La incoherencia de
la OMS
Luca Volonte
Brújula cotidiana,
06-06-2022
La salud pública y
la investigación científica están en riesgo porque arrodillarse ante el altar
LGTB pone en riesgo la salud de todos. Homosexuales incluidos. La Organización
Mundial de la Salud, tras declarar la causa de la propagación de la pandemia de
viruela del mono (dos fiestas rave LGTB en Bélgica y España) y publicar una
guía específica para personas LGTB sobre los peligros de la enfermedad, ahora
se autocensura y promueve la participación en la fiesta del Orgullo Gay en todo
el mundo.
El viernes 23 de
mayo, David Heymann, tras una reunión del Grupo Consultivo de la OMS sobre
amenazas de enfermedades infecciosas, declaró a Associated Press que las
fiestas rave celebradas en España y Bélgica eran la causa de la reciente
propagación sin precedentes de la enfermedad: “Es muy probable que alguien se infectara,
desarrollara lesiones en los genitales, en las manos o en algún otro lugar y
luego lo contagiara a otras personas durante un contacto sexual o físico
cercano. Posteriormente se produjeron estos eventos internacionales que
propagaron la epidemia por todo el mundo, en Estados Unidos y en otros países
europeos”.
El sábado 24 de
mayo, la misma organización especificó que los casos se han identificado
principalmente entre hombres que habían “mantenido relaciones sexuales con
otros hombres”. Desgraciadamente, la viruela del mono se transmite por contacto
estrecho con un animal o una persona infectada, normalmente a través de
heridas, fluidos corporales, gotas respiratorias y materiales contaminados,
como ropa y sábanas. Por lo tanto, muchas personas pueden estar infectadas
incluso sin saberlo.
En Alemania, los
cuatro casos confirmados están relacionados con fiestas “en las que hubo
actividad sexual” en las Islas Canarias y en Berlín. Las autoridades españolas
están investigando los posibles vínculos entre un reciente evento del Orgullo
Gay en las Islas Canarias, que reunió a unas 80.000 personas, y los casos
ocurridos en una sauna de Madrid.
Son hechos que no
pretenden estigmatizar a las personas LGTB, pero no se puede mistificar la
evidencia.
En cambio, parece
que la ideología y sus grupos de presión han doblegado la razón, el principio
de precaución y la ciencia médica de la autoridad sanitaria mundial. El 25 de
mayo, la OMS emitió una advertencia de salud pública específica y una guía para
“líderes comunitarios, personas influyentes, trabajadores de la salud y
personas que asisten a eventos sociales y festivales” para informar e
involucrar a las comunidades de hombres que tienen sexo con hombres (“Viruela
del mono: Consejos de salud pública para homosexuales, bisexuales y otros
hombres que tienen relaciones sexuales con hombres”) en el que se afirma que
“la viruela del mono puede propagarse durante el contacto estrecho piel con
piel durante las relaciones sexuales, incluidos los besos, las caricias, el sexo
oral y la penetración con una persona con síntomas. Evite el contacto estrecho
con personas con síntomas... Aíslese y use una mascarilla si está en contacto
estrecho con alguien con síntomas”.
Era fácil suponer
que el lobby global LGTB se pondría a trabajar para evitar la prohibición de la
fiesta del Orgullo Gay. De hecho, el 22 de mayo, la Agencia de las Naciones
Unidas para el SIDA (ONUSIDA), en flagrante contraste con la OMS, se mostró
preocupada “por el hecho de que algunos informes y comentarios públicos sobre
la viruela del mono hayan utilizado un lenguaje e imágenes, en particular las
representaciones de personas homosexuales y africanas, que refuerzan los
estereotipos homofóbicos y racistas y exacerban el estigma” y el 27 de mayo,
las comunidades LGTB españolas dijeron estar alarmadas porque los brotes de
viruela del mono podrían “conducir a un aumento del sentimiento homofóbico”.
Para no pasar por
“homófoba”, y a pesar de que la ciencia y las pruebas demuestran lo contrario,
la OMS ha preferido cambiar de rumbo en detrimento de la salud pública. El
lunes 30 de mayo, Andy Seale, asesor estratégico de la OMS para programas
mundiales sobre el VIH, la hepatitis y las infecciones de transmisión sexual,
declaró que “es importante que las personas que quieran salir a celebrar el
orgullo gay, el orgullo LGTB, sigan yendo y planeen hacerlo. No hay ninguna
ruta de transmisión específica de la que tengamos que preocuparnos”.
Sin embargo, los
expertos de la OMS habían dicho lo contrario. Pero evidentemente la salud
pública y la de las propias personas LGTB vale menos que las presiones
ideológicas de su lobby.