de una sociedad sin Estado
Los Principios
Nadie que hoy viva
en una sociedad populosa y compleja y conozca mínimamente cómo han vivido las
comunidades en los casos excepcionales en los que no hubo Estado podría
comprender que una persona lúcida tenga como proyecto realista construir una
sociedad sin Estado. Sin embargo, el sueño del actual presidente argentino,
Javier Milei, es que en un futuro próximo podamos lograr eso. Para ir
lográndolo trata desde ahora de retirar al Estado argentino de todo lo que la
realidad política le permita.
Cuando el Imperio
Romano colapsó no solo desapareció el poder político central sino una enorme
cantidad de instituciones que garantizaban la vida ciudadana en todos los
órdenes, incluso en lo relativo a la seguridad o la educación (por eso, muy
rápidamente, las poblaciones europeas, que habían sido todas letradas
-incluyendo a los esclavos y a las mujeres-, se volvieron analfabetas y recién
13 siglos más tarde, con la modernidad, se volvió a instaurar la escuela
pública). Cuando el imperio romano colapsó, lo primero que surgió fueron
mafias.
El Estado se
retira y el espacio lo ocupa alguien: el más fuerte. Eso que sucedió con la
caída del Imperio Romano se ve en las sociedades modernas cuando el Estado
abandona a los sectores más pobres: en esos espacios comienza a instalarse una
mafia que, al mismo tiempo que coacciona violentamente a los ciudadanos también
los protege, impone su orden y crea nuevas instituciones.
Eso se vio en Río
de Janeiro cuando la mafia copó las favelas a partir de los 90 -tras el retiro
del Estado- y en Ecuador en los últimos 10 años, lo que lo transformó de uno de
los países más pacíficos de América en el quinto más violento del planeta.
Cuando el Estado
desaparece o se retira no surge el paraíso.
Jamás sucedió eso:
aparecen bandas armadas que se adueñan de todo por la fuerza e imponen su ley,
que es el capricho del jefe de la banda, sin controles ni posibilidades de
debate. Solo otra banda, igualmente salvaje, puede disputarle el poder.
Esto fue lo que le
sucedió a Europa tras la caída del Imperio Romano, y las primeras bandas
armadas que se adueñaron del poder en las pequeñas ciudades y fundaron reinos
mínimos fueron las bandas de guardias de frontera -los únicos armados que
quedaron en pie- que habían creado los últimos emperadores, que ya no tenían ni
siquiera un ejército como en la viejas épocas gloriosas.
Algo parecido
sucedió en Rusia tras la caída del comunismo: los agentes de los servicios de
inteligencia y los militares y policías formaron bandas criminales que se
disputaron y repartieron el poder político, creando una nueva oligarquía, que
es la que desde entonces domina Rusia, bajo formas más o menos civilizadas
luego de años de lucha salvaje.
En todos los casos
pasa lo mismo: cuando el Estado se retira no viene el utópico reino de la
libertad que proclaman los anarquistas, sino el reino de las mafias, y una vez
que las mafias se entronizan es muy difícil sacarlas, como se ve en Rosario.
La historia
argentina es pendular. Pasamos de la modernización capitalista liberal de la
década del 90 a la glorificación de la intervención estatal durante los 20 años
de kirchnerismo.
Vamos de un
extremo al contrario sin detenernos en un medio razonable. Queremos “todo o
nada” (incluso ahora es una consigna gubernamental).
Venimos de un
Estado Presente que regulaba absolutamente todo a un Estado Ausente que no
quiere que quede en pie ninguna regulación. El Presidente ya ha dicho que, si
de él dependiese, permitiría que se condujera borracho, cree que es autoritario
que se exija el cinturón de seguridad y le parece mal que haya semáforos. Todo
o nada.
El problema con la
desregulación total y con el retiro del Estado de todas partes es que se crea
el caldo de cultivo para que surjan las mafias. Lo que el Estado no da, la
mafia lo presta. Quisimos escapar del sofoco a la libertad que significaron los
cuatro gobiernos estatistas del kirchnerismo y ahora tenemos el otro extremo:
la ausencia total de solidaridad social y de protección estatal.
¿Alguna vez
votaremos una propuesta racional?
(Fuente:
rayovirtual.medium.com)