viernes, 9 de noviembre de 2012

8 N EN ARGENTINA Y DE ARGENTINOS EN EL EXTERIOR




Por Carlos Álvarez Cozzi, 
Catedrático universitario de Derecho-Uruguay



Si dijéramos que nos extrañó, faltaríamos a la verdad! Es que el descaecimiento de las instituciones en la hermana República Argentina clama al cielo. Centenas de miles de personas el 8 de noviembre salieron a las calles de Buenos Aires, otras ciudades de la Provincia de Buenos Aires  y localidades de provincias del interior y hasta del exterior, con pancartas, a manifestar hartos de malos servicios públicos, corrupción política y administrativa, falta de seguridad pública, carestía inflacionaria, salarios que no alcanzan, y un largo etcétera.

Es que a la autocracia de la presidente Cristina Fernández le sigue la competencia de su séquito. Se vieron carteles “Viva la Reina” y otros por el estilo que denotan hartazgo del mismo pueblo que, siguiendo la tradición peronista, le dio el triunfo en las elecciones nacionales con un 55% pero antes que limitara la compra y salida de dólares y apretara la censura contra la libertad de prensa. Quienes estamos tan cerca como los uruguayos de esa realidad e incluso estuvimos el fin de semana pasado en Buenos Aires, pudimos ver una ciudad venida a menos, con apagones, falta de agua y agujeros en las calles céntricas.

Cuando Dios no ocupa el primer lugar suceden estas cosas. La ambición desmedida, la corrupción, el amiguismo determinan que todo vale y que el pueblo no cuenta.
Así terminan casi siempre los déspotas. Aislados y rechazados por el soberano. Habrán de aprender la lección de la historia? Se darán cuenta que la soberbia no conduce al bien común? Reconocerán el señorío de Dios sobre todo lo creado tratando a los demás como hermanos?