Año XXXXI - Boletín Nº 168
Córdoba, 16-7-2024
EL CAPITALISMO ACEPTABLE PARA LOS CATÓLICOS
Con motivo de la
conferencia que dictará la Lic. Teresita Vexenat, sobre “La economía social de
mercado” (*), nos parece oportuno comentar el tema del título.
Algunos creen, de buena
fe, que la Iglesia sólo condenó el enfoque filosófico y teológico del
liberalismo, pero no cuestiona el sistema económico liberal.
Sobre esto conviene
tener siempre presente el cuidadoso análisis que realiza San Juan Pablo II, en
la encíclica Centesimus annus, de
1991.
“42. (…) ¿se puede
decir quizá que, después del fracaso del comunismo, el sistema vencedor sea el
capitalismo, y que hacia él estén dirigidos los esfuerzos de los países que
tratan de reconstruir su economía y su sociedad? ¿Es quizá éste el modelo que
es necesario proponer a los países del Tercer Mundo, que buscan la vía del
verdadero progreso económico y civil?
La respuesta
obviamente es compleja.
( 1) Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico
que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la
propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de
producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la
respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de
«economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía
libre».
2) Pero
si por «capitalismo» se entiende un sistema en el cual la libertad, en el
ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la
ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una
particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la
respuesta es absolutamente negativa.”
Precisamente, en
este momento en nuestro país, se está promoviendo la instauración de un
capitalismo del segundo tipo, que incluso promueve como meta final la
desaparición del Estado, sosteniendo teorías que no ha sido aplicadas en ningún
país del mundo.
Que la citada
definición del pontífice, además de ser consistente con los principios
permanentes de la doctrina social católica, no son caprichosas ni improvisadas,
lo demuestra que, el mismo año de la promulgación de la Centesimus annus, se
publicó el libro “Capitalismo contra capitalismo”, del Dr. Michael Albert, que
analiza el tema, con la experiencia de haberse desempeñado como Comisario
General del Plan d’Equipament de la Productivité en Francia. Este autor
profundiza técnicamente las diferencias entre dos tipos de capitalismo: el “anglosajón”, y el “renano”.
Ambos se asimilan
a los dos tipos señalados por el Papa; el primero (rechazado) aplicado en
Estados Unidos y Gran Bretaña, especialmente, y el segundo (aceptado) que surge
en Alemania y otros países vinculados al Rhin. El renano (la economía social de mercado) se muestra superior, en
tres aspectos que resume Albert (**):
-El grado de
seguridad ofrecido a sus ciudadanos, protegidos ante riesgos mayores:
enfermedad, desempleo, etc.
-La reducción de desigualdades
sociales y la forma de ayuda a los más desvalidos.
-La apertura, es
decir, la mayor o menor facilidad individual para escalar los diferentes
peldaños socio-económicos.
Es importante que
los laicos que actuamos en el ámbito social no dejemos de guiarnos por la
brújula que representa el magisterio social de la Iglesia.
(*) En el Ateneo Cívico
“José de San Martín”, el 20-7-2024.
(**) Albert, Michael.
“Capitalismo contra capitalismo”; Paidós, 1991.
Antecedente:
Erhard, Ludwig – Muller-Armack, A. “El orden del futuro;
la economía social de mercado”; Eudeba, 1981.
Editor:
Centro de Estudios Cívicos
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