la investigación
internacional que muestra como China ganó el control de la flota pesquera
Argentina
Infobae, 07 Ago,
2024
Una investigación
internacional del proyecto The Outlaw Ocean Project, a cargo de Ian Urbina y
con la colaboración del experto argentino Milko Schvartzman, reveló cómo China
ganó control sobre la flota pesquera argentina a través de prácticas de
“abanderamiento”. Esta estrategia implica registrar buques extranjeros bajo la
bandera de otro país, permitiendo así su operación en aguas territoriales
restringidas.
El reporte relata
una historia puntual. El 14 de marzo de 2016, un buque chino llamado Lu Yan
Yuan Yu 10 pescaba ilegalmente en los caladeros de calamar de la Patagonia
argentina. Una patrullera de la guardia costera argentina lo detectó y ordenó
que se detuviera. Sin embargo, el potero intentó escapar y, ante la persecución
y disparos de advertencia, viró para embestir a la patrullera. La guardia
costera abrió fuego directamente, hundiendo al barco potero. Este violento
encuentro fue inusual, pero no lo fueron las incursiones de barcos chinos en
aguas argentinas. El Lu Yan Yuan Yu 10 era propiedad de la gigante estatal
China National Fisheries Company (CNFC) y formaba parte de una flota de
centenares de embarcaciones chinas que visitan anualmente los caladeros de alta
mar fuera de las aguas territoriales argentinas.
Un año después del
incidente, el Consejo Federal Pesquero de Argentina concedió licencias para
operar en aguas argentinas a dos buques extranjeros, bajo la fachada de una
empresa local, pero cuyo propietario beneficiario final era CNFC. Esta decisión
violaba regulaciones locales que prohíben a embarcaciones extranjeras pescar en
aguas argentinas o enarbolar la bandera del país, así como otorgar licencias a
operadores con antecedentes de pesca ilegal. “La decisión fue una contradicción
total”, afirmó Eduardo Pucci, ex subsecretario de Pesca a la publicación
internacional.
Mediante el
proceso de “abanderamiento”, China compró acceso a caladeros nacionales
restringidos en Sudamérica, África y el Pacífico. Según la investigación, las
empresas chinas controlan al menos 62 buques de pesca industrial de calamar
bajo pabellón argentino, más de la mitad de la flota de calamar del país.
Muchas de estas empresas están implicadas en delitos como el vertido de pescado
al mar, la desactivación de transpondedores y la evasión fiscal. Pekín anunció
en 2017 que limitaría el número de buques en su flota de altura a 3000 para
evitar la sobrepesca, pero no incluyó en el recuento a las embarcaciones
industriales propiedad de China que operan bajo bandera de otro país.
Un artículo
académico publicado en 2023 por autoridades pesqueras chinas y citado por The
Outlaw Sea Project detalló cómo utilizaron métodos de arrendamiento y
transferencia para penetrar en aguas territoriales de Argentina, como parte de
una política global. La estrategia de “abanderamiento” permite a China esquivar
regulaciones internacionales y nacionales, al tiempo que expande su influencia
en la pesca global.
Además, la
investigación documentó condiciones laborales a bordo de los pesqueros chinos.
En 2022, un grupo de periodistas subió a un pesquero chino cerca de las
Galápagos y encontró a 30 hombres con la mirada ausente, dientes amarillentos y
piel cenicienta. La tripulación trabajaba en condiciones extremas, manipulando
calamares durante largas jornadas.
Durante gran parte
de la última década, cada dos meses aparece un cadáver en el puerto uruguayo de
Montevideo, proveniente en su mayoría de barcos poteros chinos. Algunos de los
cuerpos tienen rastros de muerte por beriberi, un tipo de malnutrición que
provoca la deficiencia de vitamina B1 y es fácil de evitar y curar.
En Argentina,
China fortaleció su posición entregando miles de millones de dólares en
programas de swap de divisas, lo que significó un salvavidas clave para el país
en medio de una crisis económica y ante la reticencia creciente de otros
organismos multilaterales de inversión y crédito.
El incidente del
Lu Yan Yuan Yu 10 expuso no solo la agresiva incursión de pesqueros ilegales en
aguas argentinas, sino también las contradicciones y desafíos en la gestión de
recursos pesqueros del país. Mientras China continúa expandiendo su influencia
a través de métodos cuestionables, Argentina enfrenta la urgente necesidad de
reforzar sus políticas de control y sostenibilidad para proteger sus recursos
marinos.