sábado, 6 de noviembre de 2021

CYNTHIA HOTTON

 


 "La Argentina hoy necesita una revolución de valores"


Carlos Hartmann


La Prensa. 05.11.2021

 

 

Los conceptos pertenecen a Cynthia Hotton, licenciada en Economía y diplomática de carrera, quien ratificó, en un mano a mano con La Prensa y a pocos días de las elecciones generales de medio término, su adhesión, como mujer de fe, a los valores cristianos. Entre otros, la vida, la verdad, la libertad, la justicia, la paz, la igualdad ante la ley y el bien común.

 

El partido de Cynthia Hotton -un frente propio- se denomina "Valores para mi país" (Alianza +Valores). Su plataforma, integrada por cuadros políticos católicos y evangélicos, "no es una cuestión religiosa", sino que lleva en la agenda valores cristianos (es "universal y para todos"). Hotton fue candidata a vicepresidenta en las elecciones de 2019, en el partido NOS, de Juan José Gómez Centurión. Y con anterioridad formó parte del PRO, partido con el que en 2007 accedió a una banca en Diputados.

 

- ¿Cómo transita su partido el tramo final rumbo a las elecciones legislativas del próximo domingo?

 

- La población quiere ver algo distinto. Tenemos amplia expectativa en estas elecciones. Hubo casi un 10% de bonaerenses que en las PASO del 12 de septiembre decidió no votar a los partidos mayoritarios. A su vez, muchos ciudadanos directamente no fueron a votar o lo hicieron por un partido más chico. Hemos hecho acuerdos oficiales. Por ejemplo, con el partido Federal, el partido Celeste, el partido Popular. Esos acuerdos, seguramente se van a traducir en votos.

 

- ¿Cuáles son los valores que la dirigencia política -tanto del oficialismo, como de la oposición- debería tener más en cuenta?

 

- Hoy la Argentina y la clase política argentina tiene que demostrar honestidad, la honestidad que lleva a la transparencia, y por otro lado, diálogo. No vamos a salir de la crisis, si volvemos a tener esos movimientos pendulares donde uno hace algo y después viene otro y lo destruye todo. Entonces el diálogo es fundamental para que acordemos algún proyecto de largo plazo. Una iniciativa que trascienda este bipartidismo que nos trajo la crisis que hoy tenemos. Nadie duda que existe una crisis económica galopante, con una inflación al 50%, pobreza al 50%, una deuda externa exorbitante, emisión monetaria y desocupación. Todo esto es lo que esos partidos nos han traído. Al ser más de lo mismo, no nos van a llevar a buen puerto. Reitero: necesitamos diálogo. Y por eso nosotros decimos que nuestros valores tienen que ser un puente. De la grieta no se salta. Lo que se debe hacer es tender puentes. Y por otro lado, necesitamos honestidad en la clase política.

 

- En este contexto de crisis al cual usted alude, ¿qué opinión le merece, como economista, la intervención del Estado en el control de precios?

 

- Lo que está haciendo el Gobierno es tratar de poner una curita a un sangrado que requiere una solución mucho más estructural. Y pareciera que esa curita va a resolver el problema interno de la Argentina. No. Esto no es así. De hecho cuando hay intervención en los precios, en realidad se distorsiona todo el equilibrio que debería haber en la parte del mercado. Nuestro modelo es la economía social de mercado, y lo que hace es fomentar el trabajo, y la producción. Es lo que hoy necesita la Argentina.

 

- ¿Cómo definiría el rol del Estado?

 

- La función del Estado es garantizar la libre competencia. No obstante, tiene que haber un Estado presente, articulador, inteligente, para que el 50% de los argentinos que hoy está debajo de la línea de pobreza, sea integrado al sistema productivo de una manera eficiente y en el corto plazo. Tenemos un Estado que está sobreinflado, con mucha corrupción, mucha ineficiencia. Por eso nosotros creemos que es necesario un Estado presente, pero no éste.

 

- En un reciente debate, el director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social, Rafael Klejzer, expresó que el alimento es un "derecho social". Agregó que la responsabilidad del Estado es llegar a alimentar a toda la población. Y para eso el Estado tiene que intervenir. ¿Usted coincide con esa apreciación?

 

- No. El Estado lo que debe hacer es dejar que los argentinos puedan producir y darle más trabajo a la gente. Los "planes sociales" no son una solución, si se cree que con eso se resuelve el problema de alimentación de los argentinos. Lo que se merecen los argentinos es trabajar y comprar no solamente alimentos. El Estado se debe correr un poco, gastar menos, no ser tan corrupto y dejar que los argentinos puedan resolver sus temas a nivel personal o de mercado. Y para eso nosotros pensamos que hace falta otro tipo de gobierno, sin tanta intervención y sin tanta corrupción, sino con una mirada de articulación para que cada uno mantenga su libertad de elegir su trabajo, su sueldo, su dinero y también sus gastos e inversiones.

 

- Un tema acuciante, por sus implicancias, es el pago de la deuda externa y la relación de nuestro país con el FMI. ¿Cuál es la propuesta de su partido?

 

- En primer lugar, lamento que tengamos esta deuda. Se ha generado por malas decisiones de los gobiernos que nos precedieron. Eso lo lamento terriblemente. Sí creo que los compromisos hay que cumplirlos, porque también uno tiene que tener una proyección a largo plazo. Siempre es importante tener acceso al crédito. Uno no puede estar negociando con la otra parte, sin demostrar primero, compromiso en el pago, y segundo honestidad en el acuerdo que se está tomando.

 

- Si se hubieran cancelado las PASO por la pandemia, el Estado hubiera podido ahorrar una cifra millonaria. También fue elevado el gasto en publicidad electoral por parte de los propios candidatos. Desde esa mirada, ¿considera que las PASO deberían haberse suspendido?

 

- No estoy de acuerdo con estas PASO porque, de hecho, nos hemos dado cuenta el 12 de septiembre que son muy pocos los espacios que presentan varias listas. Se tendría que volver a lo que había antes. O sea, internas dentro de los partidos políticos. Que los partidos políticos resuelvan sus candidaturas y no someter a toda la población, a una elección que cuesta millones de dólares en un país que hoy está cada vez más empobrecido. Por último, teniendo la posibilidad de haber podido unificar las elecciones, o de implementar la boleta única, aplicaron este sistema engorroso, con la cantidad de boletas a imprimir y esta fiscalización a nivel nacional tan costosa.

 

- Por un aspecto procesal (falta de legitimación activa) no llegó a la Corte Suprema el recurso extraordinario donde se planteaba la inconstitucionalidad de la ley del aborto. Si bien tuvo eco favorable la medida del juez federal de Mar del Plata, Alfredo López, la Cámara Federal local revocó esa decisión. ¿Cómo evalúa usted los avatares judiciales en un tema tan sensible para la sociedad?

 

- La aplicación del aborto surgió en primer término desde la propia Corte Suprema. El alto tribunal, al pronunciarse en el caso FAL (siglas del nombre de la persona afectada) propuso el protocolo del aborto en distintas provincias. Luego se generó este antecedente como una práctica que había que legislar, porque en realidad ya se venía realizando. Este es un modus operandi que se ha implementado en todo el mundo: cuando las leyes no acompañaban la decisión de habilitar el aborto, se implementó la interrupción voluntaria del embarazo a través de la Corte. Lamentablemente, hoy vemos que otros estamentos de la Justicia participan de este mismo criterio. No hacen lugar a presentaciones que para mí están bien fundadas. A su vez, la ley del aborto está en contra de lo que dice la propia Constitución Nacional. Los que estamos a favor de la vida tendremos que trabajar para que esto se pueda revertir. Habrá que crear las condiciones en la próxima Cámara de Diputados.

 

- Los grupos feministas hablan, en relación con el aborto, del "derecho de la mujer sobre su cuerpo". ¿Cómo interpreta este concepto?

 

- La persona o el bebé recién gestado, tiene un ADN distinto al ADN de su madre. Lo dice la ciencia. Eso refleja que no es el mismo cuerpo. Piense usted que las células de una persona, tanto desde la uña del pie hasta el pelo de la cabeza, tienen el mismo ADN. Ese es el cuerpo de una persona, de un ser humano. El ser humano que está dentro de la madre tiene un ADN distinto, por lo tanto no es la misma persona. Lo que decimos es que una persona no puede decidir sobre la vida de otra, esté dentro de su panza o no. Es otra persona. Esa es nuestra posición. Y no es que lo decimos nosotros, sino la ciencia.

 

- ¿Podría enumerar alguna de las iniciativas que, en caso de resultar nuevamente electa, impulsará en la Cámara de Diputados?

 

- Lo primero que están pidiendo los argentinos es trabajo. Y cómo generar o maximizar la producción. Nosotros tenemos nuestro modelo o nuestros proyectos, pero nada impide que si hay una iniciativa aprobada por las mayorías, mi aporte va a ser el diálogo para que salga aprobado el mejor proyecto lo antes posible. Además tenemos proyectos que tienen que ver con la adopción, con una ley de adicción, pues hoy en día el flagelo de las drogas implica un consumo altísimo, y los jóvenes, las familias, no saben dónde acudir. Necesitamos una ley de adicción. Finalmente, hace falta una ley para las personas con discapacidad y una normativa para el fomento del trabajo joven y nuevos emprendimientos.