¿EL NUEVO PORRO ARGENTINO?
Carlos A. N. Rivero
El sábado último la selección argentina ganó la final
del campeonato frente a Brasil y se desató el triunfalismo: “Le ganamos a
Brasil”, “le ganamos a Bolsonaro”, “somos los mejores”. Todos los medios se
llenaron de elogios por el triunfo. Uno de ellos (cordobés), intentó adivinar
el pensamiento por el triunfo de un comentarista fallecido.
Pero la verdad es que solo ganamos un partido y un
campeonato; al día siguiente pasaron los que puerta a puerta mendigan ayuda para subsistir; diariamente hay
más muertos por Covid y siguen faltando vacunas; la desocupación sigue
creciendo; se sigue ahogando la clase
media y las empresas con una voracidad
fiscal que no para de buscar nuevas víctimas para financiar el gasto público
improductivo creciente (hay que ganar el próximo comicio); un médico salteño
para ejemplificar la situación por la que pasa el personal de salud, dice que
como Carlomagno al invadir Fenicia, ellos sienten que están quemando las naves.
Al igual que en otros países (Cuba, por ej.) la gente ha
salido a protestar a las calles, en el nuestro las manifestaciones de protesta
se incrementan. En el Evangelio de hoy San Mateo (10,34-42.11,1.) relata que Jesús dijo a sus
apóstoles: "No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No
vine a traer la paz, sino la espada, el sentido de su frase es porque había llegado a
traer la verdad y esta se opone a la mentira.
Basta de porro que nos hace olvidar la realidad y
enseñorea el engaño, hay que procesar a
los corruptos, quitando fueros si hace falta, hay que denunciar los abusos,
tengo la impresión de que estamos transitando el camino de España de la década
del treinta, que terminó con un clarín que tocó a degüello.