Réplica opositora por
el apoyo oficialista a la baja de penas
Clarín, 2-5-14
La polémica por la
baja de penas que propone el oficialismo a través de la reforma del Código
Penal tuvo un nuevo capítulo, luego de que dos fiscales de la agrupación K
Justicia Legítima defendieran el anteproyecto, argumentando que “el castigo es
una solución irracional” y calificaran al Código en vigencia como “sexista,
clasista y oligárquico”.
Dos de los
presidenciables de la oposición, Mauricio Macri y Sergio Massa, salieron al
cruce de esa visión, que expusieron en la Feria del Libro, la noche del martes,
Alejandro Alagia y Javier de Luca, fiscales de la Cámar Penal y de Casación,
respectivamente. Ambos están identificados con la línea del juez de la Corte
Suprema Eugenio Zaffaroni, quien encabezó la comisión que redactó el polémico
texto a pedido de Cristina.
Las palabras de
Alagia y De Luca, reproducidas por el sitio Infobae, amplificaron la dicusión
sobre un texto que apunta a eliminar la prisión perpetua y la reincidencia,
además de la reducción de penas para delitos graves.
Tras plantear su
desacuerdo, el jefe de Gobierno porteño se pronunció en contra de la “mano
dura” y de las “ultrablandas”, y reclamó “ leyes claras que planteen los costos
de violarla y jueces que las apliquen”. En tanto, Massa volvió a criticar que
el Gobierno avance en debatir un texto que –según insistió– rebaja penas para
146 delitos.
“El mensaje de que
vivimos en una sociedad sin premios ni castigos consagra la impunidad”, afirmó
el líderl del Frente Renovador. Sin nombrarlo apuntó a Zaffaroni, al advertir
que no se debe ser “juez y parte”. También lo aludió al reclamar que hablen
“menos en los medios y más en sus sentencias”. Fue continuación del cruce
iniciado un mes atrás, cuando Zaffaroni le recriminó al diputado del Frente
Renovador su rechazo al anteproyecto –que el Gobierno aún no se anima a mandar
al Congreso (ver pág 9)– y lo trató de “ignorante, vendepatria y mentiroso”.
Alagia, que escribió
libros junto a Zaffaroni, afirmó durante la charla en la Feria del Libro
organizada por el sitio Infojus que “el Código vigente es conservador, producto
de una cultura oligárquica ”. Sostuvo, además, que quienes lo impulsaron
“creían que la sociedad debía estar jerarquizada entre los que mandan y los que
obedecen, entre los que saben y los que no saben”, una “cultura del positivismo
y de la oligarquía (que) identificaba al delito con la pobreza, los problemas
sociales con la degeneración racista ”. Para el fiscal, el nuevo Código “es tan
severo como el anterior, en el sentido de fijar penas altas para los delitos
que son estereotipados en los medios de comunicación como los únicos delitos
imaginados que causan esa sensación de malestar en la población”.
De Luca se refirió
también al concepto de seguridad. “La seguridad en democracia es también
seguridad frente a las autoridades, frente al accionar policial; el primer
problema es quién controla al controlador”. Sostuvo que “cuando se habla de
seguridad, es para pocos y para pocas cosas”.
Y tras definir a los
delitos como “esencialmente conflictos sociales” mimizó los daños que provocan
para la “integridad corporal” y a “la propiedad”.
Para el fiscal, hay
una “falacia del combate contra la inseguridad” cuando el problema “es un
estado de cosas (que) no es justo, no es igualitario”. Criticó que para
combatir la inseguridad se apele “al castigo, al mal, al derecho penal, al
poder punitivo”. Y a quienes objetan la reforma, ya que “el modelo de sociedad
que proponen generalmente los voceros de la lucha contra la inseguridad es un
modelo social excluyente de un montón de
sectores sociales”.
Frente a la
controversia, el Gobierno demora el envío del proyecto al Congreso. Y mientras
revisa sus tiempos, mandó el texto al debate en las universidades.