Las verdades olvidadas
León Prereira
Brújula cotidiana,
07-06-2021
Hay doce líneas
celulares provenientes de fetos abortados, y no hay que olvidar la forma atroz
en la que se mata a estos niños para utilizar sus tejidos. En cuanto a las
vacunas moralmente problemáticas, la Iglesia dice que sólo pueden aceptarse por
grave necesidad y de forma temporal, pero protestando contra la producción de
dichas vacunas y contra el uso de fetos abortados en la investigación médica.
En ningún caso es posible calificar el uso de estas vacunas como un deber
moral, mientras que sí lo es presionar para que se trabaje en la producción
de vacunas éticas.
Soy médico,
teólogo moral y sacerdote. Las opiniones que presento aquí son mías y no de
ninguna institución a la que pertenezco, ni de ningún lugar al que actualmente
esté asignado. Simplemente escribo como científico, teólogo moral y católico
fiel. Hay mucha información (verdadera y falsa) disponible sobre las vacunas de
COVID. En este artículo espero añadir claridad referente a la ciencia,
moralidad y la enseñanza de la Iglesia sobre estos temas.
1. Líneas de
Células Fetales
El problema de
conciencia para muchas personas, es que la fabricación de numerosas vacunas
modernas, implica el uso de células derivadas de bebés abortados (conocido como
“líneas de células fetales”). Se argumenta que los bebés no fueron asesinados
para estas muestras de tejido humano; pero esto ignora la cooperación cercana
que debe existir entre el recolector y el abortista para extraer muestras
vivas. También se argumenta que las células fetales están muy lejos del feto
original, por el paso del tiempo y la manipulación genética; pero esto ignora
el hecho de que las células de nuestro propio cuerpo están muy alejadas (a
través del tiempo y alguna mutación genética) de las células originales que
teníamos como feto, pero todavía son perceptiblemente nuestras células. Las
líneas de células fetales, aunque pase el tiempo o sean modificadas
genéticamente, siguen objetivamente siendo células de un feto y a menudo de un
órgano o tejido específico. En este contexto de colaboración entre abortista y
recolector, es engañoso decir que estos niños no fueron asesinados por sus
tejidos. Finalmente, se dice que no se requieren más abortos para estas líneas
celulares; la verdad es que nunca se requirió, ni seria necesario hacer ningún
aborto, pero la búsqueda de nuevas líneas celulares fetales continúa. La falta
de que no sostengamos ninguna objeción permite que esta "industria"
continúe sin control y sin oposición.
2. Los Niños
Abortados Sin Nombre
Las líneas
celulares tomadas de bebés abortados reciben números y designaciones, no
nombres. De esta manera, es mas fácil olvidarnos que fueron niños o niñas, de
una cierta edad, pertenecían a una familia, a una ciudad, a un país. Antes de
analizar las vacunas, observemos algunos de estos niños y veamos qué (o mejor
dicho, quien) se utiliza en estas vacunas y medicamentos. La extracción del
tejido vivo, significa que la recolección de estos niños, se realiza cercano o
poco antes de la muerte:
A las 14 a 16
semanas, perforaban el saco amniótico de la mujer embarazada, ponían una pinza
en la cabeza del bebé, tiraban de la cabeza hacia el cuello del útero, hacían
un agujero en la cabeza del bebé y conectaban una máquina de succión para
extraer las células cerebrales ... De
las 16 a las 21 semanas se realizaba un aborto provocado por prostaglandinas
donde se inyectaba la sustancia química en el útero, esto provocaba un mini
parto y la mujer expulsaba al bebé. El cincuenta porciento de las veces el bebé
nacía vivo, pero esto no les paraba. Simplemente le abrían el abdomen al bebé,
sin anestesia, y extraían el hígado, los riñones, etc. (Dr. Peter McCullagh, El
Feto Como Donante De Trasplantes: Perspectivas Científicas, Sociales Y Éticas.
John Wiley e Hijos, 1987).
A) WI-38 (Niña) –
Wistar Institute, cepa cellular 38
Desarrollado del
tejido pulmonar de una bebé sueca, de 3 meses de gestación, abortada “terapéuticamente” en Julio 1962 por
sus padres, que sentían que ya tenían demasiados hijos. Nació en Estocolmo,
medía unos 20 cm de largo, iba envuelta en una tela verde esterilizada y fue
entregada al disector. Sus órganos pequeñitos, fueron extraídos sin el
conocimiento o permiso de su madre, los envasaron en hielo y los trasladaron al
Wistar Institute (Instituto Wistar) en Filadelfia, donde fueron diseccionados adicionalmente.
Eligieron a esta niña, porque sus padres no tenían antecedentes de enfermedades
familiares o cáncer.
B) WI-26 (Niño) –
Wistar Institute, cepa celular 26
Desarrollado del
tejido pulmonar de un bebé caucásico, abortado con 3 meses de gestación,
alrededor del 1963.
C) WI-44 (Niña) –
Wistar Institute, cepa celular, 44
Desarrollado del
tejido pulmonar de una bebé sueca, abortada con 3 meses de gestación, alrededor
de 1964.
D) MRC-5 (Niño) – Medical Research Council,
cepa celular, 5
Desarrollado por
el Medical Research Council, del tejido pulmonar de un bebé caucásico, de
gestación de 14 semanas, abortado en el Reino Unido antes o en Septiembre 1966.
Su madre era una mujer de 27 anos físicamente saludable y genéticamente normal.
Tuvo el aborto provocado por “causas psiquiátricas”; se explica que su madre,
no lo quería. En el momento del aborto, el niño no padecía cáncer ni
anormalidades congeniales.
E) MRC-9 (Niña) –
Medical Research Council, cepa celular, 9
Estas células
fueron obtenidas del pulmón de una niña en 1974, con aproximadamente 15 semanas
de gestación. Con desarrollo normal, nació de una madre de 14 años; el aborto provocado se realizo porque la
madre no estaba casada. La madre y su familia no tenían antecedentes médicos. A
la niña le hicieron la disección inmediatamente que nació.
F) IMR-90 (Niña) – Institute for Medical
Research, cepa celular 90
Desarrollado por
el Institute for Medical Research (Instituto de Investigación Medica) del
pulmón de una niña de 4 meses de gestación, de un aborto “terapéutico” realizado el 7 de Julio, 1975, a una mujer
caucásica de 38 anos, madre de otros 6 hijos. Sus células estaban destinadas a
reemplazar a WI-38.
G) IMR-91 (Niño) –
Institute for Medical Research, cepa celular 91
Desarrollado por
el Institute for Medical Research del tejido pulmonar y piel de un bebé
caucásico abortado, con 3 meses de gestación, en 1983. Sus células iban a
reemplazar a MRC-5.
H) Lambda.hE1
(Niño) – Liver (higado), human (humano) Embryonic (Embrionario), cultura 1
De las células
hepáticas de un niño de 13 a 28 semanas de gestación (segundo trimestre). En
1980 fue abortado por “indicaciones psicosociales”, es decir, un embarazo no
deseado. Sus células se usan para fabricar una serie de medicamentos.
I) HEK-293 (Niña)
– Human (Humano) Embryonic (Embrionario) Kidney (Riñón) cells (Células),
intento 293
Desarrollado de
las células renales (escogidas deliberadamente por ser mejores para los
estudios de transformación) de una bebé holandesa de edad gestacional
desconocida, abortada en 1972. Uno de los desarrolladores de la línea celular,
dijo mas tarde, que no recordaba si el tejido provenía de un aborto espontaneo
o de un aborto provocado. Pero la niña fue descrita como “completamente normal”
por la persona que la recibió post-extracción, lo cual sugiere fuertemente que
en realidad resulto de un aborto provocado.
J) PER.C6 (Niño) –
Primary (primero) human (humano) Embryonic (Embrionario) Retinal cells (Células
de Retina), Clone (clon) 6
Desarrollado de
una retina aislada (estudios recientes demuestran que se pueden transformar mas
fácilmente) de un niño de 18 semanas de gestación, abortado en el 1985 en los
Países Bajos. El padre del niño fue catalogado como “desconocido” y es por esto
que la madre quiso deshacerse de el. Fue descrito como un “feto saludable”.
K) RA 27/3 (sexo
no registrado) – Rubella (rubeola), Abortus, 27 feto, 3 cultivo de explante de
tejido.
Un bebe de 8-9
semanas de gestación, su sexo nunca fue anotado. Este infante fue uno de mas de
80 bebés no nacidos asesinados en un estudio que aislaba el virus de rubeola.
La madre del bebé, con 25 años fue expuesta al virus de rubeola, 17 días mas
tarde el bebé fue abortado quirúrgicamente y fue diseccionado inmediatamente.
Se tomaron muestras de órganos y varios se cultivaron con éxito (pulmón, piel,
riñón). Este bebé particular fue el numero 27 de una serie de abortos durante
la epidemia de rubeola de 1964 y fue la cultura de tejido numero 3, que fue
elegido arbitrariamente para un estudio adicional. Estas células cargadas de
virus se utilizaron luego para infectar las células fetales WI-38.
L) WALVAX 2 (Niña) – Walvax Biotech Inc. (Compañía China)
Desarrollada de
células de pulmón de una bebé china, de 3 meses de gestación, que fue seleccionada
de 9 bebes abortados en 2009. La razón dada por el aborto provocado fue una
cicatriz uterina por una cesaría anterior, que sufrió su saludable madre de 27
años. Los recolectores utilizaron específicamente un método conocido como un
aborto de “bolsa de agua” (ilegal en los EEUU) para acortar el tiempo del parto
y para asegurar que el bebé naciera vivo, para poder cosechar sus órganos
cuando aun estaba viva, sin anestesia, porque la anestesia puede comprometer
las muestras de tejido celular. Sus células fueron buscada deliberadamente para
reemplazar la cantidad de WI-38 y MRC-5.
3. Tipos de
Vacunas de COVID
Las vacunas de
AstraZeneca, Johnson & Johnson y Sputnik V están hechas utilizando líneas
de células fetales. Estas células están utilizadas en el desarrollo, el diseño,
producción y en las pruebas subsecuentes de las vacunas. Es casi seguro que las
vacunas contengan células fetales. Digo “casi seguro” porque la industria
farmacéutica aun no ha revelado el contenido de las vacunas de COVID. A juzgar por
las vacunas previas, los prospectos del paquete revelan que las líneas de
células fetales están listadas entre los posibles ingredientes. Esto no es una
teoría de conspiración. Es información que admiten las compañías farmacéuticas.
La CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), la agencia de
salud publica nacional de los EEUU, publica en línea una lista de “excipientes”
de vacunas (es decir, lo que contienen), y los deshechos celulares fetales se
incluyen abiertamente para algunas vacunas. Anoten la inclusión de MRC-5 y
WI-38 como excipientes de algunas vacunas aquí: https://www.cdc.gov/vaccines/pubs/pinkbook/downloads/appendices/b/excipient-table-2.pdf
[En este enlace,
se puede leer un vademécum parecido en español: https://www.scielo.sa.cr/pdf/apc/v20n2/a08v20n2.pdf
]
Las vacunas de
Pfizer y Moderna, utilizan las líneas de células fetales para el diseño y
desarrollo de la vacuna y para pruebas de lotes posteriores. No utilizan las
líneas de células fetales para la producción celular de la vacuna, así que
estas vacunas no deberían contener deshechos celulares fetales.
Muchos Católicos
consideran las vacunas de Pfizer y Moderna como menos objetables, simplemente
por no ser subproducto directo de células fetales. Sin embargo, la producción
incluye el rediseño de la proteína de pico (o de S), la recodificación
posterior de los fragmentos de ARN mensajero (m), la expresión de pseudovirus y
la neutralización. Todos estos pasos utilizan las células fetales. La
producción eventual de la vacuna, involucra la replicación de la secuencia ARNm
y encapsulación en ciertos lípidos. Y es verdad, este ultimo paso no utiliza
líneas de células fetales. Pero todos los pasos anteriores si lo ha incluido.
Le sigue la prueba de las vacunas que es un procedimiento estándar. Este
proceso, típicamente también utiliza líneas celulares fetales. Por lo tanto,
las vacunas como la de Pfizer y Moderna, depende en gran medida en las líneas
celulares fetales.
Tenga en cuenta
que la objeción a estas vacunas no es que son subproductos físicos de células
fetales. Utilizar tejido humano directamente, en si, no es objetable (por
ejemplo, donación de órganos). La objeción es al uso (en absoluto) de los
cuerpos y tejidos de inocentes asesinados. Moralmente no hay diferencia entre
todas estas vacunas nombradas arriba: todas son igualmente moralmente malas. La
inclusión de células fetales en algunas vacunas, las hacen mas “asquerosas”
para la gente, pero estas son igualmente malas a las vacunas que utilizan
células fetales sin contener sus deshechos en el producto final.
4. El Juicio de la
Iglesia
Invariablemente,
los medios reportan las opiniones de los diferentes grupos eclesiásticos como
“el Vaticano”. La Congregación por la Doctrina de la Fe (CDF) emitió sentencias
el 2008 y el 2020. La Pontificia Academia para la Vida (PAV) publico
pronunciamientos en el 2005 y el 2017. Estos documentos no comparten el mismo
peso o autoridad.
“El CDF comparte
en el magisterio papal: tanto Dignitas Personae del 2008 y su nota del 2020
sobre las vacunas anti-COVID-19 fueron examinadas por el respectivo pontífice
reinante, quien ordeno su publicación. De las dos, Dignitas Personae es más
autoritario, en la medida en que es una instrucción y, como tal, “triunfa”
sobre una nota. En contraste, la PAV, es un órgano asesor. Sus pronunciamientos
no forman parte del magisterio, ni su tarea en rigor es la de enseñar. No
obstante, lo cierto es que el católico corriente suele desconocer esta
diferencia y los medios de comunicación no suelen discriminar: la PAV se
presenta como “el Vaticano” ni más ni menos que la CDF.”
La enseñanza mas
autoritaria de la Iglesia, hasta ahora, ha sido Dignitas Personae (2008), que
dice, en los casos donde (1) no hay otra opción, (2) cuando hay un peligro real
y (3) la seguridad de los niños está amenazada, entonces (4) de forma temporal,
se pueden utilizar dichas vacunas. (5) ¡Pero hay que presionar a los gobiernos,
las empresas farmacéuticas, los investigadores, etc. Para encontrar una
alternativa éticamente aceptable! Además (6) nadie puede ser obligado a
vacunarse; tienen derecho a negarse, aunque deben tomar precauciones para
reducir su papel en transmisión de la enfermedad durante una epidemia.
Este penúltimo
punto (5) es importante, para evitar el escandaló. El pecado del escándalo no
se trata de estar conmocionado o escandalizado. Significa que las acciones de
una persona inducen a error a otra a pensar que algo pecaminoso no sea un
pecado y, por lo tanto, la hace más propensa a cometer ese pecado. Por ejemplo,
dar la Sagrada Comunión a políticos notoriamente pro-aborto, que públicamente
han dado a conocer sus acciones y puntos de vista para promover el aborto. El
hecho de que el clero no advierta a esas personas, para que se arrepientan y
modifiquen sus costumbres o que dejen de recibir la Comunión, es una falla en
el amar auténticamente a estas personas y en estar dispuesto a poner en peligro
su salvación eterna. El pecado del escandalo ocurre cuando los católicos
corrientes son engañados a creer que estar a favor del aborto es compatible a
ser un católico fiel.
Para evitar o
reducir el pecado del escandalo, en cuestión de las vacunas dependiente del
aborto, todos los cristianos y las personas de conciencia deben protestar ante
sus gobiernos y las industrias de la salud y farmacéutica para que dejen de
fabricar, distribuir y usar vacunas y otras medicinas que están comprometidas
con el aborto, y en cambio, producir alternativas que sean éticamente
aceptables. Cuando cualquiera dice que las vacunas derivadas del aborto son
“moralmente aceptables” sin la necesidad de protestar el uso del tejido fetal
abortado, esto es el pecado del escandalo. El testimonio pro-vida de la Iglesia
es considerablemente debilitada. ¡Para el mundo secular, parece que los
católicos decimos ser pro-vida, pero estamos hipócritamente contentos de
aceptar los beneficios de los frutos del aborto!
Y peor, otros
católicos son engañados a pensar que esto es un compromiso aceptable.
Por eso, es
posible que algunos católicos no puedan recibir una vacuna derivada del aborto,
bajo ninguna circunstancia. En conciencia, su testigo pro-vida no permitiría
este compromiso, incluso si protestaran contra el abastecimiento poco ético de
la vacuna. En la Biblia, el rey David, huyendo de su hijo Absalón, anhela beber
agua de Belén. Tres jóvenes bravos arriesgan sus vidas para cruzar las líneas
enemigas y traer esta agua para el rey. “Él no quiso beberla, sino que la
derramó antes el Señor diciendo: - Lejos de mí, Señor, hacer tal cosa. Sería
como beber la sangre de estos hombres que han arriesgado su vida yendo allí.”
(2 Sam 23:15-17; 1 Cro 11:17-19). Aunque no fallecieron estos jóvenes soldados,
arriesgaron sus vidas por esta agua. Para David esta agua era el alma de sus
hombres, y no los deshonraría atendiendo a sus propias necesidades. Derramó el
agua sobre la tierra, regresándosela a Dios – porque la vida de cada ser humano
pertenece a Dios solo. Toda persona de conciencia debe ser respetada, como
igualmente todas las que desean que las líneas de células fetales y sus
productos estén entregadas a Dios, enterradas en la tierra, ya que el respeto a
la dignidad humana lo demanda.
El pecado de
escandalo es buen lugar para mencionar “amor al prójimo”. A menudo, cristianos
bien intencionados, pueden decir que las vacunas derivadas de abortos se debían
recibir por amor al prójimo- para proteger su salud mediante el desarrollo de
la inmunidad colectiva, etc. También hay un amor al prójimo superior al que
estamos llamados. Recordar, aunque estas vacunas se pueden recibir bajo ciertas
circunstancias, los productores de las vacunas, incluidos los investigadores y
los abortistas, ponen en peligro sus almas. El Dr Stanley Plotkin tuvo un papel
clave en el descubrimiento de la vacuna contra la rubeola y es un vacunólogo
destacado. El admite, de que una
tolerancia continua a los medicamentos contaminados con el aborto, pone en
peligro almas como la suya.
“Actualmente, la
Iglesia Católica a emitido un documento sobre el [tema de las vacunas derivadas
del aborto] que dice, que los individuos que requieren la vacuna deberían
recibir la vacuna, independientemente del hecho [de que fueron derivadas de
abortos]; esto implica de que yo soy el individuo que ira al infierno por el
uso del tejido de abortos- Lo cual estoy contento de hacer.” (Testimonio del Dr
Stanley Alan Plotkin, M.D. durante el juicio sobre vacunas en Oakland County,
Michigan (Enero 11, 2018).
[Ver marca de
tiempo 17:30:44-17:31:13 en https://www.youtube.com/watch?v=Y9gWzTlpiDI
]
5. Resumen
1) El uso de las
vacunas moralmente contaminadas es aceptable por motivos graves, especialmente
por la protección de los vulnerables, y de forma temporal;
2) La necesidad
moral de recibir estas vacunas puede incluir una gran presión o la necesidad de
vacunarse para mantener el trabajo, por ejemplo personal médico en los
hospitales;
3) En todo caso,
la Iglesia y todas las personas debe protestar la producción de estas vacunas y
los abortos, incluidos los abortos por investigación medica;
4) Se le imponen
las siguientes obligaciones a los médicos y jefes de familias (PAV 2005)
A usar vacunas
alternativas (si existen),
A presionar a las
autoridades políticas y los sistemas de salud para que pongan a disposición
vacunas éticas,
A recurrir, al uso
de la objeción de conciencia, si es necesario, a vacunas derivadas del aborto
(es decir, rechazar estas vacunas),
A oponerse por
todos los medios (por escrito, a través de diversas asociaciones, medios de
comunicación, etc.) a las vacunas derivadas del aborto,
A crear presión
para que se preparen vacunas alternativas que sean éticas,
A solicitar un
riguroso control legal de la industria farmacéutica,
A luchar y emplear
todos los medios legales para hacer la vida difícil a las industrias
farmacéuticas que actúan sin escrúpulos y sin ética.
5) En ningún caso el uso de tales vacunas debe
considerarse un deber moral o ser elogiado; en el mejor de los casos, como el
canibalismo en caso de extrema necesidad, su uso es lamentable;
6) Otro tema es la
necesidad médica de estas vacunas (la pandemia realmente justifica el uso de
vacunas?) y su seguridad (las vacunas COVID son experimentales y algunas son
novedosas en su modo de acción) estas cuestiones aún son cuestionadas por
quienes tienen la competencia científica pertinente; por lo tanto, la renuencia
del público en general a someterse a la vacunación es aún más comprensible;
7) Existen vacunas
moralmente aceptables, o estarán disponibles en breve; es posible que sea
difícil acceder a ellas según el lugar donde viva;
8) Nadie puede ser
obligado a vacunarse contra su conciencia.
9) Mientras la
virtud de la justicia, estrictamente hablando, no prohíbe la recepción de estas
vacunas, la virtud de la caridad puede llevar a los cristianos a renunciar a
ellas, tanto por su propia alma y como testigo de la dignidad de la vida.
(No se incluye una tabla anexa, por la dificultad
técnica para reproducirla)