Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Fuente: Mitos y
Fraudes
Raúl Montenegro es el
biólogo que preside la
Fundación para la
Defensa del Ambiente o FUNAM, una organización que se
caracterizó desde sus inicios en el muy hábil uso de medias verdades,
exageraciones, hechos fuera de contexto, tiempos verbales potenciales y
condicionales, todo muy bien ordenado para presentar desinformación sobre
asuntos de la ecología que hacen creer al público que FUNAM tiene una sólida
base científica, y sus intenciones son salvar a la gente común de horribles
peligros ambientales.
En esa tónica de
larga data, el accionar de Montenegro en relación a la energía nuclear siempre
se basó en la mención de horribles riesgos que impone cualquier actividad
nuclear para los seres humanos. Montenegro, como sucede con casi todos los
antinucleares, se ha quedado perdido en una maraña de datos científicos
obsoletos y, si de casualidad se entera de algo nuevo –pero que no se ajusta al
“relato verde”, lo ignora totalmente y arremete más aún con las viejas teorías
y erradas creencias que, hay que admitirlo, pintan un mundo realmente espantoso
para la humanidad, por más errada que sea esa visión tremendista del futuro. En
estos tiempos está embarcado en viajes a Mendoza y en apariciones públicas,
concediendo entrevistas a diarios y revistas, y aleccionando a las ONGs
antiminería sobre la mejor manera de introducir la prolija desinformación que
presenta para lograr entorpecer al avance de la actividad minera y el
desarrollo económico e industrial de amplias regiones del país. Su tema es hoy
la vieja mina de uranio de Sierra Pintada y el traslado de la fábrica de óxido
de uranio Dioxitek a una nueva ubicación. El sitio web del diario de San
Rafael, publica extractos de una entrevista que puede leerse en el link
indicado y que lleva este título:
“Montenegro: La mina
de uranio de Sierra Pintada no debería reabrir” diario de San Rafael
En la edición del
martes informamos que la
Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) insiste en la
reapertura de la mina de uranio. La intención del Gobierno nacional de
construir una nueva central Atucha con la participación de empresarios rusos
reabre el debate sobre el futuro de la explotación de este mineral en nuestro
país. En contrapartida, los sanrafaelinos siguen reclamando la remediación de
los pasivos contaminantes que dejó la explotación de Sierra Pintada. Al
respecto, consultamos al biólogo Raúl Montenegro, autoridad en el tema y
reconocido mundialmente, quien brindó un panorama esclarecedor y contundente,
destacando la necesidad de remediar cuanto antes el material de la explotación
minera que dejó la CNEA
en ese lugar en las últimas décadas.
Raúl Montenegro es
bueno para recordar estadísticas, y atribuir causas y efectos, y si no tiene
algunas de estas cosas que se ajuste a lo que quiere vender, las inventa. Por
ejemplo:
Primeramente, el
especialista informó acerca de la visión que tiene del programa nuclear
argentino: "En el mundo hay unos 199 países, pero sólo 30 han desarrollado
centrales nucleares de potencia. Contrariamente a lo que pretende hacernos
creer la Comisión
Nacional de Energía Atómica, ello no se debe a falta de
capacidad tecnológica sino a inteligencia territorial. La energía nuclear es
cara, obsoleta y extrema-damente peligrosa. Un solo accidente nivel 7 en la
escala del INES, el peor posible, no sólo provocaría gravísimos daños
sanitarios y ambientales sino que además haría colapsar una economía como la
nuestra. En un planeta inestable y volátil lo más inteligente es no tener
reactores. Si los argentinos conociesen la verdad sobre el programa nuclear
exigirían que se lo desactive".
¿"Inteligencia
territorial”? ¿Qué sería esta nueva herramienta en el bagaje dialéctico de
Montenegro? Tiene varios viejos latiguillos que introduce en sus textos y
discursos, como el viejo “coctel de contaminantes”, y desde hace un tiempo el
conocido pero no demostrado “Efecto Petkau” y “Efecto Espectador”. Pero son
muletillas que sirven para infundir el temor entre los que saben poco o nada
sobre el tema de la radioactividad natural de fondo, o bajos niveles de
radiación. Por supuesto que su afirmación “La energía nuclear es cara, obsoleta
y extremadamente peligrosa, es una expresión de deseos muy personal y no
expresa una verdad comprobada por la realidad.
Después de más de 14.500
años/reactor desde fines de los década de los 50, la experiencia demostró que
la energía nuclear tuvo muy pocos accidentes serios –siendo Chernobyl el peor
de ellos imaginable, pero sin las consecuencias catastróficas que Greenpeace,
y la plétora de ONGs antinucleares quisieron adjudicarle.
La experiencia y la
realidad demuestra que viajar en transporte público o asistir a un estadio para
ver un partido de fútbol es mil veces más peligroso... o fumar, o bajarse de la
cama descalzo, o patinar en la bañera.
Causa
Probabilidad de muerte
20 cigarrillos
diarios 1/200
Gripe 1/5.000
Transporte público 1/10.000
Estadio de fútbol 1/25.000
Alpinismo 1/25.000
Píldora
anticonceptiva 1/50.000
Terremoto
(California) 1/600.000
Transporte aéreo 1/10.000.000
Central nuclear 1/10.000.000
Repositorio de
residuos
de alta actividad 1/100.000.000.000.000
Fuente: Journal of the American Medical Association (244, II:1126-1128)
y CNEA
Además, quienes
realmente conocen sobre la verdad del plan nuclear argentino -con fallas de
corrupción incluidas- apoyan la continuidad del plan y, en lo posible, su
ampliación con la adopción de los nuevos diseños de reactores
"inhrentemente seguros" que fabrica la compañía estatal de Río Negro
y la CNEA ,
INVAP, orgullo de tecnología de avanzada en lo nuclear y en lo espacial. Más
declaraciones de Montenegro que merecen ser analizadas y destripadas de su
contenido alarmista:
Sierra Pintada
seguirá inactiva y solamente con tareas de conservación. Lo grave, sin embargo,
es que aún inactiva sigue contaminando. Un arroyo como El Tigre, a la salida de
Sierra Pintada, ha llegado a registrar valores de uranio 20 a 40 veces más
altos que valores normales hallados en ríos de Mendoza y otros lugares de
Argentina".
Los valores de
radiactividad del uranio natural, tan abundante en la región de Sierra Pintada
(como en las Sie-rras de Córdoba y varias regiones del país de elevada
radiactividad natural de fondo), son, (¿cómo decirlo sin ofender
susceptibilidades?): “niveles y valores naturales de radioactividad que se
encuentran en el uranio natural.”
Es claro que esos valores naturales en
Mendoza, San Juan, gran parte de la Cordillera y zonas montañosas del mundo son 20 a
40 veces más altos que valores naturales de regiones que carecen de uranio, o
montañas que naturalmente tienen niveles de radiación más altos que los de
provincias de llanura Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Buenos Aires,
Santiago del Estero, La Pampa
y ríos como el Paraná, el Uruguay o el Para-guay, que nacen en regiones no muy
montañosas y de baja radiación de fondo. En la siguiente declaración Raúl
Montenegro pretende lucirse –y lo consigue, aunque no de la manera en que a él
le gustaría.
Ante este panorama,
Montenegro sintetizó que Sierra Pintada "debe ser remediada y luego
cerrada". Sin embargo, indicó que "aún así tendrá que ser vigilada
por siglos, pues los depósitos de residuos de uranio y de sus hijas radiactivas
continuarán actuando. El uranio es natural, pero en las minas se lo concentra y
quedan también concentrados sus residuos más peligrosos, como radio 226 y plomo
210. Además, ventean permanentemente radón 222, un gas radiactivo. Todos son
cancerígenos humanos ciertos".
El
"temible" Radón
Acerca de los radionúclidos con los que Montenegro
goza mencionándolos con el objeto de asustar a la gente, está el Radio-226 que
es uno de los productos del decaimiento del uranio-238, que está ampliamente
encontrado en la mayoría de rocas y suelos, como los jardines y el interior de
nuestras casas. Cuando este radio decae produce radón-222, un gas inerte con
una vida media de casi 4 días. (Radio-224 es producto de decaimiento del torio,
y decae a radón-220, también conocido como "toron", con una vida
media de 54 segundos.
A causa de que el radón tienen una vida muy corta, y
decae en rayos alfa una cantidad de "productos hijas" que son sólidos
y de muy corta vida, hay una gran probabilidad de que decaiga cuando sea
inhalado, o cuando las hijas del radón en el polvillo aéreo son respiradas.
Aunque la radiación alfa es fácilmente bloqueada por una hoja de papel biblia,
las partículas alfa tienen una fuerte acción sobre las mucosas del pulmón. Por
suerte, los mecanismos de reparación naturales del organismo se encargan de
hacer las reparaciones necesarias y si las dosis alfa no son excesivas, los
daños quedan anulados –por más "efecto Petkau" que se invoque.
La exposición típica
al radón y su progenie toma cuenta de la mitad de las dosis de radiación de una
persona, haciendo que sea el principal contribuyente. Este radón proviene del
suelo, con exposiciones que son afectadas por factores como la georgrafía
local, la construcción de edificios, y el estilo de vida. Los niveles de radón
en el aire varían desde unos 4 a 20 Bq/m3. Los niveles de radón en el interior
de las casas atrajeron un gran interés de los años 70s, y en EEUU tienen un
promedio de 55 Bq/m3. La EPA
tiene determinado un nivel de acción preventiva 150 Bq/m3.
Los niveles de los
hogares en Escandinavia son aproximadamente el doble de los de EEUU y los
niveles en Australia son de casi la quinta parte de los niveles americanos. En
casas de EEUU se han medido niveles de hasta 100.000 Bq/m3, y en cuevas y
grutas abiertas al público turista se miden niveles de hasta 25.000 Bq/m3.
En realidad, casi
toda la Argentina
debería de ser vigilada durante miles de años porque todos los radionúclidos
que mencionan ocurrían antes de que Sierra Pintada o cualquier otra mina de
uranio fuese abierta a la explotación. Montenegro está engañando a la gente con
una afirmación como esta porque “...una verdad a medias es una mentira
completa.” La "concentración" que se hace en la mina es separar
algunos minerales e impurezas que están incrustadas en el mineral de uranio. El
nivel de radioactividad no se incrementa ni un solo micro-Sievert!
Esa
radioactividad estuvo allí desde hace millones de años y lo seguirá estando,
decayendo lentamente con el tiempo. Pero no representa riesgo alguno para la
salud ni para el ambiente como acaba de declarar el Comité Científico de las
Naciones Unidas para las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR, 2012), sobre la Teoría Lineal Sin
Umbral (LNT) ,y ya en abril de 2004 cuando se pronunció sobre "los
beneficios para la salud, para la fertilidad, para el refuerzo del sistema
inmunológico y la defensa contra enfermedades –por ende para la longevidad- de
las dosis de radiación de bajo nivel proveniente de los niveles de radiación
natural de fondo.
" Pero
Montenegro no opina igual. Se quedó en el Siglo Pasado. Dijo:
Consultado sobre la
peligrosidad de la radiación que liberan los materiales radiactivos, tanto los
naturales como artificiales, el especialista indicó que "lo que las
personas suelen ignorar es que la radiación generada por materiales
radiactivos -a diferencia de lo que pasa con sustancias químicas no
radiactivas- no tienen umbral de seguridad. Cualquier valor de radiación
ionizante, por pequeño que sea, es de riesgo y puede producir cáncer. Esto fue
reconfirmado por las Academias de Ciencia de los Estados Unidos en BEIR VII
Segunda Fase. Pero CNEA no habla sobre estos temas, sigue haciendo creer,
falsa-mente, que hay valores inofensivos de radiación ionizante".
El libreto usado para
sembrar el miedo y generar el rechazo a todo lo que sea nuclear y
radiactividad, ha sido expurgado de toda ciencia seria. Se basa en viejas
creencias y teorías que fueron perdiendo credibilidad hasta su descarte
definitivo de las ciencias. Lo que hoy la ciencia acepta como cierto es que las
células vivientes están siendo bombardeadas de manera constante por radiación
ionizante de diversas formas y desde diversas fuentes. Todo esto tiene el
potencial de dañar al ADN y, a menos de que ese daño sea corregido por los
meca-nismos de auto-reparación del organismo, puede resultar en una disfunción
de las células o una enfermedad maligna conocida como cáncer. Para la mayoría
de las personas la exposición adicional de las pruebas de armas nucleares,
actividades de generación de energía nuclear o los accidentes nucleares son una
minúscula fracción del total de radiación que recibimos todos en el mundo.
El MIT, o Massachusetts
Institute of Technology, se interesó en saber “¿Cuánta radiación adicional es
demasiado?” Montenegro dice que cualquier nivel de radiación, “por pequeño que
sea, es de riesgo y puede producir cáncer.” Nos gustaría que nos explicase el
motivo por el cual las poblaciones que viven en regiones del mundo con elevada
radiación de fondo viven más, y tienen menos cánceres que las regiones con baja
radiación de fondo…
El estudio del MIT
expuso a un grupo de ratas a radiación de bajo nivel durante cinco semanas y
comparó los efectos con otro grupo expuesto a la misma cantidad de radiación
(en mSv) administrada de un solo golpe, como también se comparó con un tercer
grupo de control expuesto a nada más que a niveles normales de radiación de
fondo. Los resultados fueron que el grupo de “bajas dosis” no mostró “cambios
significativos” en los niveles de varios daños al ADN en comparación con el
grupo de control.
El MIT dijo que la
cadena de ADN en cada célula está sujeta a por lo menos 10.000 cambios por día,
pero que los mecanismos de autoreparación son capaces de corregirlos. Las
exposiciones a radiación de 400 veces los niveles de fondo dieron por
resultados en apenas 12 cambios extras. El paper concluye: “Tomados en
conjunto, los estudios de animales que viven bajo condiciones de prolongadas y
continuas exposiciones a radiación 400x del fondo natural de radiación no
muestran ninguna evidencia de aumento en los niveles de daño de base… como
tampoco ruptura de doble hélice… tampoco una inducción de respuesta del ADN al
daño…”
Por si Montenegro se
interesa en actualizar sus conocimientos, algo que le vendría muy bien a él y a
la población argentina, el título del estudio es “Análisis integrado y
molecular indica daño indetectable del ADN en ratas después de irradiación
continua a ~400 veces la radiación natural de fondo.” Fue publicado en el Journal
of Environmental Health Perspectives, y está disponible en este link de PubMed:
Integrated molecular analysis indicates undetectable DNA damage in mice after
continuous irradiation at ~400-fold natural back-ground radiation)
En Noviembre 2012 el
UNSCEAR declaró que todas las evidencias que emergen de miles de estudios
indican que la Teoría
Lineal Sin Umbral, (o LNT por “lineal no-threshold”) tiene
que ser abandonada y se debe reconocer la existencia de un efecto “Hormético”
de las radiación de bajos niveles, como los naturales de fondo y… curioso, no?
los niveles de radiación de las minas de uranio como la de Sierra Pintada.
"Hormesis es el mecanismo que usan las vacunas para potenciar al sistema
inmunologico mediante la exposición del organismo a pequeñas dosis de alguna
sustancia tóxica o venenosa. Funciona. Las dosis de bajas radiaciones tienen el
potencial de reforzar al sistema inmunológico lo mismo que las vacunas.
El ICRP (Comisión
Internacional de Protección Radiológica) puede haber llegado en algún momento a
la conclu-sión de que la radiación de fondo es peligrosa porque la LNT dice (como Montenegro) que
“cualquier nivel de radiación es peligroso”. Sin embargo esto fue profundamente
absurdo desde el primer momento cuando alguien comenzó a fijarse en los datos
empíricos. Refutar al modelo LNT a bajas dosis resulta muy fácil, con sólo
mirar los datos de lugares del mundo como:
Guaraparí, Brasil:
fondo natural = 37 mSv/año. Expectativa de vida según teoría LNT = ~62 años.
Tamil Nadu, India:
fondo natural 53 mSv/año. Expectativa de vida según teoría LNT = ~55 años
Denver, Colorado,
EEUU: fondo natural 10 mSv/año. Expectativa de vida según teoría LNT = ~72 años
Ramsar, Irán: fondo
natural = 89-132 mSv/año. Expectativa de vida según teoría LNT = ~20-25 años
La expectativa de
vida LNT significa que no debería haber ni un solo individuo vivo con una edad
mayor que la indicada: la teoría LNT predice una mortalidad del 100% por
cánceres inducidos por la radiación de acuerdo a la edad dada. Esa en la base
de los famosos estudios de la
Academia de Ciencia de los Estados Unidos y los estudios en
BEIR VII Segunda Fase. La información actualizada ha desechado a tales
normativas y sugerencias de que la teoría LNT tiene alguna validez.
Energía Nuclear en el
mundo
En 40 países del
mundo existen (a Junio 2013) 434 reactores en operación; hay 67 reactores en
construcción; 159 reactores en fase de planeamiento, y 318 más propuestos.
Viendo la demanda que existe para esta tecnología
no hay base alguna para afirmar que la energía nuclear sea cara, ineficiente o
peligrosa. La información disponible muestra que las más difundidas energías
alternativas (eólica y solar) están en retirada en los países donde jugaron un
importante papel debido al fabuloso negocio de los subsidios que se otorgaron,
sin los cuales no hubiesen podido competir contra las tecnologías tradicionales
de generación eléctrica. La quiebra de las principales empresas productoras de
paneles solares es una señal innegable del error de haber invertido y
dilapidado enorme cantidad de recursos en tecnologías ineficientes.
Vuelvo a repetirlo
para que no haya confusiones: El Comité Científico sobre Efectos de la Radiación Atómica
de las Naciones Unidas ha finalmente admitido que no podemos usar la hipótesis
LNT (lineal sin umbral) para predecir al cáncer por niveles bajos de
radiactividad.
Un informe muy grande
fue publicado el año pasado con muy poca fanfarria y nada de trompetas. Llega a
la conclusión de lo mismo que quienes estuvimos un tiempo en el campo de la
energía nuclear ya sabíamos desde hace décadas: las dosis de radiación
inferiores a unos 10 rem (0,1 Sievert) no son problema.
La hipótesis “lineal
sin umbral” o LNT no se aplica a dosis menores a 10 rem (0.1 Sv), que es la
región que comprende los valores de la radiación natural de fondo en todo el
mundo, y es la región de la mayor importancia para la energía nuclear, la
mayoría de los procedimientos médicos y la mayoría de las áreas afectada por
accidentes como Fukushima. El Comité Científico sobre Efectos de la Radiación Atómica
de las Naciones Unidas UNSCEAR 2012) envió el informe que, entre otras cosas,
declara que las incertidumbres de las bajas dosis es de tal magnitud que el
UNSCEAR “recomienda no multiplicar las bajas dosis por cifras grandes de
individuos expuestos a dosis en incremento a niveles equivalentes o inferiores
de los niveles naturales de fondo.” (UNDOC/V1255385)
Por último, el
biólogo Raúl Montenegro manifestó: "La hemos desafiado (a la CNEA ) a debates públicos para
que la buena ciencia prevalezca sobre su política mentirosa, pero nunca ha
accedido. La desafiamos a que explique cómo protegerse del Efecto Petkau y del Efecto
Espectador, que agravan enormemente los efectos de bajas dosis de radiación.
Como biólogo y como profesor titular de Biología evolutiva en la Universidad Nacional
de Córdoba me avergüenza que profesionales que son buenos en física nuclear se
arro-guen conocimientos de biología que no tienen, poniendo en riesgo la salud
y la vida de miles de personas".
¿Para qué hablar de
los biólogos que se arrogan conocimientos de física y de tecnología nuclear que
no demuestran tener? La CNEA
no puede rebajarse a debatir con quienes no conocen de la ciencia, y apenas
usan anota-ciones en el dorso de un sobre sobre los supuestos riesgos de la
energía nuclear y, sobre todo, con quienes demuestran desconocer casi todo lo
que es necesario conocer sobre radiactividad y el organismo humano.
El Efecto
Petkau es solamente relevante para dosis sumamente elevadas donde el mecanismo
de reparación del ADN no se realiza perfectamente, y no es aplicable a los niveles
de radiación inferiores al rango de 500 mSv. Pero no tiene en cuenta al sistema
natural de reparación del ADN que se mencionara al principio de esta nota.
El “efecto
espectador”, al que Montengreo adjudica ser "un fenómeno recientemente
descubierto que torna aún más riesgosas las bajas dosis de radiación.”
Se trata
en realidad de un fenómeno psicológico por el cual es menos probable que
alguien intervenga en una situación de emergencia cuando hay más personas que
cuando se está solo. No tiene relación ni es relevante para los niveles de
radiación de cualquier naturaleza o magnitud.
Pero su mención (como el “cóctel
de contaminantes” y el “efecto Petkau” cumple con la función de impresionar a
la gente que lo ignora todo… que es la inmensa mayoría de la población. Esa
población impresionada y asustada será usada para presionar por prohibiciones
y legislaciones restrictivas sin base científica alguna. El perjuicio será
repartido entre todos los habitantes de la nación y se manifiesta normalmente
como un atraso en la industrialización, en las actividades agropecuarias, y en
todas las actividades productivas que generan riqueza nacional que podría ser
redistribuida entre todos los pobladores.
Esperemos que algún
día el pueblo haya sido suficientemente ilustrado, instruido y educado en la
manera en que la ciencia se ejercita, y aprenda a desconfiar del canto de
sirenas de las ONGs verdes que juran estar cuidando nuestra salud pero no
muestran evidencias científicas de que estén haciéndolo. Habrá que modificar mucha
legislación, por supuesto, para que los que emiten alertas y denuncias
ambientales sin bases técnicas, y científicas ciertas deban rendir cuentas a
la justicia como "estafadores de la confianza pública" de la misma
manera que lo hacen quienes ganan dinero con los famosos "cuentos del
tío" o la "venta de buzones y obeliscos".
Estrucplan, 28-6-13