
recauda actualmente, lo cual es un delirio mayor al que se propuso al intentar
expropiar a Vicentin.
Finalmente el
presidente, Cristina y Sergio Massa tienen en claro que una licitación nacional
e internacional supervisada por la OCDE puede dar la transparencia que exigen
los mercados locales e internacionales, y así entonces el ex ministro Mario
Meoni inicialó un decreto donde se prorroga por el término de seis meses a los
actuales concesionarios mientras se sustancia la licitación, de modo que ni los
chinos ni los estatistas controlaran el comercio internacional del país.