Una revisión de 1.700
estudios científicos
Daniel Rodríguez
Herrera
LibertadDigital.com
Un equipo de
científicos italianos ha publicado en Critical Review of Biotechnology un
metaanálisis de 1.783 estudios científicos sobre organismos genéticamente
modificados (OGM), publicados entre 2002 y 2012, y ha concluido que "hasta
el momento no se ha detectado ningún riesgo significativo relacionado con el
uso de los cultivos transgénicos".
El trabajo, dirigido
por el biólogo de la Universidad de Perugia Alessandro Nicolia, ha evaluado
desde la interacción de las cosechas transgénicas con el medio ambiente hasta
las consecuencias de su consumo en animales y seres humanos, sin detectar
riesgos relacionados con el uso de cultivos transgénicos. Los autores del
estudio afirman que una mejor comunicación sobre las plantas genéticamente
modificadas podría tener un impacto significativo en el futuro de este tipo de
organismos en la agricultura.
"Hemos
intentando ofrecer una visión equilibrada sobre aquellos aspectos que han sido
debatidos, las conclusiones que se han encontrado y las novedades en el
debate", afirma Nicolia. Por ejemplo, frente a las protestas ecologistas
de que estos cultivos reducen la biodiversidad, este metaanálisis no ha
encontrado pruebas en ese sentido; es más, los estudios indican que los
cultivos tradicionales tienen peores efectos que los modificados.
En cuanto a la
seguridad alimentaria, los organismos genéticamente modificados deben pasar una
prueba antes de comercializarse llamada "equivalencia sustancial" que
muestre que son comparables a las variantes de las que provienen. Entre otras
cosas, se comprueba que tienen aproximadamente la misma cantidad de nutrientes
y que no hay moléculas potencialmente tóxicas. Tampoco el ADN en sí mismo
presenta peligro, ya que no puede integrarse en las células del consumidor
simplemente por ingerirlo. Las investigaciones tampoco han encontrado pruebas
de que las proteínas generadas por los genes insertados en estos cultivos sean
tóxicas o produzcan alergias.
Sólo una de las
afirmaciones habituales de los ecologistas encuentra respaldo en la literatura
científica, y es que los genes incorporados en los cultivos se extiendan a
plantas salvajes, otros cultivos o incluso microorganismos. Pero aunque el
análisis confirma que "la formación de híbridos entre cultivos
genéticamente modificados y variantes salvajes es posible y está
documentada", esto también sucede con los cultivos normales constantemente
y no es necesariamente dañino.
Pese a ello,
organizaciones como Greenpeace hacen una constante campaña contra los
organismos genéticamente modificados y los Gobiernos, especialmente los
europeos, siguen impidiendo el uso de variedades que han pasado por todas las
pruebas necesarias, pruebas mucho más exigentes que las sufridas por los
cultivos normales. Hace más de quince años que los seres humanos empezaron a
consumir productos transgénicos, sin que hasta la fecha se haya producido
ningún problema de salud por ello.
Fuente: Mitos y
Fraudes
Estrucplan, 25-10-13