el politólogo argentino que quedó en medio de
la polémica entre México y España
Claudia Peiró
Infobae, 28 Sep,
2024
No es la primera
vez que el nombre de Marcelo Gullo Omodeo aparece en medio de la polémica
generada por el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a
partir de su extemporáneo pedido de disculpas a la Corona española por la
conquista de México. Un absurdo histórico y político.
En 2021, cuando se
conmemoran los 500 años de la caída de Tenochtitlán, el presidente mexicano
lanzó una diatriba contra Gullo al que calificó de “escritor pro-monárquico de
nuestro continente”. AMLO aludió indignado a la afirmación del ensayista
argentino de que “España no conquistó a América, sino que España liberó a América,
pues Hernán Cortés, cito textualmente, ‘aglutinó a 110 naciones mexicanas que
vivían oprimidas por la tiranía antropófaga de los aztecas y que lucharon con
él’”.
Un par de años
antes, en 2019, López Obrador le había enviado al Rey de España una carta
exigiendo una disculpa pública por la Conquista.
Ahora, la
presidente electa de México, Claudia Sheinbaum, ahijada política de AMLO,
quiere dar continuidad a la polémica negándose a invitar a Felipe VI a la
ceremonia de inauguración de su mandato el 1° de octubre, con el argumento de
que la Corona española le faltó el respeto a su antecesor al no responder su
amable invitación a la autocrítica.
Lo irónico es que
esta es una pelea de dos gobiernos progresistas, ambos cultores de la leyenda
negra antiespañola. En 2019, España, ya gobernada por Pedro Sánchez, anunció
que no conmemoraría oficialmente los 500 años de la hazaña de Hernán Cortés,
verdadero fundador de México.
Pero el destrato
al Rey fue demasiado y a Sánchez no le quedó más remedio que reaccionar.
Calificó de “inaceptable” e “inexplicable” la exclusión de Felipe VI de la toma
de posesión de Sheinbaum y anunció que tampoco él asistiría a la ceremonia. No
habrá ninguna representación diplomática de España en la ceremonia. La extrema
izquierda española, en tanto, se apresuró a avisar que sí estará presente. La
humillación a España en la persona de su Rey no la concierne.
Claudia Sheinbaum
habló de “agravio” al pueblo mexicano -por la no respuesta a la carta de AMLO-
y avisó que su Gobierno insistirá en reclamar la disculpa de España. La
falsificación de la historia como política de Estado.
En medio de la
polémica, el jefe de la oposición española, Alberto Núñez Feijoó, diputado y
presidente del Partido Popular, dijo que le enviaría a Sheinbaum un ejemplar
del libro “Nada por lo que pedir perdón”, que es el segundo de la trilogía
escrita por Marcelo Gullo contra la leyenda negra antiespañola.
“Nada por lo que
pedir perdón” lleva por subtítulo “La importancia del legado español frente a
las atrocidades cometidas por los enemigos de España”, y fue precedido por
Madre Patria. Desmontando la leyenda negra de Bartolomé de las Casas al
separatismo catalán, y seguido por Lo que América le debe a España. El legado
español en el Nuevo Mundo. Los tres han sido best sellers en la categoría
ensayos en España, pero no se venden en las librerías de Hispanoamérica lo que
da la medida de hasta qué punto ha penetrado en nuestros países la leyenda
negra antiespañola que en el fondo es también la deslegitimación de nuestros
orígenes históricos y culturales.
Doctorado en
Ciencias Políticas en la Universidad de El Salvador y con estudios de posgrado
en Ginebra y en Madrid, Marcelo Gullo es autor de varios libros sobre política
internacional y los procesos de construcción de naciones. Es conferencista y
profesor en la Escuela Superior de Guerra.
— Asistimos en
estos días a un cruce entre México y España por el tema de la conquista.
Claudia Sheinbaum, la nueva presidente de México que va a asumir el 1° de
octubre decidió no invitar al Rey de España, con el argumento de que España no
pidió perdón por la conquista de hace 500 años. Por un supuesto genocidio.
Pedro Sánchez reaccionó por fin y se produjo un cruce de declaraciones. En el
medio de ese debate aparecés vos, un historiador argentino, citado por Alberto
Feijoó. ¿Qué hiciste para estar en esa polémica?
— Bueno, lo que
hice fue publicar tres libros que causaron un gran impacto en España. El
primero fue “Madre Patria”, desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de las
Casas -el más grande mentiroso de la historia- hasta el separatismo catalán. El
presidente López Obrador me insultó en público, yo le contesté con una carta
abierta que fue publicada en el diario El Mundo diciéndole que esto se podía
zanjar con un debate en una ciudad neutral como Ginebra, que él eligiera cuatro
historiadores y yo cuatro, y discutiéramos como se hacía en las antiguas
universidades cuando había libertad académica para ver y sacar alguna
conclusión al respecto. Por supuesto, el presidente no contestó. Después
publiqué “Nada por lo que pedir perdón”, que es el libro que el señor Feijoó,
el jefe de la oposición en España, líder del Partido Popular, dice que le va a
regalar a la futura presidente de México. Finalmente, “Lo que América le debe a
España”. Estos libros causaron cierto revuelo también en México.
— Uno se
preguntaría si López Obrador y Claudia Sheinbaum tienen ascendencia azteca, por
esta queja hacia España... Tengo entendido que López Obrador es 100% sangre
española.
— Es asturiano,
vienen de Asturias, todos sus parientes, la señora Claudia tampoco tiene nada
que ver con los aztecas. Pero eso no sería el problema. El problema reside en
que la señora Claudia, y hago hincapié en ella porque es todavía más incisiva
que López Obrador, porque viene de la formación del antiguo Partido Comunista,
ella tiene, como todos los mexicanos, el síndrome de la mujer maltratada por un
golpeador. No se atreve a denunciarlo. Digo esto porque en realidad el
subdesarrollo de México no es culpa de España. La verdad que yo publico en mis
libros es que, al momento de la independencia de España, la Ciudad de México
era mucho más rica que todos las ciudades de Estados Unidos, que eran aldeas,
Boston, Nueva York etc. Algún indigenista me acusará de blanco, europeo,
argentino, de derecha, católico. No, no, esto es un dato científico, recabado
por el barón von Humboldt, que era un hombre fervientemente anticatólico y
antiespañol. Pero tenía lo que no tienen hoy profesores en las universidades:
objetividad. Cuando llega a México, ¿qué dice Humboldt? Ah, nunca vi esto,
nunca vi una ciudad tan moderna. Era 1820. Nunca vi una ciudad tan moderna como
México. No hay ciudad comparable en Europa. Y cómo es la suerte de los hombres
de las clases bajas? Porque quería encontrar algo en contra de España y no
podía.
— A eso vino en
realidad. Humboldt vino para hacer un informe negativo.
— Cierto, era de
esos hombres enemigos de España y del catolicismo, pero que tenían objetividad,
es decir, eran científicos, profesores. Se pregunta cómo es la vida de los
sectores populares. Y dice señores, acá hay un mito. Acá no existe el trabajo
forzado en la mina, todo el trabajo es asalariado. Saca las cuentas y dice un
minero en México Gana tres veces más que en Alemania, mucho más que en Rusia y
mucho más que en Inglaterra. Y dice: los sectores populares en México comen más
carne, más pan y toman más vino que los sectores populares en París. Es decir,
que el subdesarrollo de México no se lo deben a la conquista española. Se lo deben
a que los Estados Unidos le quitó el 60% de su territorio. Y no cualquier
pedazo de territorio. Le quitó California en 1848. Y se convierte Estados
Unidos en el principal productor de oro del mundo, gracias a California. Le
quitó Texas en 1910. Estados Unidos se convierte en el principal productor de
oro negro del mundo, de petróleo, gracias a Texas. ¿Y por qué digo lo del
síndrome de la mujer golpeada o síndrome de Estocolmo? Porque los mexicanos son
valientes delante del Rey de España. Pero muy cobardes delante de los Estados
Unidos, porque se esconden debajo de la mesa antes de decirle a Trump o a
Biden, o a Kamala si gana, que pidan perdón por haberles robado el 60% de su
territorio.
— Sheinbaum
continúa a AMLO en eso de reclamar a España y no a Estados Unidos...
— Sí, porque ella
jamás, jamás, en un solo discurso, criticó a ningún presidente de Estados
Unidos, sino que los admira, le da besitos a Kamala.
— Otra cosa que
constata Humboldt cuando llega a América es que no hubo genocidio. Se sorprende
por la cantidad de indios que hay. Sin embargo se siguen manejando cifras
exorbitantes de masacres, a partir de ciertos libros, porque Bartolomé de las
Casas tuvo mucha cría, como el famoso libro de Eduardo Galeano “Las Venas
abiertas de América Latina” con los millones de indios masacrados por España. Y
vos decís que la persona que más seriamente estudió el tema es también un
argentino, que estableció una cifra más realista de la posible población de la
América precolombina que demuestra que es imposible que los españoles hayan
matado 40 millones de indios, porque no los había...
— El estudio más
serio sobre la población en América lo hizo un científico argentino, y jamás
nadie se atrevió a refutarlo porque era muy sólido en antropología y
estadísticas. Es Ángel Rosenblat que dice mal pudo haber un genocidio. Sus
cálculos dan 14 millones de habitantes. En cuanto a Galeano, él mismo dice al
final de su vida, porque uno se va a morir quiere que le perdonen las mentiras,
que no volvería a leer ese libro porque “Las venas...” es un panfleto. Y sin
embargo, todos los papanatas de la UBA estudian el libro de Galeano y no el de
Rosenblatt, que fue uno de los más grandes profesores de la UBA. Hay otra cosa
que confirma esto. Si vos y yo nos vamos a tomar una cervecita a Georgetown,
nos vamos al lado del río en verano, no vamos a ver pasar ningún mestizo
anglosajón. Porque la política de Inglaterra fue: el mejor indio es el indio
muerto. Vamos a ver pasar un mestizo nuestro. Un mestizo hispanoamericano,
nuestro, porque allá no hubo mestizaje. Acá hubo mestizaje.
— Ahora Pedro
Sánchez se quejó porque no invitaron al Rey, pero en el 2019, cuando se
cumplieron los 500 años de la conquista de México, su gobierno declaró que no
iban a conmemorar oficialmente a Hernán Cortés. Es difícil reclamarle a los
demás que respeten tu historia si uno mismo no la respeta. Esa decisión de no
conmemorar los 500 años de la de la conquista de México no genera respeto ante
el mundo y es una constante últimamente en España también.
— Sánchez
pertenece a la corriente progresista española, ligada a la corriente
progresista hispanoamericana de Evo Morales, López Obrador, el señor Gabriel
Boric, la señora Cristina Fernández de Kirchner -en contra de todo lo que
pensaron siempre Juan Domingo Perón y Eva Perón. Los progresistas son los
caniches de la oligarquía financiera mundial, del imperialismo anglosajón y
cumplen el trabajo de dividir España y dividir más Hispanoamérica y por eso
asumen la leyenda negra, que es la obra más genial del marketing político
británico. Si bien es cierto que nace en Italia pero la leyenda negra toma
consistencia en Alemania, en Holanda, y se hace política de Estado en
Inglaterra. Además no nace en la izquierda, nace en la derecha, porque son las
oligarquías hispanoamericanas las que, cuando definitivamente se lo derrota a
Juan Manuel de Rosas, adoptan la leyenda negra. Porque esta gente, Sarmiento,
Mitre y compañía, apoyó la invasión anglo francesa. Entonces, para justificar
su apoyo al enemigo histórico de la Argentina, asumieron la leyenda que
entonces se hace institucional. Nace en la derecha y muta a la izquierda recién
en 1930. También va a mutar en España, a partir del Partido Comunista y su
hegemonía cultural en España, se van haciendo negrolegendarios. Y entonces pasó
algo único en la historia. España es el único país en el mundo que cree la
historia contada por sus enemigos. Como si un romano creyese la historia de
Roma contada por Cartago. En España, la progresía hace suya la historia que los
enemigos de España han escrito sobre España. Entonces dicen que no hay nada que
festejar cuando fue Cortés. Pero hay mucho que festejar, porque no hubo
conquista española de América, hubo liberación, porque si hacemos una encuesta
en México y parásemos a diez personas, ocho de cada diez descienden de aquello
que los aztecas se comían. Porque la verdad oculta es que había un imperialismo
antropófago que se comía a los pueblos de la periferia, a los tlaxcaltecas, a
los totonacas, es decir, al 80% de los mexicanos. Era un imperialismo
antropófago. Lo que pasa es que a los mexicanos les han falsificado la historia
como a nosotros.
— Hay un
diplomático argentino, Sánchís Muñoz se llama, que dice sí hubo un
descubrimiento de América. Pero no solo por los españoles; también los indios
descubrieron América. Porque cuando llegan los españoles las tribus diseminadas
por el continente no tenían conciencia continental, no tenían conciencia de la
existencia de otros pueblos, de otras civilizaciones. El absurdo del planteo de
López Obrador y Claudia Sheinbaum es que no existía México, que fue fundado por
los españoles.
— Sin duda alguna.
Como en todo razonamiento, la primera premisa es la más importante. Y la
primera premisa errónea del razonamiento negro-legendario es que en América
estábamos acá todos felices, haciendo el amor libre, desnudos como en el Caribe
y comiendo mango. En realidad, nos estábamos comiendo unos a otros porque los
guaraníes eran antropófagos al 100%, los incas eran asesinos absolutos y los
aztecas habían montado un imperialismo antropófago. ¿Por qué Cortés, con 400
tipos, puede derrotar un imperialismo que tiene 200.000 soldados? Es
matemáticamente imposible. Tenían arcabuces, y entre que se carga un arcabuz me
dan 40 flechazos. Al caballo lo mataron al cuarto día. No se asustaron más.
Cortés reúne a los pueblos de la periferia. Hartos de que se coman a sus hijos,
a sus nietos, a sus esposas. Les dice marchemos juntos contra este imperialismo
antropófago de Tenochtitlán. Juntó un ejército de 300.000 indios y venció a un
ejército de 200.000 aztecas. Entonces, la conquista la hicieron los indios, no
los españoles. No hubo conquista de América, conquista de México, hubo
liberación de Mesoamérica, del imperialismo azteca. Y a partir de ese momento,
Cortés prohibió las matanzas y la antropofagia. Comienza una nueva historia.
Una reconciliación entre los pueblos indígenas, y de mestizaje. Cortés cumple
el mandato de la reina Isabel la Católica: “Cásense españoles con indias e
indios con españoles”. Cortés cumple eso. Y ahí nace México. Antes no existía
México, existía Tenochtitlán, el imperialismo antropófago que se comía a los
vencidos. No lo dice Marcelo Gullo, lo dicen los norteamericanos pro aztecas,
como Prescott. Se comían, según Prescott, 20.000 por año. Y dice una frase
terrible: “No me atrevo a decir que la cifra de 150.000 sea falsa”. Pongamos un
punto medio, 80.000. ¿Sabes cuánto da por año? Si fuese hoy, matarían 4
millones de personas por año.
— ¿En la
proporción actual?
— En la proporción
actual. Fueron el imperialismo más genocida de la historia de la humanidad. Al
llegar Cortés a México, elimina el genocidio de los pueblos oprimidos, los
libera, libera Mesoamérica.
— Decís que la
falsificación de la historia trae la mala política. ¿Qué consecuencias ves en
el presente, en los países latinoamericanos, del hecho de que casi todos están
adhiriendo, su élite, a esta versión de la historia.
— A mí no me
interesa el pasado por el pasado mismo, porque si no sería como ir a un museo a
ver cuadros. Yo soy un cientista político, que toma la historia como material
para entender el presente y vislumbrar el futuro. El indigenismo es la etapa
superior del imperialismo anglosajón y del imperialismo internacional del
dinero. Porque el indigenismo se basa en la leyenda negra, es decir, en
desterrar todo lo que trajo España. Entonces tenemos que volver a la pluralidad
de lenguas. Había más de 1200 lenguas en Hispanoamérica, es decir, nos
fragmentaríamos lingüísticamente. ¿Y qué es lo que pasa? Lo mismo que pasó en
España con Cataluña. Cuando vos te fragmentás lingüísticamente, primero
empiezan en la escuela primaria, después la secundaria, la universidad, después
la la municipalidad. A los 40 años nadie se puede comunicar con nadie y se
rompe la unidad política. Y entonces se cumple el sueño del imperialismo
anglosajón y hoy el de la oligarquía financiera internacional. Fragmentarnos.
Por eso digo que Boric, Petro, Claudia Sheinbaum, son la mano de obra más
barata que jamás tuvo el imperialismo anglosajón. ¿Cuál es nuestra tragedia?
Que cuando el mundo marcha al continentalismo, a las grandes unidades
continentales, los Estados Unidos que ya tienen Canadá y a México, está Rusia y
su zona de influencia, China y la India, es decir, el futuro del mundo. Nuestra
única forma de estar sentados en esa mesa es siendo también un continente,
yendo unidos. Justo cuando el mundo marcha al continentalismo, nosotros nos
vamos a fragmentar y a convertir en segmentos anónimos del mercado mundial. Es
decir, va a haber varios Perú, uno quechua, uno aymara, etcétera, dos Ecuador,
dos Chile -uno mapuche otro quién sabe qué cosa-, y la Argentina también corre
ese riesgo porque hay en el sur una operatoria para crear una nación mapuche
artificial. Vamos a llegar justo en el momento de los estados, continente más
fragmentados que nunca. Somos unos estúpidos bárbaros. Tenemos que suicidarnos
por idiotas. ¿Pero por culpa de quién? Por culpa de progresistas, como
Sheinbaum, Boric, Evo Morales...
— Hay una idea
progresista de que queda bien criticar al país, a la propia historia, a sus
fundamentos. Hay libros que hablan de “la invención” de la Argentina. Argentina
sería un invento, algo artificial, a la vez que se reivindica una nación
mapuche que no existió. O una nación wichi. Que no está solo en Argentina, sino
que abarca parte de Bolivia. Podrían un día decir “vamos a proteger a la nación
wichi de la invasión argentina”, por ejemplo. ¿Es delirante?
— No, no, porque
estos señores no son ingenuos. Dicen los franceses: “Cherchez l’argent”.
Busquen el dinero. Todas las ONG argentinas progresistas están financiadas
desde Amsterdam, desde Nueva York, desde Londres. Y el que pone el dinero, pone
la línea política.
— Recuerdo que
hace unos 20 años, a unas ONGs vinculadas a iglesias norteamericanas les
dijeron “desde ahora, la prioridad son los indígenas, todos los proyectos que
vamos a financiar son para aborígenes”. Y acá les dijeron: “Pero hay pobres
criollos también, los pobres no son solo aborígenes, ¿por qué tenemos que
dividir entre wichis, qom o tobas, criollos, etcétera. Es un antirracismo
racista porque crea identidades fragmentadas por supuestos orígenes étnicos
cuando la Argentina es una sociedad mestiza.
— Es un racismo
fragmentador. Están preparando la fragmentación territorial. Y puede ser que
algún evangélico no sea consciente de esto, recibe el dinero y hace lo que
puede, trata de ayudar al prójimo. No lo estoy acusando de nada. Está haciendo
un acto de caridad, pero sin él saberlo, se está preparando la creación de un
Estado indígena wichi, mapuche, toba. Se está preparando la fragmentación
territorial de la Argentina, como se prepara la fragmentación territorial de
Bolivia. ¿Sabías que en 1930 el Partido Comunista decide que Bolivia debía ser
partida en 18 repúblicas indígenas? Casualmente, las mismas 18 repúblicas que
planteó Evo Morales.
— Estuviste hace
poco en España presentando tus libros donde son muy leídos y sin embargo, en
las librerías de Buenos Aires no se consigue la trilogía.
— Ni en Buenos
Aires, ni en Rosario, ni en Tucumán, ni en Salta. En Argentina nadie puede
comprar mis libros en ninguna librería. Los tres han sido bestsellers en
España. Sin embargo, la editorial, cada vez que yo le digo de publicar el libro
en Argentina, me dicen que en Buenos Aires no quieren. Vendí 50.000 libros y
les hice ganar dinero. ¿Acá no voy a vender ni mil para cubrir el costo de la
edición? Pero la respuesta siempre es la misma. Buenos Aires no quiere.