EL SUBSECRETARIO
DE PESCA LIBERMAN CONFIESA SU INCAPACIDAD
César Lerena, 4-8-21
“A confesión de
parte, relevo de pruebas”, es un axioma jurídico que significa que quien
confiesa algo nos evita tener que probarlo. De la perspicaz entrevista
realizada por Karina Fernández y Guillermo Nahum al subsecretario de pesca
Carlos Damián Liberman, para la Revista Puerto y publicada en este medio el 03/08/2021
surge con claridad la incapacidad del
subsecretario de pesca Carlos Damián Liberman para administrar los recursos
pesqueros del Estado; su falta de sentido común y de oportunidad, dañando al
sector empresario, al trabajador y al ecosistema, además de evidenciar la
aplicación de un modelo pesquero que provoca la generación de bajo valor
agregado, concentración y generación de subsidios por la pérdida del trabajo.
No tocaremos una
sola letra de esta excelente entrevista (no solo las preguntas sino también las
repreguntas, no siempre frecuentes en los periodistas) que desenmascara lo peor
que pasa en la pesca: este buque no tiene capitán o, peor, el capitán carece de
toda aptitud y actitud para administrar con equidad un recurso del Estado,
poniendo en riesgo no solo importantes inversiones privadas; el trabajo de
miles de familias que dependen de este sacrificado empleo; precarizando la
ciencia y la técnica y, aún más grave, si se puede más, colocando el recurso en
una situación de alto riesgo, admitiendo pescas insostenibles e insustentables.
Y esta entrevista que hay que agradecerla a los periodistas, también hay que
admitir el sincericidio de Liberman, reconociendo gravísimos errores y
cuestiones pendientes sin resolver tras desempeñarse como director nacional de
Coordinación Pesquera (2011/15); miembro del Consejo Federal Pesquero durante
el gobierno del presidente Macri (2016-2019); secretario de Pesca de la
Provincia de Santa Cruz (2017/19) y a pocos meses de cumplir dos años como
Subsecretario de Pesca (10/12/2019). No puede Liberman echarle la culpa al
gobierno anterior (como es habitual en la política), porque formó parte de la
estructura del área con cargos jerárquicos con facultades para sugerir,
elaborar y ejecutar la política pesquera desde hace 11 años. Algo debería haber
aprendido y conocido.
Aquí la entrevista
textual de Revista Puerto, con algunos comentarios míos:
Revista Puerto:
«…La entrevista comenzó con una conversación informal sobre la falta de trabajo
del Ministerio de Relaciones Exteriores en la gestión de acuerdos comerciales.
Siendo un tema que en cierta forma escapa a sus posibilidades de acción, el
Subsecretario planteó hasta dónde pudo llegar con la rebaja de aranceles para
mejorar las posibilidades de ingreso a los mercados para el sector pesquero».
Es muy llamativo
el diálogo y el reconocimiento de los límites comerciales que tiene el
subsecretario del área, en especial, porque, más allá de estos límites que el
subsecretario tendría en esta materia central, el Canciller Felipe Solá,
especialmente, solicitó agregar a su Ministerio de Relaciones Exteriores el
“Comercio Exterior”.
Carlos Liberman:
«La pesca es observada como una actividad extractivista, pero yo no creo que se
pueda comparar con el sector agroganadero en relación con la generación de
divisas y cantidad de trabajo que genera. Como equipo que somos, cuando el
Estado tenga una menor necesidad de la que tiene hoy de recaudar más divisas
por vía de la exportación, seguramente iremos a un esquema de aranceles que
será superador del que tenemos. El de hoy es mejor que el que estaba antes, en
el que todos pagaban lo mismo, independientemente de cuánto empleo generaban y
de cuánto producto transformaban en Argentina. Cuanto más nos alejemos de Las
venas abiertas de América Latina, más tenemos que reconocer y acompañar como
Estado. A mí no me resulta indiferente que se produzca en Argentina o en Perú,
China o algún lugar de Asia o España».
El subsecretario
manifiesta que «la pesca es observada como una actividad extractivista» y ello
no es solo una mera “observación” de terceros, sino una información se surge
del análisis de las estadísticas de responsabilidad del subsecretario (Art. 7º
inc. i de la Ley 24.922) publicadas por esa dependencia y de la propia
intencionalidad y apoyo que Liberman da al modelo extractivo, como resulta de
los resultados y puede verse en la entrevista del 12/12/2019 de Pescare.com.ar
que este medio le efectuó a dos días de asumir el cargo de subsecretario: “¿No
crees que esa problemática también es consecuencia de un cambio en el modelo de
negocio, de una industria que se vuelca cada vez más hacia el congelado?:
«Mira, a partir de la experiencia de la que vengo (Santa Cruz), nos sentamos
con los gremios, las empresas y nos dimos una lógica con un Estado presente que
permitió que el empleo crezca de una manera significativa». ¿Tu idea es
replicar ese modelo a nivel nacional? «Sí...».
En la misma
ocasión este funcionario reconocía que la actividad había crecido y el trabajo
decrecido: «Si bien reconozco que la actividad hace un período importante de
años viene creciendo en términos de exportaciones (…) la generación de empleo
cayó en algunos puertos como el de Mar del Plata. Creo que hay problema real
(...) Hay que mejor la matriz productiva porque evidentemente existe un
problema de empleo real.. El procesamiento de pescado en tierra es un tema
central»
El relato de
Carlos Damian es, como vemos, absolutamente contradictorio y hasta aquí todavía
no se ha referido a la devolución de cuotas de merluza que obviamente de
haberse procesado a través del titular del empresario concesionario o un
tercero, con destino a la exportación o el consumo interno el trabajo hubiera
crecido, del mismo modo, si las capturas hubiesen estado mayoritariamente en
manos de fresqueros en lugar de congeladores. Por cierto, habría que recordar
que el consumo de pescado en la Argentina (6,5 kg/per cápita) es más bajo que
el promedio mundial en los países emergentes al igual que en los desarrollados
(19 Kg/per cápita).
(RPuerto): “En
este acompañamiento del Estado entran los planes sociales. Es innegable que
muchas personas los necesitan porque el sistema genera excluidos. ¿Pero
considera que pueden estar afectando negativamente en sectores como la pesca
que requiere empleos temporales?”
(Liberman): «El
plan social es una medida que intenta contener a gente que quedó desclasada en
diversas épocas de nuestra historia, y el Estado tiene que atenderlo; que
después eso tenga incidencia en el empleo, puede tenerla, pero, primero esa
gente debe tener posibilidades de acceso a los alimentos y al sostén de su
familia. Puede ser que tenga incidencia… Pero si lo asociamos al langostino, yo
hago otro acople, lo vi en el sur. Procesar merluza pude ser más rentable en un
lugar que en otro, pero lo que lo hacía viable era añadir langostino; sin ser
un subsidio el langostino fue el gran oxigenador de la producción de merluza.
Si hubo un problema en Mar del Plata, tiene que ver con la falta de regularidad
en el aprovisionamiento de una materia prima que pudiera ser rentable y si el
langostino comienza a procesarse en esas plantas en los momentos en que la
merluza no es rentable, se resolverá gracias a la rentabilidad del langostino».
Liberman intenta
demostrar que la provisión de langostino opera como subsidio al procesamiento
de la merluza, pero ello está en abierta contradicción con la devolución de
cuotas de merluza. En este punto queda claro que la subsecretaría ha sido
incapaz de administrar el recurso. La sostenibilidad del recurso y la
sustentabilidad de la actividad van de la mano. Sobreexplotar el recurso es tan
grave como subexplotarlo. No sirve dar sostenibilidad a las especies sino no
damos sustentabilidad a las empresas y el empleo.
(RPuerto): “En Mar
del Plata, la falta de aprovisionamiento de materia prima arrancó en 2012
cuando el Consejo Federal Pesquero permitió devolver cuota de merluza sin
penalización, como consecuencia del paro del SiMaPe. Allí comenzó el cierre de
muchas plantas, la falta de explotación fue justificada, pero luego se siguió
permitiendo sin justificación y esos puestos de trabajo no se recuperaron”.
(Liberman): «Ahora
lo cambiamos, hasta el año pasado se podía devolver el ciento por ciento de la
cuota y eso no implicaba ninguna penalización. La primera persona con la que me
junté en este despacho cuando asumí, fue Cristina Ledesma y le pregunté qué
pensaba y me dijo que el calamar debiera reprocesarse y la merluza no debería
poder devolverse. Le dije que creía que había que llevarlo de forma gradual
pero que tenía razón y este año dijimos que solo se puede devolver la mitad,
con lo cual todos los buques merluceros arrastreros dejaron de tener esa
posibilidad».
Llama la atención
que el subsecretario se olvide que desde el 2011 se desempeñó como director
nacional de Coordinación de Pesquera y que en el período que refirió en el que
el Consejo Federal Pesquero (CFP) admitía la devolución del 100% de la cuota él
era consejero y no hay votos contrarios suyos a esta decisión. Es insostenible
también aceptar una devolución del 50%. El funcionario deja claro que no conoce
el alcance del término “Administración” por la forma que maneja la
disponibilidad y uso de los recursos del Estado. Es raro también, que haya
tenido “demagógicamente” que consultar a la secretaria del SOIP respecto a la
situación laboral de la pesca, porque, entiendo, que debería conocer la
dramática reducción de afiliados en este gremio en la última década con relación
a las décadas 70/80, y, ello, debería haberle servido para evaluar el modelo
extractivo y de congelación a bordo que ha promovido todos estos años, incluso
en el período derivado de su participación en el Consejo durante el gobierno de
Macri. La gradualidad a la que refiere es un criterio burocrático y, no se
puede manejar un negocio de dos mil millones de dólares anuales con gradualidad
sin causar daños al sector. Grandes problemas requieren grandes soluciones y,
no se resuelven administrando la crisis. Pero el burócrata es poco probable que
lo resuelva, para eso hay que haber pagado alguna quincena y, en la pesca, como
dice el dicho: “hay que mojarse el c…”.
(RPuerto): “¿Pero
por qué se les sigue permitiendo devolver el 50 por ciento si eso también
desvirtúa el Régimen de cuotificación por el que se les otorgó esa cuota?”
(Liberman): «Te
doy la razón, tiene ese efecto. Es un error que la administración tiene que
asumir y lo hablé con las cámaras, con las que lo devuelven y con las que lo piden.
Pero ahora también cambiamos la prioridad en la asignación, porque se les daba
prioridad a los fresqueros, pero los dos lo podían pedir al mismo tiempo y
terminaba siendo una abstracción. El año pasado hubo un piso de ocho mareas
para los fresqueros y si había remanente, podían recibir los congeladores, este
año se hace más pesado porque pueden devolver solo la mitad. No tengo un
problema con el congelador, pero considero que había una tendencia que ponía en
una situación de mayor debilidad a los fresqueros y la falta de
aprovisionamiento de materia prima los hacía cada vez más débiles, porque van
al mismo mercado; si tienen menos stock, tienen menos margen de rentabilidad.
Todo ese ciclo hacía que el fresquero se perjudicara un poco más».
Sinceramente,
Carlos Damián, por momentos más que un subsecretario pareciera ser el relator
de un partido. “La administración tiene que asumir” (¿?) No señor
subsecretario, usted es el responsable de que una empresa cierre, que despida
operarios o pierda competitividad. ¿No contestaba al periodista minutos antes,
que la pesca se “observaba como extractiva”? Es extractiva y, basta ver las
estadísticas de exportación y, el procesamiento de materias primas argentinas
en terceros países intermediarios e importadores que transforman en destino.
Pero, hay todavía algo más importante que los periodistas le preguntaron:
“…devolver el 50% también desvirtúa el Régimen de cuotificación por el que se
les otorgó esa cuota?” que el subsecretario no contesto y ello es central, primero,
porque se desvirtúa el otorgamiento de cuotas que fueron otorgadas en función
de un proyecto que la empresa no cumplió con la complicidad del responsable de
administración (Art. 7º inc. a y f, Art.
27 de la Ley 24.922) y segundo y, fundamentalmente, porque es imposible
planificar una administración eficiente (Art. 7º inc. a, Art. 9º inc. a y f de
la Ley 24.922). Este solo hecho, demuestra en forma categórica que el
subsecretario y presidente del Consejo Federal Pesquero incumple con la Ley
24.922 y lleva una administración ineficiente de los recursos del Estado.
(RPuerto): “Parece
un poco naif porque dejaron de explotar la merluza porque les convenía explotar
el langostino. Ese fue el motivo por el que devolvieron la merluza”.
(Liberman): «Los que
iban al langostino sí».
Liberman confirma
que los que iban a la pesca de langostino dejaron de pescar merluza y lo dice
con una ligereza casi rayana a la inimputabilidad. Él, primero, como consejero,
autorizó a los empresarios a devolver el 100% y ahora autoriza a devolver el
50%. Entiendo que la contestación es suficiente para iniciarle una acción por
incumplimiento de los deberes de funcionario público. Le recuerdo al
subsecretario que él no es un relator de lo que ocurre en la pesca, él es
responsable de lo que pasa en la pesca. La función del empresario que ha
recibido la cuota de captura es cumplir con las condiciones pactadas a la hora
de otorgársela y, la del Subsecretario monitorear que ello ocurra. El daño
patrimonial para el Estado de la devolución de cuotas, sean 100%, 50% o 10% es
gravísimo respecto al desarrollo poblacional e industrial y de generación de
recursos económicos, pero los efectos sociales y laborales son más graves aún,
en un país con un 45% de pobreza y un 13,1 de desocupación. Sin evaluar los
efectos negativos estratégicos, que esta administración paupérrima,
ocasionan.
(RPuerto): “Es la
mayoría de los que devuelven la cuota de merluza”.
(Liberman): «Pero
los arrastreros de más de 40 metros que solo van a merluza pasaban por ese
ciclo negativo».
La cuestión no
tiene relación con la pandemia; es producto de una mala administración, que lo
tiene como responsable desde hace once años, en los que ocupó funciones
jerárquicas relativas a la pesca.
(RPuerto): “Los
fresqueros siempre tuvieron muy buena prensa y siempre han ido ganando terreno,
eso se vio en la cuotificación de la merluza y más claramente en el langostino.
El aumento de buques en esta pesquería ya fue señalado por el INIDEP como una
señal de preocupación. Sin embargo, continúan aprobando reformulaciones. ¿Por
qué siguen aumentando el número de barcos?”
(Liberman): «El
primer motivo es que jurídicamente si un administrado se presenta y pide que la
administración le resuelva algo a lo que tiene derecho, hay que resolverlo. La
segunda cuestión es cómo sigue, la verdad es que no sigue igual que como
veníamos. Las tres reformulaciones que se aprobaron primero son menos y segundo
se ponderó de forma diferente el cupo de captura. La cantidad de cupo que se
les otorgó es notablemente menor al que se les otorgaba antes, porque el
variado costero se ponderaba al 90% y se transformaba en una autorización para
todas las especies y eso no existe más».
No hay
reformulación de fresquero a congelador o de aumento del esfuerzo pesquero u
otro que modifique las condiciones que fueron aprobadas que se encuentre
autorizada por la Ley 24.922 y por el contrario se encuentran absolutamente
prohibidas, se trate de una o cien. Además, muchas veces eso sólo significa la
modificación de la política de distribución equitativa de cuotas y
autorizaciones. Por otro lado, sería interesante recordarle al subsecretario
que en su calidad de miembro del Consejo Federal Pesquero que presidía el
macrista Juan Bosch no se opuso al DNU 145/19 (Luego Ley Pinedo) que permitió
poner como garantía ante las entidades bancarias o de crédito las cuotas o
autorizaciones de captura, recursos que son patrimonio del Estado Nacional o
Provincial en su caso y, otorgar un aumento de la cuota a la construcción local.
Estas dos cuestiones -y otras que el DNU incluyó- son suficientes para que en
lugar de ser el CFP y el Subsecretario quién administra el recurso sea un
astillero privado quién modifique el esfuerzo pesquero o una entidad bancaria
pueda quedarse con recursos que es de propiedad del Estado y quien debe
administrarlo.
(RPuerto): “En la
última reformulación, según los números que constan en el Acta, se otorgó más
del 80 por ciento y por otra parte se tomó como captura histórica promedio de
una lancha amarilla 600 toneladas. Los registros de esa lancha son de
aproximadamente 100 toneladas por año”.
(Liberman): «Yo no
recuerdo si la historia daba 100, 200 o 300 toneladas, lo que sí sé es que sale
de las bases oficiales de la Subsecretaría de Pesca. Es una lancha que dejó de
operar hace mucho tiempo y antes operaban a mayor volumen que ahora».
En este punto
Carlos Damián más que apelar a la memoria debería acercarse al legajo y
demostrar categóricamente que no hubo una reformulación fraudulenta. Y además
entre 100 a 600 hay 500 toneladas de diferencia. El Estado debe hacer públicas
estas informaciones y a la sola pregunta debe aportar las pruebas
correspondientes para evitar actos de corrupción o de mala praxis.
(RPuerto): “Puede
ser que capturaran más pelágicas, pero si llevaba muchos años inactiva se
entiende menos. Volviendo al número de buques. ¿Hasta cuándo piensan seguir
admitiendo el ingreso de barcos?”.
(Liberman): «El
número de barcos es grande e importante para una pesquería que es grande e
importante, la pesquería era mucho más chica hace doce años y había menos
barcos, la administración tuvo en ese momento una disyuntiva, si queríamos
generar la mejor administración del recurso con más barcos, mayores capturas,
mayores niveles de actividad productiva en las plantas en tierra y mayores
ingresos de divisas, íbamos a necesitar más barcos. Lo que sin dudas se puede
seguir mejorando es la administración del recurso y las formas en que se pesca.
Podemos tener pocos barcos y pescar peor, si no tenés un control sobre si se
pesca de noche, con cien buques pescás como si fueran doscientos. El incremento
del esfuerzo pesquero puede tener que ver con la práctica pesquera y no tanto
con el número de buques, podemos tener muchos buques y hacerlos pescar menos.
En el norte se pescaba libremente».
Si bien es
“esfuerzo” es fundamental, la subsecretaría de pesca no tiene capacidad de
control alguno (ver más adelante la cuestión de control por monitoreo). No solo
no se controlan las capturas, los descartes, etc. sino que hay informes de la
AGN y del propio INIDEP que los partes no coinciden con los desembarques y es
vox populi la sustitución de especies, al margen de que la Subsecretaría de
Pesca no tiene capacidad, ni hace control de stock ni a precisado los
rendimientos en los procesos a bordo y en las plantas industriales. Su
respuesta es obvia, pero la subsecretaría carece de la suficiente información
para llegar a un diagnóstico certero. En las condiciones actuales de falta de
información y control, más barcos significa teóricamente más esfuerzo. Una
respuesta evasiva.
(RPuerto): “Iban
muy pocos barcos al norte hasta hace un par de años”.
(Liberman): «Pero
llegaron a pescar 20 mil toneladas y si están mejor manejadas y con ayuda del
ambiente quizás nos permitan dar el salto que dimos al sur, no digo de 200 mil
toneladas, pero muchas toneladas más. Antes, todos tenían el despacho
habilitado en el norte y se pescaba un 60 por ciento de hembras impregnadas. El
año pasado le expliqué al sector que tenemos que hacer una apuesta, porque si
pescamos mejor en el norte, si pescamos cuando los niveles de hembras maduras
se reduzcan al 30 por ciento, salvaguardamos a un conjunto de hembras que van a
seguir migrando hacia el norte y van a desovar. Si responde como pasó en el sur
podemos mejorar las capturas, por eso le pedí al INIDEP que la primera campaña
del buque Mar Argentino sea en busca de langostino en la zona de El Rincón o en
litoral bonaerense para saber si la medida es conducente».
El subsecretario
debería recordar que su obligación es cumplir con el Tratado del Río de la
Plata y su Frente Marítimo. Y en la Zona Común la pesca argentino-uruguaya debe
mantener la proporcionalidad en las capturas, cuestión que no ocurre, con un
grave perjuicio para la industria nacional.
(RPuerto): “Es
sabido que se preocupa por estudiar y se pueden reconocer las buenas
intenciones de pescar más y mejor. Pero precisamente con ese razonamiento, no
se entiende por qué se sigue trabajando sin datos de observadores en la flota
fresquera durante la temporada, cuando los investigadores han indicado
públicamente que la forma de trabajar de este sector le hace daño al
langostino.
(Liberman): «Hay
empresas que son más diligentes que otras tengan fresqueros o congeladores,
creo que hay muchos preconceptos y hay mucho por mejorar. La realidad se
presenta con todo ese degradé de cosas buenas o malas. Para saber si se pesca
de noche le pedí a la Dirección Nacional que prepare un informe con diversos
niveles de análisis: cuánto tarda un buque en llenar la bodega y llegar a
puerto y cuánto tardan en la misma zona buques de similares características; y
que lo contraponga con los datos de captura por unidad de esfuerzo para esa
área y días determinados que me da el INIDEP. Así podremos empezar a tener un
entrecruzamiento para ver si efectivamente pescan de noche. El SOMU me dice que
son el mejor reaseguro porque si pescan de noche les paran los buques, yo no
tengo que quedarme con esa tranquilidad, yo tengo la obligación de controlar
que no pesquen de noche. Pareciera que puede haber algún incidente aislado,
pero en términos generales no pescan de noche, pareciera… lo vamos a ver y si
lo detectamos lo vamos a infraccionar».
¿De noche no
controlan a los buques extranjeros? La falta de Observadores capacitados,
confiables y bien pagos, es central. ¿quién evitaría la depredación, el
descarte y les proveerá la información?
(RPuerto): “El
INIDEP habla de toda una forma de trabajar, no puntualmente de pescar o no de
noche. El fresquero no tiene el cuello de botella de un congelador en la
producción, lo que permite tener una captura menos voraz y más ordenada”.
(Liberman):
«Claro, ese cuello de botella no existe. Yo no quiero hacer una defensa de cómo
pescan los fresqueros, pero no es tan fácil establecer un límite a su capacidad
de pesca diaria porque tiene que ver con su curva de rentabilidad, si está
mucho tiempo en el agua va a empezar a desperdiciar el langostino que capturó,
lo que sería peor; y sobran ejemplos de langostinos que llegan negros y a veces
podridos. A toda la pesca del langostino hay que seguir mejorándola y
controlándola. La discusión está abierta, la caja, cajón o cajita también fue
una discusión, hay quienes creen que la cajita permite un mejor aprovechamiento
del recurso».
A esta altura,
cabría hacer las siguientes preguntas: ¿después de 11 años interviniendo en la
administración la seguirá manejando a prueba y error? ¿No fue Carlos Damián
secretario de Pesca en Santa Cruz? Mas que discutir el “qué” debería estar
resolviendo el “como”. Porque ya se le pasaron casi dos años mientras resuelve
como administrar más adecuadamente los recursos el sector. ¿Toda la pesca del
langostino hay que seguir mejorándola y controlándola? Pues bueno, no conozco
subsecretario que lo haya hecho, el sector pesquero está vivo por la voluntad
de los actores: empresas y trabajadores. No estaría mal que se resuelva
hacerlo.
(RPuerto): “Por
otro lado, permite aumentar la capacidad de la bodega”.
(Liberman): «Te
permite estibar más porque se aprovecha mejor. Tenemos la dicotomía de cómo
aprovechamos mejor lo que pescamos, si pesco menos y aprovecho menos o si pesco
más y aprovecho más. En definitiva, pescamos para producir y exportar más».
No hay tal
dicotomía señor subsecretario de Pesca Carlos Damián Libertad. Ninguna de las
dos opciones es la adecuada. Hay que pescar menos y aprovechar más. Esto se
llama sostenibilidad. Es agregar valor y llegar a las góndolas. Con los mismos
recursos generar más empleo y más divisas para el país y recursos económicos
para las empresas y sus comunidades. Esto se llama “Responsabilidad
Social”.
(RPuerto): “¿Cómo
van a solucionar el tema de los observadores?”
(Liberman): «El
fresquero puede realizar prospecciones, pero está claro que los congeladores
tienen mejores posibilidades para realizarlas por las características del
buque. No se trata de ver quién es más voluntarioso sino quién tiene una mejor
herramienta».
(RPuerto): El
INIDEP reclama presencia de observadores durante la temporada, no en las
prospecciones.
(Liberman):
«Tenemos una enorme limitación con la pandemia que nos redujo una planta de
observadores, que ya era reducida, a menos de la mitad. No tenemos suficientes
observadores, estamos trabajando en el embarque, pero lo tenemos que hacer con
la gradualidad que permite el personal con el que contamos. También estamos
formando nuevos observadores en la Nación y en la Provincia, porque la mayoría
de los observadores están en Mar del Plata y al langostino lo tenemos en el
sur, necesitamos un INIDEP más federal».
Y qué tal Liberman
si contesta cuando se va a resolver el tema de los observadores. El Estado
tiene que cumplir el rol de policía que le asigna la ley y para eso cobra tasas
e impuestas. Al margen de ello hay otras dependencias que en igual situación de
dificultad de recursos económicos ha resuelto el problema. Se necesitan
observadores, como dije, capacitados, honestos y bien pagos.
(RPuerto): “Uno
durante muchos años ha visto que había cosas que no se podían hacer desde lo
legal, como pasar cuota de fresquero a congelador, permiso de fresquero a
congelador y era inimaginable que una lanchita que nunca vio un langostino se
convirtiera en un barco con autorización para pescar miles de toneladas de
langostino. Pero todo esto con los años se fue permitiendo y ahora si
tuviéramos un año de 100 mil toneladas de langostino, el desaguisado administrativo
que se generó sería un verdadero problema. ¿Cómo piensan resolverlo?”
(Liberman): «Si
tuviéramos 100 mil toneladas de langostino tendríamos un problema grave, tanto
en el langostino como en la merluza por la falta de rentabilidad, tendríamos un
lío enorme con los miles de trabajadores que están esperando el langostino y
los miles de trabajadores que pueden hacer merluza gracias a que las empresas
también hacen langostino. Mi mirada más sincera sobre el tema es que el variado
costero estaba en una situación peor que la que está hoy, la merluza estaba en
una situación peor que la que está hoy y el langostino estaba en una situación
peor que la que está hoy. La traslación del esfuerzo pesquero del variado
costero y la merluza al langostino tuvo varias características que hay que
resaltar para bien, primero permitió frenar la curva de caída en el variado
costero, ayudó a la recuperación de la merluza porque dejamos el ambiente
tranquilo, y en tercer lugar al langostino lo pescás o se va a morir en dos o
tres años. Permitir descomprimir la presión en otras especies fue un acierto.
En el 2004 cuando llegué a la pesca, se exportaban 800 millones de dólares,
trayendo recursos que estaban más comprometidos que hoy, en 2015 ya
exportábamos 1.600 millones de dólares y al mismo tiempo se trasladó el
esfuerzo sobre recursos que estaban comprometidos hacia un recurso que se
ofrecía en expansión».
Lo que refiere
Liberman no es cierto ni inocuo. ¿Cómo explicaría el subsecretario el
crecimiento de los desembarques y de las exportaciones y el simultaneo
decrecimiento del empleo? Se profundizó la concentración empresas y el modelo
extractivo y, como dije, este funcionario no es ajeno porque desde hace 11 años
se ocupa de formular la política, coordinar y conducir la administración
pesquera. El término “hicimos” no es el adecuado. Se hizo a costa de la quiebra
de las pequeñas embarcaciones; de las medianas y pequeñas empresas industriales
integradas o no; de los trabajadores que perdieron el empleo y la precarización
laboral. La pesca bajo su responsabilidad no tiene plan que contenga a la
actividad con equidad y le dé un marco un margen mínimo de seguridad a la
producción.
(RPuerto): “Pero
la pregunta apuntaba a los temas legales de acceso al recurso langostino y los
derechos adquiridos que se intentarán hacer valer al momento de una menor
abundancia o, por qué no, a una hipotética cuotificación como prevé la ley.
Esto ya pasó con la merluza: hubo decenas de barcos que pescaron años sin
permiso para esa especie a los que, sin embargo, hubo que reconocerles esas
capturas y darles un cupo en igualdad de condiciones con quienes la pescaron
legalmente. Hay barcos que hoy pescan varias veces su cupo de langostino y
muchos de ellos accedieron a esa pesquería con permisos de barcos que nunca en
su historia habían capturado ese crustáceo”.
(Liberman): «Todo
siempre se pone en jaque si no tenés una buena zafra. Va a ser cada vez más
difícil para quienes integren el Consejo Federal Pesquero, porque todo depende
de seguir teniendo buenas zafras. Quien el día de mañana sea subsecretario,
también va a tener más problemas que yo por la manera en que administramos las
aperturas y los cierres en la zona de pesca para el langostino. Antes se
habilitaban bandas longitudinales y ahora es por cuadrante, son 9 cuadrantes de
un grado por un grado. El sector se quejó porque generaba canchas chicas, pero
es la mejor manera de controlar que no levanten L4 y L5 o merluza. Esas medidas
junto con la del norte son las que tenemos que seguir perfilando para poder
sostener una pesquería de 200 mil toneladas, también jugará un rol importante
el ambiente».
(RPuerto):
“Concretamente, ante un escenario de 90 mil toneladas, ¿quiénes van a poder
pescar?, ¿los que tienen permiso de langostino o se incluirá también a todos
aquellos que tienen autorizaciones para especies no cuotificadas?”
(Liberman):
«Tenemos, conviviendo en el registro de la pesca, distintas categorías de
permisos que fueron otorgados en momentos distintos. Tenemos muchos barcos que
fueron generando historia de un permiso que no era para langostino, pero sí
para todas las especies, las especies no cuotificadas implican langostino en la
medida en que el langostino no se cuotifique. Si el langostino se cuotificase,
con ese permiso que no habilita cuoficadas no se podría pescar cuotificadas».
(RPuerto): “Ese es
un paso posterior. ¿No se va a contemplar como un derecho adquirido el haber
capturado langostino?”
(Liberman): «La
ley prevé un período de captura histórica legal que obedece a un momento y esa
es la historia que se debe contemplar como ocurrió con la merluza».
(RPuerto): “¿Se
piensa en cuotificar el langostino?”
(Liberman): «En
merluza se puede estimar la biomasa total, en el langostino es más difícil, el
INIDEP no tiene una estimación de biomasa total de langostino que es el
requisito sine qua non y a partir del cual se puede definir un proceso de
cuotificación. El INIDEP hasta ahora no pudo dar una solución a la tarea
titánica que tiene de determinar la biomasa total y quizás no pueda darla. Veo
difícil la cuotificación del langostino».
Trataré de no
repetir esto; pero, el subsecretario Liberman por momento parece contarnos lo
que todos sabemos y, en todo caso más que relatar que mal que la van a pasar
los funcionarios (como si esto fuera importante para alguien) y las empresas;
nos debería indicar el “cómo” y, hacia “dónde” vamos. El subsecretario es el
administrador (por delegación del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca,
ya que por obra de Felipe Solá en 1998 al aprobarse la Ley 24.922 Menem vetó la
secretaría de Pesca), y por lo tanto tiene como función investigar, conservar,
distribuir, explotar el recurso; ¿le suena Liberman? Para que nos diga que sí
se cae la captura de langostino se caería todo no lo necesitamos. Son Uds. “los
subsecretarios” y otros tantos representantes del Poder Ejecutivo, los
funcionarios del CFP y los diplomáticos asignados a este Cuerpo, quienes han
llevado la Pesca a la mono-explotación y a que el langostino subsidie a la
merluza; pero resulta, que permite este funcionario la devolución del 50% de
las cuotas (¡!). ¿Sabe el subsecretario que la producción pesquera en el mundo,
en un 45%, proviene de la acuicultura y la Argentina no llega al 1%?
Por supuesto que
yo en cuatro hojas no podría ni debería decirle que puede hacer; pero, deje de
hacer diagnósticos y empiece a aplicar el tratamiento. Respecto a la pregunta
al subsecretario en su doble condición de funcionario y abogado se va Carlos
Damián por la tangente. Ustedes (los subsecretarios y afines), desde la
cuotificación y, ahora con las autorizaciones a la pesca de langostino, etc. Sí
dejarán una bomba de tiempo y, alguna vez habrá que hacerles un juicio de
residencia a los funcionarios, que se van a sus casas, como si nada pasara,
lamentándose que mal que la van a pasar los que vienen. Así no va, lamentándose
que mal que les va a ir a las empresas cerradas millones de argentinos sin
trabajo.
(RPuerto): “Los
investigadores del INIDEP hacen un trabajo excelente. ¿Cómo puede ser que no se
encuentre una solución para mejorar su situación salarial? Estamos hablando de
una industria que genera dos mil millones de dólares y los jefes de Programa en
su mayoría ganan menos de 70 mil pesos”.
(Liberman): «Desde
el año 2016 tuvimos pérdida del poder adquisitivo, recién este año
afortunadamente las paritarias y el nivel inflacionario han empezado a
emparejarse y se dejó de caer. A mí la defensa que han hecho ustedes de los
trabajadores del INIDEP me parece perfecta, porque efectivamente antes de hacer
una mejora ganaban poco y ahora también ganan poco. Lo mismo pasa con todos los
trabajadores de la administración pública nacional».
(RPuerto): “¿No se
puede encontrar un mecanismo como el utilizado en el CONICET a través del
FONAPE para mejorar la situación?”
(Liberman):
«Nosotros mejoramos bastante la situación, no resolvimos todas las demandas…
Pero hubo recategorizaciones, asignaciones de horas extras, alrededor de cien
trabajadores tuvieron mejoras en este sentido».
(RPuerto): “Son
cuestiones administrativas que estaban retrasadas y, recibieron solo un bono
por única vez”.
(Liberman): «Es
todo lo que podíamos hacer, nosotros recibimos un Estado que no es el que
dejamos, sueldos del INIDEP que no son los que dejamos, lo mismo en la
Subsecretaría, yo mismo gano menos como subsecretario de lo que ganaba como
director de Pesca en 2015».
¿No es este un
gobierno de científicos? Los argumentos son patéticos. Un país sin ciencia y
técnica está condenado a la dependencia y la colonización. Se entiende que hoy
por no tener los avances adecuados de la ciencia gastamos ingentes recursos
para la adquisición de vacunas. Los científicos argentinos tienen probada
experiencia en la fabricación de vacunas, lo que no tienen es política ni
reconocimiento y por eso muchos de ellos están prestando sus servicios para
países desarrollados, al igual que el INIDEP. Este Instituto de Investigación,
en épocas donde las exportaciones de la pesca eran mucho menores (no olvidemos
que hoy las exportaciones dependen en un 50% del langostino; digo, Carlos
Damián, para que no corra presuroso a decir, “somos el único sector que creció
exportaciones” y, se olvide del pequeño detalle que no es obra de la
administración, sino del milagro de la naturaleza) se autofinanciaba con
aportes empresarios.
Ahora, respecto a
su sueldo. ¿Usted Liberman se imagina Gerente de una Empresa, diciéndole al
dueño que puede que todo vaya peor mañana y, a la par solicitarle un aumento de
sueldo? Sospecho que su tiempo sería de descuento. Las empresas no funcionan
con una tarjeta de débito de cuenta sueldo. Además, van a tener que revisar sus
gastos administrativos y los del Consejo, los que aportan los empresarios al
FONAPE. ¿Sabe una cosa? son mucho más altos que los gastos administrativos de
Chile y Perú, ambos países que exportan más que la Argentina y ¿sabe otra? los
gastos del personal administrativo de una empresa para que sea eficiente no
deben superar el 7,5%. Creo que habría que ajustar los números porque para que
las empresas sean competitivas hay que bajar derechos, reducir el tiempo de
devolución del IVA, eliminar los impuestos al combustible, etc. y esa es una
función del subsecretario ejecutar o gestionar. En particular cuando buques
chinos, españoles, coreanos, taiwaneses, británicos, etc. que operan
subsidiados y con trabajo esclavo, compiten en los mismos mercados que
Argentina.
(RPuerto): “En 23
años que llevamos haciendo REVISTA PUERTO, hemos conocido subsecretarios de
Pesca que no distinguían una merluza de un pato, conocimos en varios períodos
una Subsecretaría tercerizada y también una Subsecretaría de Pesca tarifada
hasta para hacer lo que correspondía por ley. Sabemos que eso hoy no es así y
sinceramente no hemos conocido a nadie que nos diga que ha coimeado por tal o
cual tema. Por eso, sinceramente, nos llama la atención y queremos saber por
qué se le sigue permitiendo pescar langostino a los nuevos barcos de Moscuzza,
sobre todo al José Américo, que es un barco indiscutidamente ilegal para
acceder a esta pesquería. Y usted, que entonces era director de Pesca, conoce
cómo se gestó ese permiso desde 2015: cuando se aprobó un permiso para un barco
de 39,90 metros y no de 47, como finalmente tiene el barco ingresado”.
(Liberman): «Hoy
la medida de administración vigente es de 40 metros de eslora de arqueo».
(RPuerto): Al
momento de aprobarse estaba vigente la 1113 y la eslora permitida era de 40
metros de eslora total. De todas maneras, el José Américo tiene 44,21 metros de
arqueo y 47 metros de eslora total.
(Liberman): «En el
registro de la pesca no figura eso, dice que es de 40 metros. Es muy difícil a
la hora de acusar a alguien hacerlo sin elementos, porque para decir que están
fuera de la ley yo tengo que tener elementos, y yo tengo que prever que lo que
certifica la Prefectura es legítimo. Antes de acusar a Moscuzza, debiera acusar
a la Prefectura Naval Argentina».
(RPuerto): “Si el
certificado que tiene dice 40 metros de arqueo, entonces es falso. El barco que
se aprobó es otro barco, no es el que entró. Se aprobó un barco de 40 metros e
ingresaron uno de 47 que puede pescar lo que su permiso le habilite, pero no
puede entrar a la pesquería de langostino”.
(Liberman): «El
CFP le aprobó una reformulación por un barco distinto y luego vino la medida de
administración que cambió el límite y se estableció para computar la eslora de
arqueo. En el registro de la pesca figura que tiene una eslora de arqueo por
debajo de los 40 metros».
(RPuerto): “Le
aseguro que eso es falso, una falsificación de documento público. Como
funcionario público, si yo presento una nota y documentación que demuestre que
el barco tiene más de 40 metros de eslora de arqueo y que estamos frente a un
hecho irregular, ¿está obligado a iniciar una investigación para saber si se le
está permitiendo a este barco pescar ilegalmente?”
(Liberman): «Lo
que tengo que hacer es cotejar los datos que me entreguen con el Registro de la
Pesca y consultar a la Prefectura Naval Argentina. Ningún Subsecretario se
encargó de la determinación de las esloras, para la Subsecretaría de Pesca lo
que otro organismo del Estado determina es vinculante. Si me presentan esa nota
la remitiré a la PNA para que lo confronte».
(RPuerto):
“Entonces nos comprometemos a reunir documentación y lo haremos. Por otra
parte, todo lo que venimos hablando, la determinación de una eslora, la
cobertura de la flota, el número de barcos y la forma de trabajar sobre el
recurso, ¿no deberían estar ya determinadas en el Plan de Manejo que sigue sin
materializarse?”
(Liberman):
«Efectivamente nosotros tenemos medidas de administración, de hecho, no es la
totalidad si confrontamos las medidas de administración que se sancionaron en
2018 con las que se han tomado luego para determinar los mecanismos de
prospecciones, la administración del langostino que está fuera de la zona de
veda, los resortes de apertura y cierre fuera de la veda, todo eso no se
discutió. Yo vivencio la administración del langostino a partir de la dinámica
a la que el recurso obliga. El langostino rompió los libros todos los años y
hoy lo sigue haciendo. Tengo mucha incertidumbre porque el langostino no te
deja tranquilo, pero tengo un buen nivel de tranquilidad también. El año pasado
fue disruptivo y generó muchísimas discusiones con el sector, pero tanto la
administración del norte como la de las áreas internas hicieron que podamos
esquivar muy bien el langostino chico que es lo que vamos a pescar el año que
viene. Esa es una tarea que bien podría formalizarse en una norma, un cuerpo
jurídico que obligaría al siguiente funcionario a seguir aplicando la misma
lógica, la verdad es que hay otras cosas sobre las que todavía estamos
trabajando, como con la Comisión de bycatch, porque para poder determinar el
cierre de la pesquería a fines o principio de octubre necesito que me ayuden,
porque cuando haya más de 20 por ciento de merluza se cierra».
Yo creo, que el
señor Subsecretario no necesita que le presenten ninguna nota, está obligado
como funcionario a responder con la documentación pertinente a esta eventual
irregularidad administrativa a través de los medios técnicos competentes. Está
obligado en su condición de subsecretario de Pesca y presidente del Consejo
Federal Pesquero, por aplicación de los artículos 7º incisos a), c), d), f), q)
y artículo 9º incisos a); d) y ss y, la ley de información pública, para
demostrar un proceso cristalino y estaría suficientemente habilitado para
convocar a expertos independientes que verifiquen la validez del permiso
pertinente para pescar una especie que como dijo el subsecretario y yo ratifico
sostiene al conjunto de la actividad pesquera. Yo no dejaría ninguna duda a
estos periodistas ni a los lectores de este medio especializado, teniendo la
forma de terminar con esta cuestión que se viene ventilando desde hace tiempo y
el silencio de este funcionario podría entenderse con una complicidad.
Sería necesario
también que el subsecretario revise las estadísticas (su función) para
verificar los desembarques de merluza con relación al langostino y, por otro
lado, se ha referido en esta entrevista en forma reiterada a lo qué deberían
hacer los funcionarios que vengan. Por lo pronto, ocupe su tiempo, le quedan al
menos dos años.
(RPuerto):
“También está pendiente el sistema de monitoreo por cámaras”.
(Liberman):
«Necesitamos un sistema de cámaras complementado con un sistema de inteligencia
artificial que haga lo que el inspector no puede hacer, el INVAP tiene que
subirse al barco, pero la pandemia nos complicó para concretarlo. El tema está
pendiente y el ministro Basterra tiene a la firma un convenio marco con la
presidencia del INVAP para poder hacerlo».
Este tema tiene
una antigüedad que daría la sensación de que no hay vocación de resolverlo. Y
como me refería en forma precedente, demuestra la incapacidad de la
subsecretaría en materia de control. La pesca hay que contrala y a los
observadores (Una vez que los tengan). “El hombre es bueno, mejor si se lo
controla” decía el General.
(RPuerto): “¿Por
qué apoya la designación del Área Marina Protegida Agujero Azul?”
(Liberman): «El
CONICET tiene información sobre el impacto que tiene en la cadena trófica por
ejemplo de la merluza, nosotros tenemos la enorme mayoría de nuestra ZEE vedada
para proteger la merluza, nuestro sector hace el esfuerzo que tiene que hacer
adentro, afuera no podemos proteger la columna de agua porque no nos pertenece,
efectivamente no podemos administrar la pesca ahí pero para resguardo, para
mayor protección y tutela, complementado un esfuerzo que hacemos adentro,
funcionaría como un complemento para resguardar la cadena trófica que es muy
importante».
(RPuerto): “Aunque
se ha presentado como una herramienta contra la pesca ilegal o extranjera en la
milla 201, esta AMP no tendrá efecto alguno. ¿Cómo se soluciona el problema de
la pesca ilegal o no reglamentada y no declarada en el Atlántico Sur que tanto
nos afecta?”
(Liberman): «El
problema de la pesca ilegal se resuelve con una cantidad de decisiones de
varios lugares, el 5 enero de 2020 redacté el proyecto de la actualización de
las multas, para los nuestros y para los que pescan de forma ilegal. Segundo,
teniendo presencia efectiva, ya se incorporaron dos buques y se van a
incorporar dos más, los aviones y los sistemas de radarización, más las
imágenes satelitales. Los barcos nuevos a cien millas pueden detectar el
ingreso y con tecnología que les permite no emitir señal o emitir señales
distractivas. La manera que se está planificando en la mesa interministerial el
control de la milla 200 está un paso más adelante, este conjunto de medidas fue
una señal fuerte. El sistema puede ser perfectible, pero la milla 201 no es
nuestra ni de nadie. Si hubiera un acuerdo solo sería aplicable a nuestros
buques y los del pabellón que firmen el acuerdo».
Seré lo más suave
posible. El subsecretario sanatea y es absolutamente inconsistente. Da la
sensación de no haber leído la ley y solo apoya porque así se lo indica
Cancillería. Sugiero que lea el artículo de mi autoría: “El proyecto AMP
Bentónico “Agujero Azul” y las demás AMP favorecen al Reino Unido en Malvinas y
atentan contra la Administración del Recurso Pesquero Argentino” (1/8/2021). No
hay ningún estudio actual que justifique con rigor científico la instalación de
una AMP (y así lo exige la ley) y prueba de ello es que en el proyecto de Ley
no se menciona en los fundamentos ningún estudio actual que avale la
instauración de una AMP. Tiene gruesos errores técnicos como indicar “sobre” el
suelo y lecho, lo que habilitaría a la prohibición de pesca en los cursos de
agua, además de no estar especificada en la ley el alcance de la restricción,
de acuerdo con lo previsto en la ley de Ambiente. Su instalación tendrá solo
efectos sobre los buques nacionales y podría replicar a la instalación de
iguales reservas por parte del Reino Unido. Además de no corresponder un AMP
para proteger el Submarino ARA San Juan, sino una Ley independiente que declare
Monumento Marino, etc.
Es un verdadero
absurdo que quién tiene la responsabilidad de administrar el recurso y por ende
su conservación y sostenibilidad y, las herramientas legales y operativas (Art.
7, 21 y 51 de la Ley 24.922) delegue en la Administración de Parques Nacionales
del Ministerio de Ambiente (que ni siquiera tiene buques para el control y el
viejo Oca Balda cedido por el INIDEP está en reparación) esta función inherente
a las obligaciones básicas de la Subsecretaría (y del INIDEP) de preservar el
recurso con herramientas como vedas, reservas, limitaciones, etc. muy
superiores a la mera declaración de un AMP.
Respecto a la ley
de aumento de sanciones a la pesca ilegal. Desde que fuera Liberman director de
coordinación pesquera, pasando por miembro del CFP y ahora subsecretario no ha
colocado una sola multa a los buques extranjeros que pescan en las aguas
argentinas en Malvinas (¿no son argentinas?). Y durante este mandato no ha
aplicado en forma efectiva ninguna multa con la ley 27.564; es decir que cae en
abstracto el aumento de multas, más aún cuando en los últimos 40 años las
fuerzas navales y de seguridad han capturado un promedio de 2 buques por año
pese a la presencia de más de 300 buques extranjeros en el Atlántico
Sudoccidental. Tampoco ha tenido ninguna iniciativa respecto al control de los
recursos migratorios, según indican los art. 4º, 5ºd, 21e, 22 y 23b de la ley
24.922 y el artículo 2º inc. c de la ley 24.543 y los derivados de la
aplicación de la ley 26.386.
(RPuerto): “¿Se
está trabajando en algún tipo de acuerdo?”
(Liberman):
«Cancillería tiene una postura contraria a la firma de acuerdos en esas zonas.
Yo lo he planteado, pero por posición geopolítica se considera que no sería
favorable».
¿Posición
geopolítica? ¿Superiores intereses de la nación? Lo escuchamos desde la
aprobación de los Acuerdos URSS-Bulgaria. La Cancillería siempre condujo desde
afuera las decisiones más relevantes para la actividad pesquera. No creo que un
funcionario con rango de subsecretario y, sobre todo quien no se hace fuerte en
su territorio, pueda modificar esta posición que históricamente ha llevado a
que la pesca sea una mera moneda de cambio para cuestiones relativas a la
estrategia o más bien a la cesión de Derechos en Malvinas. Así ocurrió, además
de los Acuerdos de la URSS-Bulgaría; el Acuerdo con la CEE (hoy U.E.); el
Acuerdo de Madrid I y II; el Acuerdo de Foradori-Duncan que implicó la
investigación conjunta de los recursos pesqueros; el Acuerdo de Nueva York; el
Convenio del Atún; el Acuerdo Rector del Puerto y otros, donde jamás el hoy
subsecretario Carlos Damián Liberman emitió opinión alguna y por lo tanto
convalidó en los hechos todos estos acuerdos que afectaron seriamente la
actividad pesquera y, por cierto, convalidaron el sostén y la ocupación
británica en Malvinas. Por acción u omisión Liberman y otros tantos
funcionarios fueron funcionales a los intereses británicos.