Por Myriam Mitrece
La Prensa,
28.08.2024
Fundamentándonos
en el diccionario de la lengua española podemos afirmar que si “hijo” es una
“persona o animal respecto de sus padres”; “padre”, “quien engendra un hijo” y
“engendrar “, “dar vida a un nuevo ser”, los involuntarios protagonistas de
esta historia son tres hijos, muy pequeños por cierto, abandonados a su suerte.
HIJOS
CRIOPRESEVADOS
El caso llegó a la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. Hace unos años, una pareja decidió
ejercer su “voluntad procreacional” mediante una técnica de reproducción
asistida extracorpórea. Así, se logró el nacimiento de uno de sus hijos, tres
quedaron en criopreservación a la espera de un momento oportuno en el que
serían transferidos al útero materno. Ese momento nunca llegó. La pareja se
disolvió y junto con ella también se extinguió la “voluntad procreacional”.
Quienes aportaron
el material genético ya no querían pagar los 100 dólares anuales del costo de
mantenimiento con vida de los embriones. A la clínica, no le interesaba
involucrarse, pero tampoco quería hacerse cargo de su destrucción sin una orden
judicial. No vamos a entrar en los detalles legales, simplemente, decimos que
la Corte, no habiendo litigantes, dio por cerrado el caso. Los pequeños
embriones pueden ser desechados. No hubo quien los defienda.
LA CUESTIÓN DE
FONDO
Si bien la Corte
consideró que “no se puede soslayar la trascendencia de la problemática de
fondo y la incertidumbre que esta genera en los distintos sujetos que intervienen
en las técnicas de reproducción humana asistida con criopreservación”, evitó
entrar en la cuestión de fondo. Pero exhortó al Congreso de la Nación a
legislar en la materia. Se estima que en nuestro país hay más de 95.000
embriones congelados y muchos de ellos llevan en ese estado, más de una década.
En algún momento
habrá que tomar posición y hacerse cargo de las consecuencias. ¿Un embrión no
implantado es un “qué” o un “quien”? La respuesta a esta pregunta es crucial.
LA NOCIÓN DE
PERSONA
Solemos decir que
la vida se inicia en la concepción. Esto es claro, siempre y cuando entendamos
que la concepción es coincidente con la fecundación o fertilización del óvulo.
Concepción es un término filosófico, en tanto fecundación es propio de las
ciencias biológicas.
En el mismo
momento que este hecho biológico se produce, decimos, que se concibe una
persona. La noción de persona ha sido “elaborada, como es sabido, por parte de
la reflexión cristiana…a fin de caracterizar y subrayar en particular, las características
espirituales de la naturaleza humana: es un modo de leer al hombre como imagen
del creador” afirma la Dra. María Luisa Di Pietro en Sexualidad y procreación
humana. ¿Podemos imaginar que consecuencias tendría sostener que existen seres
humanos que no son personas?
NIÑOS AMERICANOS
Este hecho sucedió
en 2021 en una clínica de fertilidad del Estado de Alabama, EEUU cuando un
paciente ingresó a la unidad criogénica, arrojó embriones criopreservados al
suelo y por tal motivo murieron. Según consta en los documentos judiciales, los
"padres de varios niños embrionarios” que estaban esperando ser
implantados, presentaron demandas.
A principios de
este año, la Corte Suprema de ese Estado, emitió una sentencia en la que
reconoce a los embriones criopreservados el estatus de niños y establece
responsabilidades para quienes participen en su destrucción accidental.
Tom Parker,
presidente de la corte estatal sostuvo: “Incluso antes del nacimiento, todos
los seres humanos tienen la imagen de Dios, y sus vidas no pueden ser
destruidas sin eclipsar su gloria”.
CONTUNDENTE
Más allá de las
reflexiones filosóficas o teológicas que puedan ser pertinentes a la hora de
iluminar la comprensión sobre el inicio de la vida humana, los conocimientos
científicos aportan datos contundentes. La Academia Nacional de Medicina afirma
que: “La puesta en marcha del proceso de una vida humana se inicia con la
penetración del óvulo por el espermatozoide. La nueva célula resultante (cigoto)
contiene su propio patrimonio cromosómico, donde se encuentra programado
biológicamente su futuro; y, este hecho científico, con demostración
experimental, es así tanto fuera como dentro del organismo materno”. La misma
institución se expidió en marzo de 2018, con motivo del debate sobre el aborto:
“…destruir a un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser
humano.” Evidentemente el embrión no implantado, cualquiera sea su hábitat es
un “quien” y por lo tanto un ser humano. ¿podría ser posible que alguien
devenga humano no siéndolo desde el inicio?
A la hora de
legislar, todas estas preguntas abrirán el debate y seguramente volverá a
cuestionarse la nefasta ley de aborto, surgirán inquietudes y voces diversas
sobre la fertilización médicamente asistida y no faltarán los intereses
económicos e ideológicos en Salud Reproductiva.
Mientras tanto,
podemos estar seguros que no habrá paz en el mundo hasta que los derechos
humanos sean para todos los humanos, durante toda su vida, y cualquiera sea su
hábitat.