con más consumo de drogas psicoactivas de la
región
Daniela Blanco
Infogae, 9 Jun,
2023
La contundencia de
los dichos del experto sirve para precisar un tema que puede resultar
inabarcable: “Las drogas en general son nefastas para la salud psicológica y
física de cualquier persona”, sentenció el médico psiquiatra y experto en
adicciones, Eduardo Kalina, en diálogo con Infobae.
El consumo de
drogas psicoactivas, que engloba a las legales y a las que no lo son, abarca un
conglomerado de sustancias que van desde el alcohol, la cafeína, la nicotina,
la marihuana, psicofármacos y ciertos medicamentos para aliviar el dolor
(morfina y otros). Y muchas drogas ilegales, como la heroína, el LSD, la
cocaína y las anfetaminas, entre otros.
Sobre este tema
aporta cifras y estatus al debate, el último estudio realizado por la
Universidad Católica Argentina (UCA), al que Infobae tuvo acceso en exclusiva,
y que reveló que Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas en el
contexto de América Latina y el mundo.
El trabajo,
publicado en una revista indexada al Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (Conicet), compara el consumo problemático de sustancias
psicoactivas y los distintos abordajes de tratamientos en el país con otras
regiones. El objetivo que se propuso la investigación es analizar la evidencia
sobre el consumo problemático de sustancias psicoactivas y los abordajes de
tratamiento en Argentina desde una perspectiva global.
El paper analiza las
últimas estadísticas sobre prevalencia (cantidad de casos) de consumo,
trastornos de consumo y la participación en tratamiento en Argentina y en otros
países de América Latina y otras regiones del mundo. Y establece una variación
por género, edad y grupo socioeconómico.
Las estadísticas
analizadas en el trabajo de la UCA muestran la alta prevalencia de consumo de
drogas ilícitas en Argentina en comparación con otros países de América Latina
y, en particular, la alta prevalencia de consumo y dependencia de la cocaína.
El escenario que
describe el estudio de la UCA es paradojal: en general el consumo de drogas es
más dominante (prevalente) en los sectores de nivel socioeconómico más alto;
pero los trastornos de consumo son más prevalentes en las personas de menor
nivel socioeconómico; y está especialmente arraigada en los barrios
vulnerables. A pesar de la evidencia sobre la efectividad de los tratamientos,
solo una fracción de los argentinos en situación de consumo problemático los
recibe.
Queda claro que el
consumo problemático de drogas psicoactivas representa un grave problema para
la salud de las personas, pero también para el ámbito familiar y, en
definitiva, para el social. Las drogas, sea cocaína, marihuana, sustancias de
diseño o, incluso alcohol, pueden provocar dependencia física y psicológica, lo
que implica un fuerte deseo de consumir la sustancia y dificultades para
dejarla.
Problemas severos
respiratorios, cardiovasculares, hepáticos, renales y neurológicos, son algunas
de las consecuencias que provoca en el organismo el consumo problemático de
drogas. Además, los expertos advierten que el consumo puede aumentar el riesgo
de contraer enfermedades infecciosas como el VIH-Sida o hepatitis, por el uso
compartido de jeringas y/o por las conductas sexuales de riesgo que se
encuentran asociadas.
El artículo,
escrito en el marco de la evaluación de impacto del Hogar de Cristo, fue
publicado bajo el nombre “Consumo problemático de sustancias psicoactivas en
Argentina en perspectiva global. Tendencias y formas de tratamiento” en la
Revista de Ciencias Sociales y Humanas del Instituto de Investigaciones
Socio-Económicas, indexada en el Núcleo Básico del Conicet.
Y los autores del
trabajo fueron la directora del Departamento de Investigación y del Centro de
Desarrollo Humano Sostenible de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Católica Argentina (UCA), Ann Mitchell, junto a Ignacio Debortoli.
En primer lugar y
a partir del análisis de las estadísticas de fuentes nacionales (Sedronar) e
internacionales como la ONUDD (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito) y la OMS (Organización Mundial de la Salud), el estudio mostró que
Argentina tiene una alta prevalencia de consumo de drogas psicoactivas en
comparación con los otros países de América Latina, lo que posiciona al país en
segundo lugar luego de Uruguay (primero en el podio regional).
Los países con
mayor prevalencia anual (casos) de consumo de marihuana —la droga más consumida
en la región— son Uruguay (14,6%), Chile (13,33%) y Argentina (8,13%), mientras
que el promedio de la región es de apenas 3,8%.
En cuanto a la
cocaína, Uruguay (2,1%) es seguido por Argentina (1,67%), Chile (1,42%) y
Brasil (1,0%), con una media regional de 0,37%.
En el caso del
consumo de alcohol, cannabis y cocaína, se ubica en una situación más cercana a
las regiones del mundo con mayor prevalencia de consumo, que son América del
Norte y Oceanía, que a las regiones de prevalencia baja.
Además, el trabajo
sacó a la luz el marcado aumento de la prevalencia de consumo de drogas
ilícitas en los últimos 20 años en Argentina:
—En 1999, uno de
cada diez argentinos había consumido alguna sustancia al menos una vez en su
vida y un 2,9% en el último mes.
—Para el 2017 se
pudo observar casi una duplicación de ambas tasas, que llegaron al 18,3%
quienes lo hicieron al menos una vez en su vida, y al 5,7% durante el último
mes.
Asimismo, indicó
el informe, —según datos del estudio internacional Global Burden of Disease
2019— el 3,08% de la población nacional presenta trastornos de consumo de
sustancias psicoactivas (alcohol y/o drogas) lo que supera la tasa de
prevalencia global de 2,17% ( es decir, el número de personas que consumen). Sin embargo, esta tasa es más baja que en otros países
de América Latina, como Brasil (4,33%) y Chile (4,17%), y también menor que en
Norteamérica (5,72%).
En Argentina, al
igual que en las otras regiones del mundo, la prevalencia de consumo y de
dependencia de drogas ilícitas es más alta entre hombres que entre las mujeres.
De todas maneras, la investigación mostró que, entre el 2010 y 2017, los
varones duplicaron su consumo (5,6% a 11,5%) y las mujeres lo triplicaron (de
1,8% a 5,4%).
Mirada de expertos
El psiquiatra,
neurólogo, sexólogo y médico legista Enrique De Rosa Alabaster precisó que,
“tanto las pastillas de diseño como la cocaína tienen el potencial de matar,
eso debe ser alertado a una población joven y maleable, que interesa al mundo
del consumo. Ambas drogas afectan el estado de conciencia y causan fenómenos de
atrofia cerebral”, indicó.
Según los
expertos, existe una cierta predisposición biológica y psicológica para la
dependencia, pero también influye de manera determinante el contexto social del
individuo.
Precisa a Infobae
el doctor Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, profesor
titular de Toxicología de la UBA y director de Fundartox, “cuando se estudia a
un adicto hay que abordarlo desde una mirada triangular. Para que exista
adicción tiene que haber sustancia (en este caso psicoactiva), además de
estudiar a la persona y su contexto. Hay que enseñarles a los jóvenes a
cuidarse. Los toxicólogos preferimos hablar de sustancias psicoactivas y no de
drogas, porque hay prejuicio con esta palabra”.
En cuanto al
consumo de alcohol, De Rosa Alabaster advirtió, “sobre la afectación en la vida
sexual y reproductiva que puede tener este consumo. Uno de los más comunes es
la disfunción eréctil. Beber alcohol, por encima del límite, dificulta la
capacidad de tener o mantener una erección”.
“El alcohol
interfiere a nivel central del sistema nervioso, vía el sistema nervioso
autónomo; que interviene en el llenado de sangre de los cuerpos cavernosos, lo
que dificulta la erección”. Además, “preocupa en el mundo que se registran,
cada vez, menores niveles de testosterona. En esto el alcohol tiene un rol
fundamental y está demostrado por la literatura y la práctica desde hace
décadas”.
“Mientras que en
los hombres el alcohol incide en la menor producción de esperma (y de menor
calidad) por ende, en la fertilidad, en la mujer el alcohol genera alteraciones
en el ciclo ovulatorio y en general desequilibrios hormonales. En este
contexto, se han referido la relación con síndromes metabólicos y diversas
formas de diabetes. Las alteraciones en cuanto a la grasa corporal y aumento de
peso son frecuentes”, remarcó el psiquiatra De Rosa Alabaster.
El trabajo
realizado por la UCA se refirió también a la relación entre los niveles
socioeconómicos respecto del uso de estas sustancias. Si bien la prevalencia de
consumo de drogas suele ser mayor en los sectores de la sociedad de nivel
socioeconómico más alto —dijo—, la transición del consumo a la dependencia es
superior en las personas de menor nivel socioeconómico. Además, destacó que el
consumo y la dependencia de drogas está especialmente arraigada en los barrios
informales del país.
Por último, los
investigadores remarcaron que una pequeña fracción de las personas que padecen
dependencia a sustancias psicoactivas recibe tratamiento tanto en Argentina
como en el resto del mundo.
Según la Sedronar,
el porcentaje de personas que buscaron tratamiento por consumo de riesgo de
alcohol en nuestro país es del 3,3% y sube a 13,5% y 29,5%, para personas con
dependencia de la marihuana y la cocaína respectivamente. Sumado a esto, 4 de
cada 10 personas que buscaron ayuda acabaron sin acceso a ningún tipo de
tratamiento.
El peligroso
listado de algunas de las drogas que integran las llamadas sustancias
Creamfiels o de diseño crece cada vez más: incluyen ketamina, efedrina,
éxtasis, marihuana, cocaína y LSD. Para el médico Kalina no hay vueltas, “el
narco-comercio cada vez más quiere seducir a los jóvenes buscando activar la
fantasía omnipotente de los jóvenes, en una apelación nefasta: ‘Probá , no te
va a pasar nada, ¿tenés miedo? No vas a quedar enganchado, vas a salir”.
Los investigadores
del estudio de la UCA explicaron que “la falta de participación en tratamientos
(contra las drogas psicoactivas) se debe no solo a la escasez de oferta sino
también a que las personas no perciben la necesidad de solicitar ayuda”. Y que
“esta temática necesita ser abordada no solamente por especialistas, sino
también por personas que trabajan en múltiples disciplinas y por la sociedad en
su conjunto”.
Por otra parte, de
acuerdo con un informe de SEDRONAR al que accedió Infobae el año pasado, con
datos comparativos entre 2019, 2020 y la mitad de 2021, se registró un aumento
de un 18% en la cantidad de llamados a la línea 141, que es el servicio
telefónico gratuito y nacional que brinda información y asistencia las 24 horas
los 365 días del año. Se llegó a un promedio de atención de 521 llamados por
día.
Si bien la mayoría
de las consultas son de familiares pidiendo ayuda o información, por primera
vez desde que funciona la línea se registró un aumento de un 4% de las
consultas directas de personas que se encuentran en situación de consumo.
Al respecto, el
médico psicoanalista y dramaturgo, José Abadi agregó, “lo que hay que decir es
que del camino de prueba, hábito y adicción no es tan fácil salir. Esto lleva a
una terrible paradoja: el miedo de muchos jóvenes a quedar excluidos del grupo
por no consumir, y ante esto se animan a intentarlo”, refiere el médico Abadi.
Es imprescindible
la prevención y para esto el puente familia-escuela-sociedad es fundamental.
“Los valores positivos son el mejor límite para enfrentar la problemática de la
droga. Hay que informar sobre la gravedad del consumo sin minimizar sus
efectos”, dice Abadi.
Y cierra: “La
adicción es una enfermedad subsidiaria, es el emergente de un conflicto
intrapersonal, familiar y social, que busca en la droga la solución equivocada.
Después cuando se instala como hábito, la consecuencia se transforma en causa
de futuras enfermedades serias”.