La teoría del
"error humano" ,que un conductor de tren no respeta las señales de
detención obligatoria y causa una tragedia desnuda una situación terrorífica:
no hay un sistema automático que detenga una formación si quien la guía no
respeta una señal roja, por la razón que fuera.
No es un sistema
novedoso. Lo tenían los centenarios vagones de madera de la Línea A de subterráneos.
Muchos recordarán que el semáforo de la punta del andén accionaba un antiguo
dispositivo que hacía bajar una barra metálica que quedaba paralela al piso un
poco por encima de la altura del techo de los vagones. Era cuando la señal se
ponía en rojo. El primer vagón de la formación tenía una especie de antena en
el techo, adelante. Si el conductor se pasaba de la señal roja, la barra tocaba
esa suerte de antena y los frenos se accionaban automáticamente. Cuando la luz
pasaba a verde, la barra se ponía vertical y permitía el paso de las
formaciones.
Ese sistema electromecánico
de museo no está disponible en el Sarmiento y todo queda librado a la pericia
del conductor. Un motorman dormido, desmayado, infartado, con una lipotimia,
con una distracción puede causar una catástrofe.
El Gobierno sostiene
que ha "invertido" como nunca en los ferrocarriles. Lo cierto es que
ha gastado como nunca en la historia nacional en el sistema ferroviario, pero
los resultados son menos que pobres. No están los sistemas de seguridad que
estaban disponibles en los históricos vagones de madera que fueron desactivados
por antiguos.
Sistemas y obras
Los sistemas
"para-tren" existen en las otras líneas de subterráneos. A veces son
como placas entre las vías que se elevan cuando la señal está roja y desde
abajo tocan sensores de los coches y activan los frenos de la formación. En
2005, por decreto, el Gobierno lanzó el Programa de Recuperación y
Modernización del Sistema Público de Transporte Ferroviario de Pasajeros.
Incluía el señalamiento del tramo Once-Liniers en el Sarmiento, con "obras
básicas", y luego se ampliaron a otras más ambiciosas. Siete años después,
no hay un sistema automático de detención.
Florencio Randazzo
anunció hace meses la instalación de un sistema de frenado automático en las
formaciones. Pero actuaría en casos de excesos de velocidad, no ante la
violación de señales de detención obligatoria, como las que, según el ministro,
ocurrieron ayer.
Por: Jorge Oviedo
Viernes 14 de Junio
de 201
Fuente: Estrucplan