Instituto Argentino de Petróleo y del Gas
¿La
estimulación hidráulica pone en riesgo las napas de agua?
NO.
En la Argentina ,
los acuíferos de agua dulce se encuentran a un máximo de 300 metros de
profundidad, separados por no menos de 2 kilómetros de roca de los
hicrocarburos no convencionales (shale) que se encuentran mucho más profundos. Además,
los pozos se protegen con entubamientos de acero y cemento que impiden
cualquier contacto con el agua.
¿La
estimulación hidráulica compromete el abastecimiento de agua?
NO.
En el desarrollo de cada pozo se utiliza agua durante dos días como máximo. Y
los volúmenes son muy inferiores e los que se utilizan en otras actividades. En
Neuquén se utilizará menos del 0,1 % del caudal de los ríos frente al 5 % que
se utiliza para el riego, la industra y el consumo humano. El 95 % restante
desagua en el mar.
¿Se
utilizan cientos de químicos peligrosos?
NO.
En la Argentina ,
se utilizan sólo de 3 a 12 aditivos, en concentraciones muy bajas y la mayoría
se usan en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, en los helados y dulces, en
cosméticos, quesos, bebidas, artículos de higiene y limpieza. Además, estos
aditivos nunca entran en contacto con el medio ambiente.
¿La
estimulación hidráulica provoca terremotos?
NO.
La vibración que provoca esta actividad es 100.000 veces menor a la perceptible
por el ser humano. Con decenas de miles de pozos perforados de este tipo no se
ha comprobado en ningún caso que provoquen terremotos.
En
un documental se muestra cómo la estimulación contamina el agua potable. ¿Es
cierto?
NO.
En los casos que se detectó presencia de gas en el agua se comprobó que era de
origen biogénico (natural). En Estados Unidos, el país con mayor desarrollo de
esta tecnología, la Agencia
de Protección Ambiental (EPA), luego de numerosos estudios, no encontró pruebas
de que esta tecnología afecte el medio ambiente.
¿El
shale está prohibido en casi todos los países?
NO.
Sólo fue prohibido en Francia y Bulgaria que no tienen ningún antecedentes en
la perforación de este tipo de pozos. Gran Bretaña, que había declarado una
moratoria, decidió levantarla.
Clarín, 1-9-13