domingo, 1 de septiembre de 2013

TRES ESCENARIOS POSIBLES PARA PENSAR EN 2015



 Diego Reynoso
Profesor de la Universidad de San Andrés
    
Aunque resten aún las decisivas elecciones de octubre, las PASO permiten pensar escenarios políticos futuros. En términos generales, el mapa electoral presenta tres espacios políticos (agregando afinidades y ponderando dispersión territorial): el Frente para la Victoria (FPV), el peronismo disidente y el panradicalismo/socialismo, que suman aproximadamente más del 80% de las preferencias electorales.

Las opciones de 2015 saldrán de esos espacios. Sintéticamente, el panradicalismo se hace fuerte en 3 de los 7 distritos más grandes y de allí proyecta a sus probables opciones presidenciables: Julio Cobos en Mendoza y Hermes Binner en Santa Fe. Podría incluirse a Elisa Carrió, dependiendo de si en octubre derrota a Pro en la Ciudad de Buenos Aires.

El peronismo opositor se alza victorioso ni más ni menos que en los dos distritos más grandes: Sergio Massa en Buenos Aires y De la Sota/Schiaretti en Córdoba. No se puede descartar a Mauricio Macri, pero el armado político de Pro sugiere que estará obligado a cooperar con alguno de los anteriores espacios políticos nacionales y no a liderarlos. De los tres, hoy Massa parece proyectarse como el presidenciable con más chances. No obstante, el haberse convertido tempranamente en un punto focal lo expondrá durante dos largos años a una fricción intensa. Si logra sortear eso, sin duda se convertirá en la alternativa más competitiva.

Ahora bien, con la imposibilidad de reelegir a Cristina Kirchner, el FPV deberá resolver su sucesión interna. El primero en la lista desde hace tiempo es Daniel Scioli. Si bien ha sido derrotado en su propio territorio, y el resultado de octubre puede ser peor, es el más interesado en sincerar la interna y evitar que finalmente el peronismo bonaerense termine detrás de Massa. De suceder eso, Scioli se convertiría en un general sin ejército, dependiente del apoyo de una Presidenta sin capacidad de bendecir con exclusividad a su sucesor.

Esa situación alienta la emergencia de otros aspirantes. Un dato a confirmar en octubre es el triunfo del gobernador de Entre Rios, Sergio Urribarri. Si bien no es nacionalmente conocido, el entrerriano presenta otros atributos que lo proyectan. Ha demostrado lealtad hacia la Presidenta en diferentes coyunturas, lo cual lo hace más atractivo para los kirchneristas que cuestionan a Scioli. Pero a la vez es un gobernador que podría construir una alianza con otros gobernadores para frenar al siempre poderoso gobernador bonaerense, ahora debilitado.

De cara al futuro, el FPV tiene dos opciones: o institucionaliza el proceso de selección apoyándose en la reconstrucción del Partido Justicialista, o bien el flujo de lealtades puede comenzar a cambiar de dirección y reducirse a una fuerza kirchnerista pura, pero electoralmente no competitiva. El desafío no sólo involucra al PJ, sino al kirchnerismo que no pertenece al PJ y que se aglutina en Unidos y Organizados. Hasta ahora, esa incómoda convivencia se resolvía en la conducción de Cristina Kirchner, y no queda claro si alguna de las opciones podría garantizar la continuidad de esa misma coalición.

La clave para pensar prospectivamente el año 2015 es observar la evolución de tres escenarios posibles. Un "escenario de inercia" que reproduzca la situación actual de tercios, en el cual el FPV resuelva su interna y retenga el control del PJ, pero enfrente a un peronismo opositor y a un panradicalismo unificado. Otro posible, aunque menos probable, "escenario de regeneración peronista", cuyo candidato sea el único con chances, con un peronismo reunificado, donde el kichnerismo sea una parte pero no la conducción. Y un tercer escenario en el cual el FPV se reduzca a ser una fuerza exclusivamente kirchnerista pero electoralmente reducida, en el cual 2015 se dirima entre el peronismo opositor y el panradicalismo.

Todavía faltan dos años, pero ( ceteris paribus ) las opciones se van configurando.


La Nación, 1-9-13