Alberto Buela (*)
Le puse un título en “tano” porque todo
esto que está ocurriendo en Argentina es una joda. El gobierno puso a Eduardo
Elztain, el hombre que se hizo rico comprando los bienes del Estado por dos
pesos, como administrador de los bienes del Estado. Es decir, puso al “zorro en
el gallinero”.
La última estafa al Estado es cuando quiso
comprar por 9 millones de dólares el edificio del Mercado del Plata de la
avenida 9 de Julio, cuando su valor era de 46 millones. Se opuso el Defensor
Público, pero no sé si se concretó o no la venta.
Es el mismo que compró el Banco
Hipotecario Nacional por dos pesos. El que compró el Mercado de Abasto y los
conventillos de los alrededores por monedas. El que compró las tierras aledañas
a la vía del ferrocarril que van desde Caballito a Liniers. El que ha comprado
tierras públicas por valores irrisorios y sigue un largo etcétera.
Elztain es
hoy el mayor terrateniente de Argentina. ¿Qué podemos esperar que haga?
Que se compre todo lo que le interesa por los valores que él mismo fije. Sin
ningún control del gobierno, porque él es el gerente de los Bienes del Estado.
Señores, esto es una burla al pueblo
argentino y al esfuerzo de miles o millones de nuestros compatriotas, que
dejaron sangre y sudores en la construcción de la riqueza nacional.
Señores no vale la pena gastar una neurona
en tan siniestro personaje, vestido de humanista, y protegido por los poderes
indirectos que gobiernan nuestro país.
Es cierto que nosotros no somos Gaza, pero
nos terminan explotando como a Gaza.
Hemos caído en manos de hombres sin Patria con tres o más cartas de
ciudadanía. Ciudadanos
del mundo, que se definen como “maestros en Humanidad”.
Recordemos a Proudhon: cada vez que
escucho humanidad sé que quieren engañar.