Por Ismael Bermúdez
La jubilación promedio de los 5,5 millones de jubilados y pensionados ronda los 1.150 pesos por mes . De ese total, e incluyendo a las pensiones no contributivas, el 76,5% –casi 4,9 millones de beneficiarios– cobra el haber mínimo de $ 895 o menos . Las pensiones no contributivas –más de 900.000– promedian los $ 780 mensuales .
Este bajo valor del haber medio previsional –representa apenas una tercera parte del sueldo medio de los trabajadores registrados– se debe a que muchos se jubilaron como autónomos, monotributistas o completando años de aportes “con moratoria” con haberes más bajos o directamente con la mínima. Pero aún así el achatamiento de la pirámide previsional obedece a muchos otros factores.
Ante todo, las jubilaciones no fueron ajustadas por la evolución de los salarios, como sí marca la doctrina fijada por la Corte Suprema en numerosos fallos (Sánchez, Badaro y Ellif) con lo que quedaron muy desactualizadas.
Por ejemplo, en Badaro el ajuste ordenado por la Corte entre enero de 2002 y diciembre de 2006 fue del 88,6%, cuando en ese período los aumentos generales fueron entre el 10 y 22%. Así en forma creciente una buena parte de los jubilados se fue quedando con los haberes muy retrasados y pasaron a cobrar el haber mínimo.
Además se redujo en forma sustancial el valor de la Prestación Básica Universal (PBU). Inicialmente fue fijada en el 27,5% del sueldo medio, a lo que debía sumarse para fijar el haber inicial, con 30 años de aportes, el 45% del sueldo ajustado de los últimos 10 años anteriores al retiro laboral. Así, para un sueldo medio, la jubilación inicial debería representar el 72,5% (27,5 más 45). Con más años de 30 años de aportes, el porcentaje crecía.
La PBU ahora es un valor fijo – $ 422,91– que representa menos del 15% del sueldo medio, mientras el cálculo para ajustar los sueldos de los últimos 10 años se realiza con un índice que es inferior a la real evolución de los salarios.
Esto explica que se jubilaron en los últimos dos años y los nuevos jubilados cobren un haber inicial que equivale al 50% o menos del sueldo que tenían cuando estaban en actividad.
Eso provoca lógicamente una fuerte resistencia a querer acceder a la jubilación o iniciar un juicio en el mismo momento que se accede a la jubilación.
Una vez obtenida la jubilación, el haber se ajusta cada 6 meses con una fórmula de movilidad compleja que combina dos índices (que incluye evolución de los salarios, recaudación e ingresos por impuestos) pero aplicando siempre el más bajo .
Eso va licuando los haberes y con mayor intensidad en los momentos de alta inflación. Por ejemplo, el último aumento semestral fue del 8,21% cuando en apenas tres meses la inflación “verdadera” superó ese porcentaje. En el caso de los docentes, el ajuste de marzo fue de tan solo el 0,98%. Ahora el próximo aumento debería aplicarse en septiembre.
Todo esto explica el extraordinario aumento de los juicios de reajustes previsionales –103.000 causas sólo en 2009– y a razón de 600 nuevos juicios por día en lo que va de este año.
La acumulación de causas es tal que, el viernes pasado, en una Acordada, la Cámara Federal de la Seguridad Social consideró que “está colapsada”. Por tal motivo, existe un proyecto para crear una cuarta Sala y 5 juzgados más en la Cámara Federal de la Seguridad Social.
Clarín, 13-6-10