buscaría reflotar
un negocio en el puerto con el aval del Gobierno
La Nación, 2-2-21
En paralelo a su
voraz estrategia para sumar afiliados de otros gremios y a su insistente
reclamo por el pago de la indemnización a 500 empleados de la cadena Walmart,
Hugo Moyano activó gestiones con el Gobierno y empresarios de confianza para
intentar reflotar un negocio en el puerto de Buenos Aires que tuvo su momento
de plenitud durante el último tramo del kirchnerismo, entre 2011 y 2015.
Se trata del
seguro Transporte Argentino Protegido (TAP), que era exigido a todos los
operadores de las terminales y únicamente lo ofrecía una empresa llamada
Instituto Verificador de Transporte (Ivetra), a la que siempre se vinculó con
el jefe camionero, ya que el
director de la firma era Daniel Llermanos, su abogado, y el presidente era
Gustavo Elías, un empresario de Bahía Blanca que se considera “amigo desde hace
años” del sindicalista. Ambos ya no están más en la compañía, y cerca de Elías
desestimaron cualquier interés por retomar el control de las terminales
portuarias.
Ivetra nació en
2007 y comenzó a prestar el servicio del TAP en junio de 2011, en medio de una
fuerte polémica porque no hubo licitación y siempre fue la única que prestaba
el servicio. Comercializaba un seguro especial sobre el contenedor de 67
dólares más IVA por container. Recaudaba unos 4.000.000 de dólares por mes y
derivó en una denuncia en la Justicia, que tuvo avances en dosis homeopáticas
desde 2011 a la actualidad.
La causa quedó
radicada en el juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral, que delegó la
investigación en el fiscal Gerardo Pollicita. En diciembre de 2017, la Cámara
Federal dictó la falta de mérito de los acusados, entre ellos uno de los directores
de la Agencia de Puertos, y pidió un peritaje. Tres meses después, en marzo de
2018, Pollicita requirió procesamientos, pero nunca se concretaron, según
confirmaron a LA NACION fuentes judiciales. El expediente, desde entonces,
jamás se movió. Está ahora en manos de la jueza María Eugenia Capuchetti, la
reemplazante de Norberto Oyarbide en Comodoro Py.
En el Puerto de
Buenos Aires se viven hoy momentos de máxima tensión por la incertidumbre sobre
los puestos de trabajo. Bactssa , de capitales de Hong Kong, judicializó con
una medida cautelar su disputa por la extensión de la concesión de la terminal
5, donde se desempeñarían unos 400 operarios. Es probable que a partir del mes
próximo, la actividad se quede en manos de solo dos actores: APM, controlada
por Maersk, que está a cargo de la Terminal 4, y Terminales Río de la Plata
(TRP), que controla las zonas 1,2 y 3 y tiene como accionistas a Dubai Ports
Word , y al grupo argentino Román. El regreso de Moyano se podría dar de la
mano de Terminales Río de la Plata, según fuentes empresarias y sindicales del
sector consultadas por LA NACION.
Interna sindical
Llamó la atención
que durante los últimos reclamos gremiales en las terminales se divisaran
militantes camioneros entre los manifestantes portuarios. El apoyo de la tropa
moyanista sería para Daniel Amarante, quien se disputa el liderazgo del gremio
de Guincheros con Roberto Coria, un exaliado del jefe camionero. A través de su
hijo Facundo, Moyano intentó acercar posturas con los 12 sindicatos que integran
la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), un
conglomerado que desde hace años responde a Juan Carlos Schmid, quien tomó
distancia del moyanismo después de haber renunciado al triunvirato de mando de
la CGT. Algunos dirigentes gremiales portuarios ven con desconfianza el posible
regreso de Moyano al puerto y dudan que pueda lograrlo en un escenario de caída
en lo relativo al comercio exterior.
Mario Meoni, el
ministro de Transporte, negó que el regreso del seguro sobre los containers,
como lo hacía Ivetra, esté en los planes oficiales. También afirmó desconocer
el posible regreso de los Moyano y empresarios cercanos a la actividad. “No se
habló formal ni informalmente sobre el tema”, dijo a LA NACION el ministro del
área, uno de los hombres de Sergio Massa en el gabinete nacional.
En medio de
presiones empresarias y de diferencias internas en el Frente de Todos, Meoni
deberá resolver en el corto plazo las concesiones de las terminales del Puerto
de Buenos Aires, cuyo fuerte es el movimiento de unos 45.000 contenedores al
mes. También está pendiente de una definición el futuro de Hidrovía
Paraguay-Paraná, la boca de salida del 80% de las exportaciones del país, y
sobre todo, de la de soja, donde allí avanza una novedosa alianza en el polo
agroexportador entre el poderoso gremio de los aceiteros, a cargo de Daniel
Yofra, y la federación de gremios marítimos y portuarios, que encabeza Schmid.
Nicolás Balinotti