Gustavo Cóppola propuso un instrumentum laboris para la DC de la RA
Por Juan Carlos Sánchez
Este documento, instumentum laboris que propone Cóppola tiene contenido posible y en el mismo el autor define la condición sine qua non para efectivizarlo: El compromiso del Estado subsidiario de la comunidad nacional.
Por ser el mismo dirigido a la parcialidad demócrata cristiana de la Argentina (aunque obviamente al ser publicado con la autorización del autor, abierto a todos los lectores), caben algunas reflexiones en singular.
La conducción democristiana -según se publicó en este diario digital- se reunirá con la Presidenta Cristina de Kirchner. A partir de los principios fundacionales de la DC podrían desarrollarse los siguientes temas e interrogantes para reflexionar sobre el re encauzamiento del Estado que le permita ser agente dinámico del cambio.
* Primeramente inquirir la razón por la que permitió que el Presidente Consorte reciba a esta misma dirigencia en la Quinta Presidencial de Olivos siendo esta un espacio exclusivo de la primera magistratura del país y propiedad de todos los argentinos, peronistas o democristianos, dando así una señal inequívoca de poder compartido o de cesión de este y de parcialidad para con el PJ cuyo presidente es su esposo.
En tal reunión y según la información con que se cuenta en la Redacción de PyD, no se habrían tratado meras cuestiones partidarias sino también de gestión de gobierno lesionando así la investidura presidencial. Y admitamos aunque a disgusto -porque es caté ser invitado a la residencia de los presidentes- que la complacencia corrompió la prudencia.
Años atrás y cuando la Sra. Zulema Menem se reunió en ausencia del Presidente, su esposo, con dirigentes políticos, la inmediata respuesta de Carlos Menem fue disponer la expulsión de la Primera Dama de la residencia. Eran otros tiempos y otros presidentes.
* Con firmeza negar todo apoyo institucional y político de no mediar un rotundo cambio de 180º en las políticas oficiales en lo que al aborto respecta. Si a ello no accede, denunciar públicamente que la actual gestión sostiene las proposiciones de la precedente sobre la instalación de la cultura de la muerte en la Argentina.
Si de ello resulta el rechazo de cualquier asociación política o beneficio futuro, mejor. Se habrá dado testimonio de la razón de la existencia de la DC, de sus valores fundacionales, de su doctrina y de la convicción de que una sola vida humana, nacida o no, vale más que un cargo o un negocio. También más que un Presidente, hombre o mujer, no en su persona sino en cuanto a la dignidad de su empleo público. O sea y para no dejarle dudas, que la DC no puede conforme a su naturaleza, apoyar a quien no defiende la vida como primer derecho humano del que dependen todos los demás. Que no habrá sociedad política alguna contrariando los valores y menos aún con cómplices de asesinos de niños indefensos.
Será la oportunidad de proponerle una digna celebración del Día del Niño por Nacer que recuerde a los argentinos que fuimos pioneros en el mundo declarándolo, que otros países siguieron nuestro ejemplo, que SS Juan Pablo II felicitó al entonces Presidente Menem por el dictado del decreto correspondiente y que los argentinos no somos una civilización de genocidas.
* Consecuentemente, proponerle un cambio radical en materia de familia para que no siga perturbándose al cuerpo social con extrañas ideas posmodernas, muy de moda en el mundo progresista, que promocionan y promueven conductas anormales contrarias a la naturaleza creacional del hombre.
* En materia económica, que de una buena vez se abandone la política de confrontación con el país federal al que se singulariza con el nombre de “campo” ignorando la dependencia que se tiene de los productores rurales.
* Que en general se eviten definitivamente actitudes confrontativas. El país vive una crisis, la del caos social como política de gobierno, que no se solucionará con nuevas agresiones ni desplantes.
* En materia de política internacional, que se la inste a reincorporarse al mundo sin exclusiones ideológicas ni parcialidades por simpatía o posibles negocios. Recordarle que Cuba es un país marginal al cual la Argentina le regaló alimentos, automotores y tecnología durante la tercera presidencia del Gral. Perón y que es una dictadura no demasiado bien mirada en el mundo y tampoco por el fundador del partido político en nombre del cual gobierna, el Gral. Perón, que jamás accedió a reunirse con Fidel Castro pese a mantener buenas relaciones personales.
Y que, como si fuera poco, es marxista exportadora de delincuentes terroristas a otros países, lo hizo con nosotros, por lo que no merece tanto protocolo.
* Es la oportunidad de hacerle saber que el bien común, considerado como el bien de todos y de cada uno de los habitantes que permite el crecimiento en dignidad de la persona y de la comunidad, no pasa por vistosidades ni apariencias. Que gobernar es cosa seria y que la DC, histórica aliada del justicialismo, si esta vez se agrupa en ConFe es por coincidencia ideológica y que está dispuesta a cualquier renunciamiento por la causa del pueblo argentino.
* Vale también recordarle que la historia de una Nación es patrimonio de todos y que quien la deforma o la disfraza roba al pueblo algo de su pertenencia malogrando la maduración de su identidad como tal.
Viene esto a cuento por lo que todos sabemos, de la demonización de los opuestos y la santificación de los propios como si la República fuera un equipo de fútbol de barrio sin camisetas.
Y que en esa historia se enraízan la fe, la cultura nacional y popular, las instituciones republicanas -todas ellas, con o sin uniforme-, los sacramentos (símbolos) patrios y las tradiciones. Un todo en acto para ser y en potencia para no diluirnos.
Que somos una síntesis de otras síntesis como país de inmigrantes, que los pueblos originarios son aquellos que en el pasado concurrieron para hacernos lo que somos, que no hay rencores válidos cuando lo que se necesita es la unidad nacional.
Que no hay justicia sin perdón, que no hay paz sin reconciliación. Que el odio es patrimonio de los débiles y de los incapaces.
* Para finalmente plantear el tema de la austeridad, no del pueblo solamente sino de los que gobiernan también.
Decencia básica puede llamársela y que es lo que no se advierte en el gobierno dado el asombroso enriquecimiento personal de sus miembros y el nivel de despilfarro en la administración del Estado. Desigualdades irritantes que son un grave pecado social que debe ser reparado inmediatamente. Mientras al menos dos tercios de la población carecen de lo elemental en salud, alimentación, vivienda, educación o seguridad y justicia, una minoría cada vez más pequeña nos deslumbra con su consumo. No es este el social al que se refiere Cóppola que es básico y armónico destinado al desarrollo integral de la persona humana, sino el vanidoso y hedonista proveniente de la corrupción.
Así, puestas las cosas en claro desde el vamos, pondremos “la llave” (el título del artículo de Cóppola) en el ojo de la cerradura y se podrá abrir la puerta que comunica con el pueblo argentino para que este vea que la Democracia Cristiana es un partido ciertamente comprometido con todos, valiente en sus actitudes y respetuoso de sus principios.
Porque la incertidumbre que reina en el cuerpo social es producto de los vaivenes de quienes conducen, tanto gobiernos como institutos de la república o del pueblo.
Esa vacilación permanente genera desconfianza y esta rechazo. No se puede quedar bien con Dios y con el Diablo y “a los tibios los vomita Dios”.
Es la forma de que podamos vencer el miedo, superar la inseguridad, de ofertar conductas firmes y equilibradas con vocación de servicio al electorado.
O la política ya nunca más será como antes, prebendaria, maquiavélica, falaz o los pueblos marcharán “con la cabeza de sus dirigentes.”
Ya pasó antes, revisemos la historia con buena memoria.
Extractado de: www.politicaydesarrollo.com.ar, 22-Jan-2009