ISMAEL BERMÚDEZ
La catástrofe
climática que se abatió sobre la ciudad de Buenos Aires, el conurbano
bonaerense, la ciudad de La
Plata y otras localidades del interior del país tuvo
consecuencias más trágicas por la falta de infraestructura y obras que ayudaran
a prevenir o mitigar las torrenciales lluvias e inundaciones.
Las cifras oficiales
así como los análisis presupuestarios son lapidarios. Durante 2012 los gastos
de capital –que incluyen los que se destinan a obras viales e infraestructura–
fueron una de las variables de ajuste de los presupuestos públicos.
En 2012, los gastos
de capital de la Nación
insumieron $61.784 millones, apenas un 15% más que los erogados en 2011, cuando
la inflación fue del 25%. En términos reales, implica una baja de 10 puntos. De
ese total, las transferencias a la ciudad de Buenos Aires y las provincias se
redujeron mucho más, ya que subieron en términos nominales apenas el 6,8%, de
acuerdo a las cifras del Ministerio de Economía.
Según la consultora
Economía & Regiones (E&R), en 2012 los gastos de capital del conjunto
de las provincias se incrementaron un 11%, “con un fuerte ajuste en términos
reales, si se contempla que el costo de construcción se incrementó un 29% respecto
a 2011”. Así, la participación en el gasto primario se redujo del 9,3% al 8,3%,
“la ratio más baja desde 2003, de modo que ‘se perdió todo lo ganado’ en
materia de inversión provincial a lo largo de la década”.
“A nivel regional, la
menor expansión se registró en el NOA, con una suba nominal del 2%, mientras
que la otra región del norte del país (NEA) observó la mayor suba (26%), siendo
la única zona del país en mantener un crecimiento similar al de períodos
anteriores, sin utilizar esta partida como variable de ajuste”, dice E&R.
Buenos Aires bajo el
agua En la ciudad de Buenos Aires, según la Asociación Argentina
de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), “el gasto de capital
tuvo un crecimiento del 18,1%, menor que el promedio general, con un nivel de
ejecución del 74%, igual al registrado en 2011”.
ASAP detalla que el
Programa de Riesgo Hídrico –para prevenir inundaciones– con un crédito de
$170,5 millones, fue ejecutado un 74,1%. Y agrega que “entre los proyectos de
relevancia presupuestaria que muestran una marcada subejecución, se encuentran
las Obras de Infraestructura Urbana del Ministerio de Desarrollo Urbano, con un
devengado de apenas el 4,3% sobre un crédito de $106,4 millones, las de
Desarrollo de la Red
Pluvial , con un 14,9% sobre un presupuesto de $44,9 millones,
el Programa de Administración y Control del Tránsito y el Transporte, con un
31,1% sobre $162,3 millones asignados, y las Obras del programa Vivienda con
Ahorro Previo, con un 49,2% sobre $161,9 millones de crédito vigente”.
ASAP señala que “a lo
largo de 2012, no sólo las erogaciones corrientes han ido disminuyendo su tasa
de crecimiento, sino que el Gasto de Capital se ha expandido a un ritmo más
bajo, mostrando así las consecuencias de la desaceleración de la actividad
económica sobre las finanzas locales”.
Para 2013 los
analistas esperan que por tratarse de un año electoral podrían aumentar los
gastos de capital en las provincias . “Esta dinámica obedece al clásico repunte
en la ejecución de obras públicas en un año electoral, las cuales pasarían de
$31.000 millones a $39.000 millones (+29%) y contarían con mayor financiamiento
discrecional, focalizado en las jurisdicciones con gobernadores afines al
Gobierno Nacional, y automático, a partir del crecimiento esperado en el Fondo
Sojero”, sostiene E&R.
Clarín, iEco, 7-4-13