DAMIÁN RUIZ
Voy a tratar de
desgranar, con la máxima objetividad y procurando no ser tendencioso, lo que,
según mi opinión, sucederá en los próximos meses-año con la propuesta de
independencia de Cataluña.
1. El 25 de Noviembre los partidos
favorables a la autodeterminación (CiU, ERC e Iniciativa por Cataluña)
obtendrán una mayoría de, aproximadamente, dos tercios del parlamento catalán.
PP y Ciudadanos subirán ligeramente y el partido socialista descenderá.
2. Irán a votar aproximadamente entre el 60
y el 65 % de los catalanes con derecho a voto.
3. El parlamento de Cataluña, en poco
tiempo, proclamará el derecho de autodeterminación y promulgará una consulta
soberanista, no pidiendo, de entrada, la
independencia sino el derecho a la autodeterminación.
4. Esta consulta será prohibida por el
gobierno central.
5. La consulta se realizará igualmente. El
gobierno central la declarará inválida y no vinculante. Acudirán a votar,
aproximadamente, un sesenta por ciento de la población, y el SÍ favorable a la
autodeterminación obtendrá entre un 85 y un 90% de los votos.
6. Momento clave. El gobierno de Artur Mas
proclamará la soberanía de Cataluña y la proclamación de un nuevo estado dentro
de Europa, de momento no independiente de la corona española. Previamente los
gobiernos catalán y español habrán estado en contacto con todos los gobiernos
de Europa y de los países líderes del mundo.
7. Europa se dividirá entre una mayoría que
respalde la posición española y una minoría, algunos países y la izquierda de
la cámara (ecologistas y comunistas) que apoyarán la resolución catalana.
8. Estados Unidos, Rusia, Israel, China y
otros núcleos de poder respaldarán la posición española.
9. El gobierno catalán creará una hacienda
propia y dejará de pagar al estado español.
10. La presión
internacional en apoyo de España precipitará al gobierno catalán a proclamar la
independencia de Cataluña.
11. El ejército
español llevará varios meses deseando intervenir. La cuestión es que de hacerlo
podría acelerar el reconocimiento del nuevo estado catalán por parte de algunos
miembros de la comunidad internacional. El Rey y el gobierno central tratarán
de mantener la calma en los cuarteles sabedores de que un paso en falso podría
poner a la opinión pública mundial a favor de Cataluña, con lo cual las
posibilidades de independencia a medio plazo serían elevadas.
12. El Rey y el
gobierno central tratarán de mover todos los cauces diplomáticos habidos y por
haber para que ningún país significativo reconozca, bajo ningún concepto, al
nuevo estado catalán.
13. Existe la
posibilidad, remota, de que el gobierno central active el artículo 155 de la
constitución y suspenda la autonomía catalana.
14. Empezará a haber
manifestaciones espontáneas en las calles y actos de guerrilla urbana.
15. El gobierno
central decidirá intervenir, no con el ejército, sino con el despliegue de
fuerzas de seguridad.
16. En estos momentos
la población catalana estará profundamente dividida, no tanto entre
catalanistas y españolistas, sino entre partidarios del orden y partidarios de
avanzar en el conflicto hasta conseguir la independencia.
17. ¿Dará el gobierno
central, a través del Rey, la orden de que el ejército entre en Cataluña y
restaure el orden constitucional?
18. Si esto ocurriera
estaríamos de nuevo ante un conflicto bélico, el inicio de una guerra civil,
que de unirse País Vasco y la izquierda de la izquierda a la causa catalana
podría rememorar tiempos pasados.
19. Europa, Estados
Unidos, Israel, el secretario general de la ONU , etc. intervendrán con misiones diplomáticas
para poner fin al conflicto, pero el conflicto ya estará abierto. La opinión
pública internacional, probablemente, se aliará con la causa catalana.
20. Finalmente
Cataluña acabaría obteniendo su independencia pero, probablemente, a un coste
mucho más elevado del que, en un principio, se pudo imaginar.
Ojalá nada de esto
ocurra, y los lazos entre catalanes y el resto de españoles sigan siendo
estrechos, y que el sentido común se imponga, y si es necesario se abra una
tercera vía, quizás el estado federal, para que todos podamos seguir
conviviendo pacíficamente y en un proyecto común. En nuestras manos está la
posibilidad de no activar el odio y, allí donde veamos exaltación, de un lado u
otro, poner paz.
El Manifiesto,
5-10-12